El gobernador del Estado de Texas, Greg Abbott, redobló la apuesta en su política antimigración luego de que un juez federal suspendiera una polémica ley que permite a la policía fronteriza la detención y expulsión de irregulares, impone multas y meses de arresto. Abbott invitó el mismo día del fallo a su mentor, Donald Trump, a recorrer Eagle Pass, el paso crítico lindero con México donde lleva adelante la Estrella Solitaria, una operación conjunta entre el Departamento de Seguridad Pública y las fuerzas militares texanas.

«Nuestro país enfrenta las consecuencias mortales de la política de fronteras abiertas del presidente Biden. Texas se está contraatacando. Vamos a continuar con el legado histórico en el tema del presidente Trump para proteger y defender EE UU de la crisis causada por Biden», tuiteó el gobernador con una foto junto al precandidato presidencial republicano.

El jueves, el juez David Ezra del tribunal del distrito Oeste de Texas dictaminó que la ley promulgada en diciembre por el gobernador, «amenaza la noción fundamental de que Estados Unidos debe regular la inmigración con una sola voz». El fallo del juez no se mete con el contenido de la ley, sino con el hecho de ponerse por encima de las regulaciones federales. «Abre la puerta a que cualquier Estado apruebe su propia versión de una ley migratoria», establece. También desestima la calificación de «invasión» que esgrime el gobierno estatal sobre los migrantes.

Abbott aseguró que su administración apelará el fallo «inmediatamente» y continuará en su línea de «defensa» sobre lo que califica una «fallida gestión del presidente Biden en su deber de proteger a nuestro Estado de la invasión desde nuestra frontera del Sur». El gobierno texano asegura que desde que puso en marcha Estrella Solitaria se han aprehendido «más de 502.500 imigrantes ilegales» y se realizaron «más de 40.100 arrestos».