Entre tantas idas y vueltas, el oficialismo intentará sesionar esta semana en la Cámara de Diputados de la Nación. Con nuevos anuncios -quita de medidas fiscales del proyecto de ley ómnibus- la Libertad Avanza busca el acompañamiento de espacios “dialoguistas” para darle aprobación a la primera iniciativa presentada en el Parlamento por Javier Milei. En un mano a mano con Tiempo, el diputado socialista Esteban Paulón expresó: “El tratamiento que está teniendo el proyecto muestra el desorden que hay hacia adentro».
«Se ve un enorme nivel de improvisación con un Poder Ejecutivo que en lugar de optar por el diálogo y el consenso vuelve a elegir, como tantos otros gobiernos de la Argentina, por el látigo y la chequera con los gobernadores y con el Congreso”, plantea el legislador que integra el espacio Hacemos Coalición Federal, que lidera Miguel Ángel Pichetto y cuenta con diputados del cordobesismo, la Coalición Cívica, y Emilio Monzó.
El santafesino analizó el escenario parlamentario de cara a la sesión extraordinaria. “Creo que el oficialismo no tiene los votos más que para una aprobación en general, por lo que la ley va a ser una cáscara vacía”.
“El 60% de las firmas del dictamen de materia tienen disidencias muy grandes, entonces ¿qué proyecto va a salir? El escenario más probable es una aprobación en general ajustada en la Cámara de Diputados con un contenido menor al que el gobierno quiere aprobar”.
Asimismo, tras el anuncio del viernes del ministro de Economía, Luis Caputo, el diputado santafesino opinó que “es un capítulo más de la improvisación y la impericia que demuestra el Gobierno. Unilateralmente no se puede decidir qué artículo se saca o no de la ley, eso lo vamos a decidir cuando haya sesión porque ya hay un dictamen acordado, firmado, que es el que se va a tratar”.
“En este contexto lo que hace el Gobierno es eliminar el capítulo fiscal que implicaba recursos para las provincias. Cumple con la amenaza de que los iba a fundir y a dejar sin recursos, pero se queda con la parte de la ley sobre las facultades delegadas para poder decidir discrecionalmente y sin el Congreso muchas materias”, agregó.
Paulón hizo hincapié en que la administración nacional de Javier Milei se encuentra con un presupuesto prorrogado que es el de 2023 que dejó el expresidente Alberto Fernández.
“Se acordó en diciembre entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria. Eso le da enorme discrecionalidad al Gobierno para disponer de recursos libremente. Básicamente vuelve a ajustar el torniquete a las provincias, se queda con la posibilidad y la facultad de modificar un montón de cuestiones bajo la supuesta o aparente concesión que le hace a los gobernadores”.
-¿Cuál debería ser el rol de la oposición parlamentaria ante el avasallamiento del Ejecutivo nacional?
-Creo que hay que moverse inteligentemente en ese sentido. En particular, podemos quitar y despejar la negativa directa total de eliminar secciones enteras de la ley, que entendemos no tienen que ver con este debate, o modificar en el tema emergencia, es decir la cantidad de áreas.
En el Congreso hay dos fuerzas antagónicas que son la Libertad Avanza y el Pro, que hasta celebra el DNU. Y, por otra parte, está Unión por la Patria que plantea que no haya ley. Hay otros bloques que planteamos otras herramientas. Ahora, si el debate se plantea entre todo o nada, los socialistas nos inclinamos por nada. Hay una buena parte del Congreso que quiere dialogar.
-¿Cuáles son los puntos innegociables para el socialismo?
-Hay tres temas que nuestro bloque no va a acompañar y va a votar negativo. La propuesta jubilatoria que hace el gobierno cristaliza el recorte del cuarenta por ciento de las jubilaciones de aquí a la eternidad. El Fondo de Garantía de Sustentabilidad, como se lo plantea, atenta también contra las jubilaciones futuras.
Retenciones es otro punto: buena parte de la recaudación extra va sobre sectores de pequeñas y medianas empresas. Por ejemplo, molinos harineros a los que les duplican las retenciones. Molinos hay uno que es Cañuelas, que es muy grande, que está concursado, pero el sesenta por ciento de esa industria está en Santa Fe. Son empresas pequeñas, familiares. Es un sector que va a dejar de exportar, que va a dejar de invertir en la provincia, que va a pagar menos impuestos, o sea, va a tener un efecto contrario.
Lo mismo el sector de la metalmecánica, que genera implementos agrarios. Como estos hay un montón de sectores que van a dejar de exportar porque va a dejar de ser rentable y la verdad es que eso va a impactar negativamente. Y encima de lo que recaude el gobierno de eso, que ya va a ser menos de lo que recauda ahora, nada se coparticipa.
Después está lo más conceptual, social, etcétera. Por supuesto, no hay acuerdo para acompañar las modificaciones en materia de ambiente y todo lo que tiene que ver con cultura y la educación.
-¿Les preocupa este escenario? ¿Cómo plantea el Gobierno avanzar de esta manera en medidas en un contexto de crisis económica muy importante?
-Nos preocupa porque entendemos que el Gobierno no termina de asumir la profundidad de la crisis. Todavía no se conocen todos los números de diciembre, que fue una catástrofe en materia de caída de actividad económica, de la recaudación, con endeudamiento y emisión. Diciembre es trágico y, por supuesto, tuvo su expresión más clara en el índice de inflación.
Además, a partir de febrero se vienen fuertes incrementos de tarifas en el tema de transporte. El gobierno no dimensiona cómo va a impactar la quita de los subsidios. Tampoco registra que este es un momento para ser muy responsables, muy cuidadosos, para buscar un consenso y un trabajo conjunto con los municipios, los gobiernos provinciales y con el Congreso.
No para una dinámica de confrontación permanente, que tiene básicamente el objetivo de mantener entretenido al fandom. Hay un sector de la población que consume muchas redes, muchos memes, mucho de todas estas comunicaciones que hace el Gobierno trabajando para eso.
Por ejemplo, con respecto a la comunicación del despido de Guillermo Ferraro se encargaron de que todos los medios de comunicación cercanos publicaran “Milei echó a Ferraro”. Era importante que se viera que el presidente está en control. Y la verdad es que no sabemos si el presidente está en control porque, por ejemplo, en la negociación de la ley nunca quedó claro con quién se podía negociar. «