“Necesito tiempo para encontrar las palabras justas –dijo Eduardo Mendoza al enterarse de que era el ganador del Premio Princesa de Asturias a las Letras 2025. Emocionado, honrado y agradecido me parecen adecuadas, pero obvias. He dedicado toda mi vida a lo que más me gusta y ahora recibo este premio tan particular. Soy un hombre feliz”

Eduardo Mendoza es quizá uno de los escritores con mayor sentido del humor. Por lo menos así lo evidencia en su obra que ya hace muchos años ha comenzado a seducir a los lectores argentinos con títulos como El laberinto de las aceitunas o El misterio de la cripta embrujada.

El Premio Princesa de Asturias de las Letras que acaba de recibir y que el año pasado fue para la poeta Ana Blandiana está dotado de una escultura de Joan Miró, un diploma que acredita que es el ganador, una insignia y 50.000 euros.

El jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2025 estuvo integrado por Santiago Muñoz Machado (presidente), Fernando Rodríguez Lafuente (secretario), Xuan Bello Fernández, María Sheila Cremaschi, María Dueñas Vinuesa, Jesús García Calero, Pablo Gil Cuevas y Francisco Goyanes Martínez. 

Santiago Muñoz Machado, director de la RAE, declaró que la escritura de Mendoza  “combina la voluntad de innovación, con la capacidad de llegar a un público muy amplio y que goza de un extenso reconocimiento internacional”.

Y agregó: “Mendoza es un proveedor de felicidad para los lectores y su obra tiene el mérito de llegar a todas las generaciones que hoy se reconocen en sus luminosas páginas”

No es este el primer premio relevante que gana Mendoza. En 2016 le fue otorgado el Premio Cervantes y en 2010 resultó ganador del Premio Planeta.

El humor es un rasgo muy característico de Mendoza, quien dice escribir a mano con una lapicera que había pertenecido a su padre porque le gusta mucho tachar.

Poco afecto a los ceremoniales formales dijo al recibir el Premio Cervantes : “He practicado con reincidencia el género humorístico y estaba convencido de que eso me pondría a salvo de muchas responsabilidades. Ya veo que me equivoqué”.

En una entrevista aparecida en El Mundo de España se refiere a ese sentido no tan frecuente y revela su “receta” para hacer novelas como si se tratará de una noble artesanía.  Cuando el periodista le señala que su primera novela, El caso Savolta, tiene un equilibrio perfecto entre la alta literatura y la literatura más ligera, Mendoza contesta:

“Me ha salido así. Voy combinando novelas más ambiciosas con chascarrillos. Antes los escritores escribían dramas y comedias sin problemas, Calderón de la Barca, Lope de Vega… Combinar las dos cosas no me parece tan disparatado. He ido escribiendo novelas serias con éxito variable, en cambio las comedias ligeras me salen solas, me divierte escribirlas y se venden como churros. Me permiten comprar lo que más valoro, que es tiempo, ser mi propio jefe, hacer lo que me dé la gana y dedicarme a lo que me gusta. Eso es gracias a Sin noticias de Gurb.”

Eduardo Mendoza admirador del Quijote

“Al contrario que Don Quijote, yo creo ser un modelo de sensatez y creo que los demás están como una regadera, y por este motivo vivo perplejo, atemorizado y descontento de cómo va el mundo”, dijo Eduardo Mendoza.

Eduardo Mendoza es el ganador del Premio Princesa de Asturias a las Letras 2025

Es posible que su sensatez no lo haya hecho salir a los caminos a “desfacer entuertos” como Don Quijote. Sin embargo, al igual que él, Eduardo Mendoza emprendió diversas aventuras a través de sus novelas de mismo modo que a través de sus ensayos y sus obras de teatro.

Escritor prolífico ha escrito unas  30 novelas, la primera de las cuales es La verdad del caso Savolta escrita en 1975, y la última, el policial Tres enigmas  para la Organización, publicada en 2024-

Su último ensayo es de 2019 y se  llama Baroja y yo: por qué nos quisimos tanto.  Mientras en 2017 se publicó Teatro reunido.  

Pese a su renuencia a la solemnidad, Mendoza deberá prepararse para afrontar, un vez más, una situación solemne como es la entrega del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025 del que es el flamante ganador y que recibirá en un acto formal en el próximo mes de octubre.