Aquella foto del 10 de diciembre, con el presidente asumiendo sus funciones de espaldas al Congreso, toma cada día mayor simbolismo sobre lo que terminará siendo el gobierno de Javier Milei. Este jueves, la historia sumó otro capítulo con el Senado de Nación rechazando por 42 votos a 25, con 4 abstenciones, el mega decreto 70/23, considerado por los propios libertarios -junto con la Ley Ómnibus- el corazón ideológico del Poder Ejecutivo. A los votos de los senadores peronistas, se sumaron dos radicales, Martín Loustau y Pablo Blanco, y varios legisladores de las provincias patagónicas, que se impusieron contra la minoría representada por Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. Si lo mismo sucediera en Diputados, en fecha a determinar, el paquete económico que contiene el documento quedará definitivamente derogado.

La suerte del DNU en el Senado empezó a quedar marcada hace ya varias semanas. Pero es verdad que en las últimas 48 horas, quizás de manera inesperada, tomó una vorágine que puso en crisis a todo el gobierno nacional. El llamado a sesión por parte de Victoria Villarruel hizo estallar públicamente la interna entre el presidente y la vice, al punto que desde Casa Rosada no dudaron en emitir un duro comunicado pidiendo que el Poder Legislativo «no se deje cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden «anotarse» victorias de corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos». La destinataria de semejante advertencia era la propia Villarruel antes que cualquier senador opositor.

Al mismo tiempo, el comunicado de la llamada Oficina del Presidente aseveraba que «el potencial rechazo del DNU 70/23, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte, conllevaría a un grave retroceso en los derechos y necesidades del pueblo argentino».

De allí que la sesión de este jueves, que no puede leerse de otra manera que no sea un nuevo fracaso para Javier Milei, empezó a definirse pasado el mediodía, cuando La Libertad Avanza hizo un último intento para suspender por 15 días el tratamiento del mega decreto, iniciativa que se diluyó rápidamente por una amplia mayoría de brazos alzados que votaron por seguir adelante.

A esta media derogación del decretazo de Javier Milei y Luis Caputo, le deberá seguir el debate en la Cámara de Diputados. Todavía no se sabe cuándo. Lo que sí se sabe es que seguramente será otro capítulo de aquella foto del 10 de diciembre.