A sus 69 años, la icónica actriz Linda Hamilton, conocida mundialmente por su papel de Sarah Connor en Terminator, reflexiona sobre la edad, la carrera y la vida en una entrevista con AARP. En un momento en que Hollywood sigue obsesionado con la juventud, Hamilton confiesa que no pasa ni un instante intentando verse más joven: “Me he rendido completamente al hecho de que esta es la cara que me gané. Y me dice muchísimo”, asegura. Para ella, la belleza reside en la alegría y en la plenitud de vivir el presente.
Hamilton regresa al ojo público con la quinta y última temporada de Stranger Things, donde interpreta a la Dra. Kay, la científica que supervisa la cuarentena de Hawkins y tiene un vínculo con el misterioso Upside Down. La actriz describe la experiencia de incorporarse a la serie como un momento de sorpresa y entusiasmo: “Cuando me invitaron, pensé: ‘Se equivocaron’. Pero luego dije: ‘¡Yupi!’”. Sobre su personaje, explica: “Es la científica principal del ejército, y hay indicios de que podría continuar el trabajo del Dr. Brenner en algún nivel”.
Más allá de la pantalla, Hamilton se concentra en su bienestar físico y emocional. Para mantener la condición necesaria para las escenas de acción, combina pilates, yoga, ejercicios con pesas y fisioterapia. “Estoy completamente plantada en el presente, pero eso no significa que no cuide mi salud. A veces es solo una dona de mermelada. No soy rígida, y eso es fantástico para envejecer”, señaló, reflejando su filosofía de vida flexible y consciente.
Ser abuela también se ha convertido en un espacio de plenitud: su nuevo nieto, hijo de su hijo Dalton, vive cerca, y Hamilton disfruta de esa conexión cotidiana. “Mirar sus ojos es algo precioso”, dice, revelando la alegría que le brinda la familia. Esta etapa de su vida le permite equilibrar trabajo y vida personal, un logro que describe como “una forma de entrelazarlo todo de manera muy bella”.
Hamilton, abuela
Hamilton también recuerda los consejos de su hija Josephine, que cuando era niña le dijo: “Mamá, eres hermosa porque tu rostro está lleno de alegría”. Esa frase se convirtió en una guía para Hamilton: cultivar la felicidad es la verdadera esencia de la belleza.
Radicada en Nueva Orleans desde hace una década, la actriz opta por un estilo de vida minimalista y sencillo, lejos del bullicio de Hollywood. “Vine aquí a ciegas, buscando un cambio. Encontré la casa en Zillow y decidí probar”, relata. Esta decisión refleja su enfoque de vida: enfrentar pérdidas, como la de su hermana gemela, con resiliencia y encontrar la gracia en lo cotidiano.
Linda Hamilton deja claro que su relación con el tiempo y la edad es un acto de aceptación y empoderamiento. “No tengo arrepentimientos. Todo lo vivido me ha llevado a un lugar de gracia, y lo siento todos los días. Todo va a tener un final feliz: no te preocupes”, concluyó.
