En medio del conflicto por la presencialidad en la Ciudad de Buenos Aires, las familias que deciden evitar riesgos ante el Covid delinean alternativas para garantizar el derecho a la educación. Algunas se autoconvocan en asambleas, otras se suman a la lucha docente y otras evalúan estrategias legales.

Desde el Colectivo de Familias por un Retorno Seguro se sumaron a la lucha docente con siluetazos y semaforazos. Algunos padres y madres también se organizan a nivel escuela para reducir al mínimo la carga presencial en los cursos y forzar así la educación virtual. Según comentó Gustavo Alonso, integrante de la organización, realizan charlas para definir los nuevos pasos. “Las comunidades empezaron a organizarse también para llegar a un consenso de cursos completos que no asistan a la escuela para ver si eso activa un poco lo virtual. Estamos intentando sacar presencialidad por curso para que los docentes no tengan que dividirse al medio. Así tendrían más carga horaria de virtualidad y el docente puede laburar desde su casa”, le dijo a Tiempo Argentino.

Alonso es padre de una alumna de la Escuela Julio Cortázar. “Hay gente que está intentando ver como hace una nota para intentar exceptuar a su hijo porque tienen miedo de mandarlos. Hay otros que directamente decidieron no mandarlos y veremos luego cuáles son los costos. Yo estoy en esa línea, primero la salud y después vemos. Si en algún momento el Ministerio llega a decidir que mi hija queda libre por faltas, ahí habrá una batalla nueva”, sostuvo.

Por su parte, Virginia Lavini, madre de dos alumnos de escuelas públicas de Boedo, dijo que van a “extremar las medidas de lucha”. “Hay juntada de firmas y estamos coordinando cada vez más con comunidades que se están organizando, ya sea por distrito o por escuela. También estamos con el apoyo a los docentes que vienen de dos semanas de lucha y que se han cargado al hombro la defensa de la vida y la salud. Estamos autoconvocándonos y organizando asambleas”, le dijo a este diario.

Las familias de alumnos y alumnas exceptuadas de la Escuela Martiniano Leguizamón de Mataderos le enviaron una nota al Ministerio de Educación porteño para que garantice la formación virtual. Denunciaron que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta “no tiene ningún esquema armado como para garantizar la educación de los chicos exceptuados, que son población de riesgo o que conviven con alguna persona de riesgo”.

Pablo Viñas, padre de dos alumnos de quinto y séptimo grado, comentó que la orden es que la educación para ese grupo quede a cargo de las docentes exceptuadas de la misma institución. “En toda la escuela hay una sola docente que le tiene que dar clases a los chicos exceptuados de primero a séptimo grado. Entonces terminan teniendo clases una vez a la semana. ¿Qué concentración puede poner un docente para seguir los programas de siete grados distintos? En el nivel inicial no hay ningún docente exceptuado, entonces directamente no tienen clases y le mandan videos de Youtube”, le contó a Tiempo.

“Los docentes estuvieron parando en presencialidad, pero dando clases virtuales. Entonces los chicos exceptuados es cuando más clases tuvieron, durante el conflicto. Durante el paro están teniendo clases todos los días por el  esfuerzo de los docentes. Todo mi agradecimiento a ellos porque es un esfuerzo descomunal”, agregó Viñas.