“Ya veíamos venir esto. No hay pago a proveedores desde principios de año. Como lo vemos en todos lados, hay un vaciamiento del Estado en general. Es una tragedia para cada uno de nosotros, pero también a nivel país. La gente piensa que despedir un empleado del Estado es justicia. Al contrario, es en contra del pueblo. El vaciamiento del tren ya lo vivimos en los 90. Esto es un vaciamiento al tren, que la gente lo entienda. Es gravísimo”, lamentó Natalia, una de las trabajadoras despedidas de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIF). Como ella, más de un centenar de empleados de las empresas ferroviarias se enteraron esta semana, al intentar ingresar a sus puestos, que habían sido desvinculados.

“Estamos hablando de 150 despedidos. Acá se maneja toda la infraestructura ferroviaria del país. Rieles, una lamparita, acá se mantiene el funcionamiento del tren diario. Acá la mayoría son profesionales, ingenieros, arquitectos. No es una empresa de ñoquis. Hay funcionarios especializados en infraestructura ferroviaria, no cualquiera lo puede sostener. Entendemos que puede haber una oleada más grande de despidos y es una tragedia. Es un vaciamiento del tren y el tren es el que trae a la gente a trabajar”, remarcó en declaraciones a C5N durante la mañana del lunes, cuando le prohibieron entrar al edificio en la terminal de Retiro.

Ante la confirmación de los despidos, que incluyeron a personal de planta permanente, la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (APDFA) y la Unión Ferroviaria se declararon “en estado de alerta” y emitieron un comunicado conjunto donde alertaron que “si se pretende que la Argentina se desarrolle y produzca, el ferrocarril es una herramienta fundamental para lograrlo”.

Camino a la privatización

Claro que esa no es una premisa que sostenga el actual gobierno, que apunta al vaciamiento del Estado y a la privatización como meta. Según consignó el diario La Nación a principios de este mes, la Operadora Ferroviaria -principal empresa del conglomerado estatal Ferrocarriles Argentinos- se preparaba para iniciar un plan de retiros voluntarios, además de haber iniciado los trámites para que las compañías dejen de ser sociedades del Estado y se conviertan en anónimas.

La medida se ampara en el DNU de Javier Milei y es un paso previo para avanzar hacia la privatización. “Ya se presentó en la IGJ [Inspección General de Justicia]”, confirmó a ese medio una fuente de la Operadora Ferroviaria (OFSE).

El otro paso previo a la privatización que ya parece haberse puesto en marcha es el empeoramiento del servicio a costa de recortes. “El ajuste sobre nuestros salarios, el empeoramiento de los servicios con la cancelación de trenes, cierres de boleterías y los despidos a los sectores más vulnerables fue solo el comienzo”, advirtió la agrupación La Naranja Ferroviaria, que defiende la necesidad de un paro de 24 horas ante las “decenas de despidos en ADIF y DECAHF, en algunos casos a compañeros con más de 15 años de antigüedad”.

El desmantelamiento se empieza a notar en recortes de servicios, como se está viendo en el interior del país con recorridos que bajaron su frecuencia, y también en el AMBA donde líneas como la Mitre ya exhibe menor cantidad de viajes.

Liliana, por caso, trabaja hace siete en el área de Seguridad e Higiene de ADIF. Este lunes, cuando llegó para ocupar su puesto, “una persona con una lista me dijo que me habían dado de baja, que me iba a llegar la carta documento a mi domicilio. Estoy hace siete años, soy planta permanente. Y seguramente va a haber más despidos”, lamentó en diálogo con La Izquierda Diario.

Y siguió: “Esto va a perjudicar a todos. El Gobierno quiere eliminarnos, nos van a vender. Espero que la gente empieza a verla y que se vea que esto es más que un simple despido. Vienen por los de abajo. Tampoco se renovaron contratos de gente que se le venció en marzo. Esto es una cadena. No puede seguir así esto, es terrible”.