Las infancias se iluminan con lecturas, poesía y narración oral. Se llenan de colores y músicas con historias imaginativas. Se pueblan de frases mágicas, ilustraciones y juegos sensoriales: se siembran puentes y mundos creativos para niños y niñas de todas las edades en el Festival de Literatura Infantil (FILBITA), que celebra su 15ª edición con el lema “Leer con otras y otros”, el viernes 7, el sábado 8 y el domingo 9 en Buenos Aires: será “un tejido de lectores y lecturas en torno a la palabra compartida”.
Lo sostienen desde Fundación FILBA rumbo a las nuevas sedes: el viernes 7, el FILBITA estará dedicado a mediadores de lectura, docentes y bibliotecarios en Los Pompas Club de Artes (Av. Brasil 2640); el sábado 8 y el domingo 9, ya para familias, chicos y bebés, habrá narraciones, lecturas, música, cortos, videos y talleres -de fanzine, escritura, dibujo, poesía y movimiento- en el Espacio Cultural del Sur (Av. Caseros 1750). Y el sábado también serán parte de La Noche de los Museos con las narraciones de terror de Mario Méndez y los “cantos y cuento para llamar a la luna” con Luciano Saracino, más la voz de Victoria Rodríguez Lacrouts y la guitarra de Eugenia Sasso.

Pero desde temprano, para los tres días del FILBITA se plantean múltiples actividades para todas las edades infantiles. El viernes, desde las 14, se planea un taller de narración oral y lectura en voz alta a cargo de Diana Tarnofky; una conversación e intercambio de experiencias a cargo de los proyectos Territorios de Encuentros (Girapalabras y Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina -ALIJA-) y la iniciativa Sinfín (FILBA), con moderación de Belén Campero; el diálogo “Leer con otros y otras”, entre Belén Campero y Carlos Skliar, y más planes.
FILBITA, sábado y domingo
El sábado, desde las 15, habrá una invitación a leer en soledad y en compañía; pequeñas historias alemanas con músicas y sonidos; una exploración del infinito a partir de la obra de Pablo Bernasconi; un taller de fanzine con Jimena Rodríguez; una entrevista abierta a la autora finlandesa Anja Portin; un taller lúdico musical con Flora Buraschi y Cecilia Di Genaro; un taller de creación con Luciana De Luca; una lectura de un mural con Soledad Cagnoni; lecturas con bebés; un paseo leído y dibujado por la edad del hielo; la charla-taller “ilustrar a Eduardo Galeano”; un taller de dibujo a partir del libro Golondrina de invierno, de Eleonora Garriga; y poesía y movimiento con Jennifer Gásperi, entre otras acciones.

El domingo, también desde las 15, llegarán cuentos a cuerda para bebés; el taller de movimiento de Las Juanas Artes Escénicas; el taller de escritura de Melina Pogorelsky; el taller lúdico “sinfín de diversión”; la premiación del Concurso Cazacuentos; un taller de creación con Patricia Strauch y Noe Garín; otro para celebrar el trabajo colectivo conquistando los sueños; el taller de cháchara, con Matías Moscardi y Jimena Tello; el taller de rap y poesía; otro de escritura y dibujo con Melina Barrera; ilustración de textos literarios con Alejandra Clutterbuck; y en el cierre, un recital “A todo rap” con CH Respira.
De todas las actividades del FILBITA habrán participado muchos autores y artistas, además de editoriales como Eterna Cadencia, Fondo de Cultura Económica, La brujita de papel, Lecturita, Limonero, Loqueleo, Ojoreja, Siglo XXI, Ralenti, Periplo, Pípala, y Mil Trazos. A la par, el festival también servirá para potenciar Sinfín, un flamante proyecto de Fundación FILBA para democratizar la lectura, fortalecer a las bibliotecas de comunidades vulnerables, generar herramientas de mediación de lectura y colocar a las chicas y chicos como artífices de la circulación de la literatura, entre otros deseos.

Larisa Chausovsky, la coordinadora del FILBITA, señala: “Lo más difícil de organizar el festival es armar todas sus propuestas en un contexto tan complejo y de crisis. Y lo más satisfactorio es comprobar, una vez más, que estas construcciones que se hacen colectivamente son las que nos sostienen”. Porque el FILBITA “recibe apoyo de distintas entidades y una vez más se sumaron un montón de editoriales. Nosotros decimos que el festival ‘siempre es mejor de lo que imaginamos’, porque toma cuerpo cuando se generan escenas de lectura en familia, o entre chicos y chicas: cuando transcurren los talleres y los chicos tienen la palabra”.
El viernes 7, en Los Pompas Club de Artes, el festival “va a estar dedicado a adultos -recuerda Larisa Chausovsky- y por eso nos vamos a reunir con integrantes de centros de salud, escuelas, bibliotecas y un grupo de teatro comunitario para conversar acerca de cómo construir comunidad a partir de la lectura. Los desafíos se superan cuando se teje en red”. Y el sábado y el domingo el encuentro será en el Espacio Cultural del Sur, “que tiene aire, libre, salas, un auditorio, y es un espacio ideal para todas las actividades que organizamos para familias, niños y bebés. Habrá muchas propuestas de creación colectiva”.
El contexto no ayuda, pero el FILBITA es una apuesta “de parte de todos los organizadores y participantes -las editoriales, las instituciones, los equipos, los autores- por sostener este encuentro de acceso gratuito para sostener la conversación cultural y el mundo de las infancias”, remarca Chausovsky. “Nos da mucha alegría que los espacios de lectura y de creación estén tomados por las voces de los chicos y las chicas”.
En sintonía, sábado y domingo se podrá ver el video Lecturas Sinfín. TAC infinito: donde empieza lo que no termina, con producciones poéticas de integrantes del taller de Aprendizaje Comunitario de Fundación TEMAS, y el domingo estará el “Kiosco de palabras”, una creación de los miembros del taller Rato Libro, de Melina Pogoreslky.

“Celebramos que los chicos y chicas se apropien cada vez más de este núcleo de disfrute y de lecturas compartidas -dice Chausovsky-. Es muy poderoso cuando recorremos el festival y vemos que hay familias que se acercan para ver qué es lo que pasa, que los niños quieren conocer a un autor, que hay un espacio de lectura con bebés, que algún chico o chica descubre algo en un libro que no había visto o las creaciones que hacen a partir de una consigna”. En síntesis “lo que más emociona es el hecho artístico colectivo: la reunión en torno a las infancias y a la literatura en espacios compartidos por lectores y lectoras de distintas edades. Esa es la magia renovada del FILBITA”.