Más aquí están los colores inmersivos y las texturas cinéticas: el desvelo por un legado inagotable para la percepción plástica en miradas abiertas. En el Centro Cultural Borges (Viamonte 525) se expone la muestra Más aquí. Polesello 1970-2000, dedicada a él, Rogelio Polesello, el pintor y escultor que hizo del abstraccionismo geométrico su lúdico desafío: combinó formas geométricas con efectos ópticos para generar la ilusión de movimiento y supo atravesar, con sus manos, la luz de los objetos.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

Más aquí. Polesello 1970-2000 ofrece 155 obras creadas entre aquellos años: fueron tres décadas clave de la inspiración del creador, quien nació el 26 de julio de 1939 y falleció el 6 de julio de 2014, a los 74 años. ¿Qué cobija la muestra? Ante todo, ofrece una experiencia visual inmersiva, a través de acrílicos tallados, monocopias, pinturas, obras sobre papel y piezas inéditas, todas de honda precisión técnica, que atraviesan el entorno y permiten dejarse sorprender por él de diversas maneras: este arte interpela.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

La clave está en el origen del acervo de la exposición: Más aquí. Polesello 1970-2000 combina obras de la colección de Naná Gallardo -su expareja- con material personal de archivo y piezas de colecciones privadas de toda Argentina. Así, a once años de su muerte, el trabajo de Rogelio Polesello pervive y se renueva de cara a las nuevas generaciones. Y la exposición en el CCBorges en testimonia cómo aquél concebía, siempre a prueba y error, una visión de la abstracción sin convenciones: su mirada atravesaba el diseño, la decoración, el muralismo, la publicidad y otras disciplinas.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

La muestra, con entrada libre y gratuita, se puede visitar de miércoles a domingos de 14 a 2. Su título evoca el concepto “más aquí”, de la crítica de arte Marta Traba, que postula una obra no sólo contemplativa y reflexiva: va en busca de un espectador que sea también productor, para trascender lo rígido del arte no-figurativo.

Más aquí y las facetas de Polesello

En esa línea, ¿qué observa el joven artista Santiago Villanueva, en su rol de curador de la exhibición de Polesello? “Un término que lo puede definir es el de un ‘artista neobarroco conceptual’, porque viene de la tradición y mezcla el cocoliche y el conceptualismo”.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

Esas dos caras están en las amplias facetas de Polesello. Y la muestra las despliega en su concepción multicolor y dinámica. “Nuestra idea fue abarcar un período de él que no había sido investigado ni profundizado: recorre desde mediados de la década del ’70 hasta el 2000”, detalla Villanueva. Después de su famosa muestra en el ’69 en el Instituto Di Tella, “que había tenido mucho éxito a nivel institucional y comercial, Polesello va a Venezuela, donde experimenta mucho con grabado, que es uno de los puntos de partida de la exposición: las monocopias que hizo en aquel país”.

Tras aquella experiencia “su obra fue modificándose”, observa Villanueva, “y por eso la muestra exhibe mucho del proceso de trabajo de Polesello”. Por eso se pueden ver, en el CC Borges, “piezas sin terminar, series que están incompletas o trabajos con material de descarte, como recortes de acrílico u objetos multicolores. La idea fue desplegar una obra más doméstica, más intimista, y no tan vinculada a la tradición más geométrica e industrial con que se la asocia en la década del ‘60”.Y por ello varía mucho la escala de los objetos: hay producciones pequeñas y otras de gran escala, mucho más conocidas.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

¿De qué manera Polesello interpela al presente? ¿Cómo el también pionero del Op Art (el arte con ilusiones ópticas) atraviesa cada época hasta llegar hasta aquí?

 “A Polesello lo caracterizan la impureza y lo no programático -establece Villanueva-, algo que tal vez uno asocia a las vanguardias de los ’60. Y en el Polesello de los ’70, ’80 y ’90 encuentro a alguien que va desarmando y deshilachando un poco su propia obra. Es una operación de volver sobre sí mismo y de reconfigurarse todo el tiempo: esas impurezas pueden empatizar con artistas actuales y también con el público”.

Influido por la visión de constructor de su padre, Polesello experimentó desde sus inicios con esas técnicas industriales e incluso incorporó materiales como el acrílico: todo en él era ensayo, resultado, y capacidad de puesta en escena de su propia concepción artística.

Así lo captó Villanueva para el CC Borges: “En la muestra incorporamos una pequeña sección de archivo, al final, con un video, en el que proyectamos algo de su vida social y su presencia en los medios”. Porque desde muy joven Polesello estuvo en la televisión, las revistas especializadas y hasta las páginas de sociales “y esa presencia fue construyendo su figura y su reconocimiento”.

"Más aquí", una  mega muestra de  Rogelio Polesello

Pero la muestra Más aquí puede a la vez replantear esa mirada, como señala Villanueva: “La idea de la exposición es que el foco esté puesto en esa producción que, en un punto, también incomodó mucho a la historia del arte y al campo artístico más cerrado”. Por un lado, “por su presencia tan fuerte en el mercado: Polesello siempre fue un artista comercial y muy vinculado a las galerías y al mundo empresarial”. Por otro, “porque la obra de Polesello habilita lecturas nuevas. Por ejemplo, la producción en papel, de tamaño más pequeño. Eran experimentos de taller y que él decidía no exhibir”.

Entonces, la exposición reúne al Polesello de la gran repercusión y al de la faz más intimista, más doméstica, “más vinculada al boceto, al esbozo y a la prueba, que no se había presentado previamente”, celebra Villanueva. Y la alta cultura y lo popular se volvían a amalgamar en las creaciones sin fronteras de Polesello. “Yo siento que su imaginario, tal vez muy anclado a la imagen que tenemos de él en los años ’90, desordena un poco las relaciones del arte más estrechas o más encapsuladas”, cuenta el curador.

Y rememora con placer las jornadas en las que, hace un año, comenzó a revisar el archivo de Naná Gallardo para pensar qué exhibir y hacia qué públicos nuevos. “Me sumergí durante meses en el archivo gráfico y los escritos -sigue Villanueva-: Polesello guardaba tickets de cuando hacía los acrílicos y hasta la agenda de contactos que usaba en Venezuela. En los ’70 y ’80 también viajó mucho por Colombia y México”. Y al estudiar todo el material “pensé una propuesta específica, que no hubiera sido transitada, pero que a la vez tuviera sentido mostrar hoy. Pocos artistas habilitan tantas facetas”.