Cientos de miles de fieles desfilando por la basílica de San Pedro para despedirse de Francisco. También llegaban los cardenales que participarán del cónclave que elegirán al siguiente Sumo Pontífice. Y como tantas veces, esos días de recogimiento sirvieron para ir avanzando en la rosca. Lo admitió el propio director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni: antes de sepelio oficial hubo tres reuniones protocolares y en la última, la del jueves pasado, que se extendió durante tres horas, ya participaron 113 de los 135 los cardenales con derecho a voto, menores de 80 años, procedentes de 71 países. Mientras ese mismo día, el cardenal argentino Víctor «Tucho Fernández, presidía la misa del sexto día.
Tras el sepelio comenzaron los Novediales, antiguo rito de oración «por el alma del pontífice fallecido». Concluirán el domingo 4 de mayo y entre el lunes y el sábado 10 comenzará las sesiones del Colegio Cardenalicio para elegir al nuevo Sumo Pontífice.
En octubre pasado, dos meses antes de cumplir 88 años, intentó consolidar su legado. Francisco proclamó 21 nuevos cardenales: uno sólo, mayor de 80; los otros 20 serán electores en el cónclave. El Papa argentino nombró cerca del 80% del total de los cardenales y le dio prioridad a regiones no habituales. Por caso, incluyó obispos de Irán, Indonesia y Japón. De los habilitados para el cónclave seis fueron designados por Juan Pablo II y 22 por Benedicto XVI. Para que haya humo blanco se requieren los dos tercios positivos de los votos. O sea 90 de los 153 cardenales.
¿Estos datos significan que el próximo Papa mantendrá la línea de pensamiento y acción de Francisco? No necesariamente. La lapicera sobre los nombramientos es la del Papa. Pero no siempre pueden optar por los más afines y eso también ocurrió con Francisco.
Entre los más jóvenes destacan el australiano Mykola Bychok (45), el lituano Rolandas Makrickas (53), el canadiense Francis Leo (53) y los italianos Baldassare Reina (54), Roberto Repole (58) y Fabio Baggio (60). Por Latinoamérica, entre otros, están el peruano Carlos Castillo Mattasoglio (75); el chileno Fernando Natalio Chomali Garib (68); el ecuatoriano Gerardo Luis Cabrera Herrera (69) y el brasileño Jaime Spengler (64). Los cordobeses Víctor Manuel Fernández (62) y Ángel Sixto Rossi (69), el porteño Mario Aurelio Poli (77) y el bonaerense Vicente Bokalic Iglic (72) son los argentinos que participarán del Colegio Cardenalicio
Algunos medios que conocen bien la intimidad de la interna entre los cardenales, los separan en cinco grupos y hasta los cuantifican. Por un lado, los pastores bergoglianos, la mayor fracción, llegarían a ser 23; los progresistas, con diferencias pero cercanos, serían 15. Hay un grupo al que llaman «periféricos»: contarían a unos 40. Por otro lado están, los claramente opuestos, divididos entre los conservadores (25) y tradicionalistas (cinco). Los números son claros, pero las presiones, fuertísimas, y llegan desde todos los sectores.
Entre los que mencionan como los que podrían concitar la mayor cantidad de adhesiones, figuran varios muy cercanos a la postura pastoral de Francisco: el francés Christophe Pierre(79), el filipino Luis Antonio Gokim Tagle (67), el francés Jean-Marc Aveline (66 años) y el estadounidense Robert Francis Prevost (69). Entre los progresistas están el filipino Pablo Virgilio David (65), los españoles Cristóbal López Romero (72) y Juan José Omella (79) y los italianos Pietro Parolin (70) y Matteo María Zuppi (69). Entre los moderados, el maltés Mario Grech (69) Y, por el contrario, entre los conservadores se cuentan el brasileño Odilio Pedro Scherer (76), el canadiense Gerald Lacroix (67), el húngaro Péter Erdő (72) y Robert Sarah, de Guinea (79), ultra ortodoxo, negador del aborto, la agenda homosexual y el islamismo.