Pacientes residentes del Hospital Laura Bonaparte realizan este martes un festival en la puerta de la institución como expresión de resistencia y lucha ante el desguace que viene ejecutando el gobierno nacional en el campo de la salud. Las Residencias Interdisciplinarias en Salud Mental y Salud Mental Comunitaria (RISaM/RISaMC) fueron suprimidas.

La semana pasada cerraron la residencia en este hospital porteño; no hay ningún cupo para este año. Desde el Bonaparte, una trabajadora relató a Tiempo: «Los pacientes se pusieron a llorar porque sienten mucha impotencia ante el atropello del gobierno nacional que estamos sufriendo». El evento que tendrá lugar a partir de las 14 horas y se extenderá hasta las 18. «No al cierre de las residencias interdisciplinarias en salud mental», reclama la cartelera del «Resi Fest». 

Sobre el festival 

«El evento es parte del plan de lucha. La idea es poder visibilizar la problemática de salud mental que estamos atravesando», explicó Julieta Vescio, una de las residentes. 

Señala que la semana pasada «el Ministerio de Salud de la Nación nos informó de manera muy informal, a través de un e-mail, que no habrá cupos para residentes ni para jefes de residentes de ninguna disciplina de la RISaM del hospital Laura Bonaparte».

Vescio advirtió: «Esto no es una decisión única para el Bonaparte, la idea es desfinanciar a todas las RISaM del país, en todas las provincias, a quienes también les informaron que habrá cero cupo para residentes ingresantes en todas las disciplinas y cero cargo para jefes de residentes».

Ley Nacional de Salud Mental

Quitaron los cupos de terapia ocupacional, musicoterapia, trabajo social, psicopedagogía, entre otras disciplinas que fueron suprimidas. «Es un atentado contra la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, porque las RISaM responden a un proyecto de un modelo de atención de la salud pública, que se realiza a través de un trabajo interdisciplinario», detalló la residente.

«Por eso es muy importante que la gente participe en el festival, hicimos mucho esfuerzo para poder hacerlo», invitó Vescio. Y contó: «Estamos agotando todas las instancias formales con nuestro reclamo, solicitamos la asignación de los cupos para nuevos residentes, porque esto es totalmente arbitrario. Porque la RISaM del Bonaparte cumple con todos los puntos específicos que debemos tener para recibir todos esos cupos que el Ministerio dice que no nos va a dar».

Cumplen con todos los requisitos

«Nuestro sistema de residencia es especial en evaluación, por el cual se les asigna categorías a las residencias, que definen la calidad y la aprobación de las mismas», agregó. Y completó: «nuestra residencia está categorizada, es la B, eso significa que tenemos una aprobación hasta el 2027 y después hay que renovarla».

«Lo concreto es que tenemos nuestra residencia aprobada», puntualizó. «Contamos con la cantidad de cargos ocupados que fueron ofrecidos con anterioridad. Este es un punto que el Ministerio de Salud de la Nación dice que tenemos que tener para poder recibir esos cupos, junto una resolución firmada de aprobación de esta misma gestión que nos está diciendo en la cara que no nos van a dar nada», agregó.

«Cada ocho o diez residentes tiene que haber un jefe de residentes. Nosotros estamos reclamando lo que corresponde, ni más ni menos. Todo esto va en detrimento de la salud, del acceso a la misma, de la posibilidad del abordaje a la salud mental del pueblo argentino», reclamó Julieta.

Y finalizó: «Esto afecta a todas la personas que se atienden en los hospitales públicos y que no tienen para ir al sector privado. La salud mental, incluyendo los consumos problemáticos, son problemáticas muy sensibles en la sociedad. Por eso, dejar de financiar las residencias es muy grave y las consecuencias serán terribles».  

El impacto del cierre de la residencia interdisciplinaria

Karen Krenz es residente de Trabajo Social, cursa el primer año en el Bonaparte y contó que la decisión de no aprobar los cupos de nuevo ingreso a la RISaM ni siquiera fue anunciada. “Solo nos informaron que los cupos aprobados para el nuevo ingreso de residentes al hospital era cero. No hay cupo para ninguna de las seis disciplinas que conformamos la residencia, tampoco para las jefaturas, lo que significa a mediano plazo un cierre de la residencia”, aseveró a Tiempo desde la asamblea de los trabajadores.

Krentz aseguró que el impacto de la definición política será contundente sobre la vida del hospital que ya sufrió el despido arbitrario del 40 % de su personal en el mes de enero. “Además, hay algunos usuarios o usuarias que cuentan con un equipo que es exclusivamente de residentes. En estos casos, se requieren nuevos ingresos de profesionales porque los residentes van pasando de año y alguien tiene que ocupar ese lugar en el servicio, sostener esa atención”, explicó.

El cierre de los cupos, que se dio a conocer el 8 de abril pasado, motivó una medida de paro en el Bonaparte a la que se sumaron diferentes residencias del país. “Aproximadamente 20 residencias interdisciplinarias en salud mental (RISaM) se encuentran en este momento de paro. Es una política nacional en torno al incentivo de la formación interdisciplinaria, una metodología de trabajo que se construyó y que forma a los profesionales tal como lo exige el artículo 8 de la Ley de Salud Mental”, aseguró. Asimismo manifestó que “es imprescindible que esta medida pueda ser revertida, ya que afecta a toda la población, a la calidad de atención para todas y todos los usuarios del sistema de salud público y el sistema de salud mental, en particular”.

“Venimos a darle una pelea a esta decisión política”

“Desde enero, con el despido de 200 compañeros y compañeras, el hospital se está sosteniendo con una sobrecarga laboral de los trabajadores y trabajadoras que quedaron. Y en ese marco, también hubo mucho más trabajo para quienes formamos parte de la residencia”, contó a Tiempo Joaquín Caporale, psicólogo de la residencia del Bonaparte.

El profesional detalló que el impacto de los despidos, sumado al cierre de los cupos de la residencia interdisciplinaria redunda en sobrecarga laboral y en mayores dificultades para el acceso a una atención de calidad para los pacientes.

“La responsabilidad recae sobre el Ministerio (de Salud) y del Gobierno nacional en hacer ese recorte. Por eso la residencia decidió la medida del paro. Lo que puede suceder con las decisiones que tomaron es que deje de existir esta formación  interdisciplinaria en salud mental”, aseveró el profesional.

En este sentido, destacó las medidas de fuerza votadas por los residentes y la realización del Festival FestiRes en la puerta del establecimiento. “Venimos a darle una pelea a esta decisión política, creemos que eso puede ser revertido y por eso tomamos esta media. Es muy importante que se sumen pacientes, familiares, vecinos además de organizaciones, sindicatos y otras residencias porque no puede pasar que cada vez sea menos la atención que brinde el Estado en salud mental a la población”, expresó.