Las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires anunciaron un feroz recorte en las jornadas de Carnaval. La noticia fue presentada como algo positivo aunque, en realidad, afecta a miles de trabajadores y trabajadoras que cada año esperan con entusiasmo los festejos del carnaval para tener otros ingresos, mejorar sus ventas y generar más puestos de trabajo.

“Como parte de su compromiso de reordenar las calles de la Ciudad, el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, anunció que este año se va a disminuir a ocho el número de corsos por el Carnaval en las calles, y como consecuencia se reducirán también los cortes totales que tanto afectaban a los porteños”; informaron desde el ejecutivo local. El propio jefe de gobierno en sus redes sociales manifestó que este años se van a “festejar los carnavales en orden”. Ante esta situación, las y los murgueros porteños manifestaron su preocupación y rechazan la medida.

En sintonía con la ofensiva a la cultura que lleva adelante el presidente Javier Milei, el jefe de gobierno porteño informó con entusiasmo que este 2024 se realizarán apenas ocho corsos callejeros y destacó que “la reducción para este año alcanza al 64 %. A su vez, de las 111 jornadas en calle que hubo en 2023, ahora sólo quedarán 60. De igual manera, hubo 47 cortes máximos por noche, mientras que este año se permitirán nada más que 27. Del mismo modo, de los 347 cortes totales de calle que hubo en 2023 ahora sólo quedarán 198, es decir un 43 % menos”.

“El año pasado hubo 4 jornadas de corsos que los terminaron censurando vía el Ministerio de Seguridad, dos de Saavedra, uno de Piedrabuena y uno de Barracas. Es decir, ya habíamos tenido ese conflicto. Y este año la nueva gestión recién nos recibió el 15 de enero a organizar los carnavales que arrancan el 3 de Febrero”, contó a Tiempo Felipe Fiscina, delegado de las Murgas del Circuito Carnaval Porteño.

La subsecretaria de Gestión Cultural, Alejandra Cuevas, y el gerente operativo del área fueron quienes convocaron tardíamente a las murgas, que desde el año 1997 son Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Para este año, las murgas porteñas acercaron una propuesta de 28 corsos y el ejecutivo local la había recortado a 15 y con la posibilidad de extenderlo a seis corsos más.

Foto: Programa Carnaval Porteño del GCBA

“En medio de estas negociaciones mientras seguíamos hablando con el ministerio de Cultura de la Ciudad, el propio Jorge Macri anunció en sus redes el ajuste sobre los corsos porteños. Es todo tan absurdo, tan ridículo y triste porque nos ponen a debatir sobre los cortes de calles, y los corsos no somos un corte de calle, somos un desvío de tránsito por un evento cultural, así como cuando hay un partido de fútbol se realizan por un evento deportivo, o cuando la Ciudad organiza un desvío de tránsito por el mundial del asado sobre la avenida 9 de Julio”, agrega Fiscina.

En febrero del año pasado, Tiempo se hizo eco del reclamo de las murgas porteñas que manifestaron su preocupación y rechazo a “la suspensión de varios corsos”. En aquella ocasión, la gestión de Rodríguez Larreta recortó cuatro corsos, al mismo tiempo que los organizadores denunciaron diferentes hechos de hostigamiento a murgueros por parte de la policía porteña.

“Anunciar como un logro el recorte y censura de los carnavales porteños es el reflejo del fracaso de nuestros gobernantes y de la política. Ningún gobernante y menos en épocas de crisis puede vanagloriarse de realizar recortes en nombre de un pseudo orden. El ordenador social es el trabajo y lo único que ha realizado con esta medida es recortar trabajo”, analiza en diálogo con Tiempo Verónica Mariño, Directora General del Centro Murga ‘Los Elegidos del Dios Momo de Saavedra’.

Mariño destaca que los carnavales porteños generan miles de puestos de trabajo por año en el sector de transporte, gastronomía, industria textil, bronce, en los diferentes oficios que abarca a los confeccionistas de trajes,  artistas plásticos, entre otros.

“Las principales Ciudades de todo el mundo celebran el carnaval generando turismo, trabajo, lazos sociales y poniendo en valor sus tradiciones y expresiones artísticas sin censura. Acá nuestros gobernantes no quieren trabajar,  excusándose en desvíos de calle de dos cuadras donde a nadie se le impide llegar a su destino”, agrega Mariño.

Foto: Programa Carnaval Porteño del GCBA

Miles de puestos de trabajo afectados

No hay un número definido ni una cifra concreta del número de trabajadores y trabajadoras que ven vulnerados sus derechos y que son afectados de manera directa con la quita de trabajo. “Todavía no definimos junto a Héctor Cicero, cantante de ‘Los Viciosos de Almagro” y quien se encarga de realizar las estadísticas de cada carnaval, cuántos trabajadores quedan excluidos por el recorte de Jorge Macri, pero son miles”, agrega Mariño.

Sólo en el sector de transporte y logística son más de 400 choferes que este año verán afectados sus ingresos, y a eso deben sumarse cientos de comercios como kioscos, locales gastronómicos, almacenes, etc., más cada uno de los trabajadores del sector textil y los diferentes oficios que son parte del carnaval.

“En esta crisis que atravesamos, los gobernantes deben y tienen la obligación más que nunca de ser creativos y trabajar juntos a las instituciones intermedias de los barrios. Deben dejar de anunciar como si fuera un logro el recorte de trabajo. No solo deberían fortalecer lo ya realizado sino hacer una política en serio para fortalecerlo como sucede en todas las ciudades del mundo. El carnaval es una oportunidad  de trabajo además de una celebración cultural y tradicional. Pero lamentablemente ‘no la ven’, o más bien no quieren trabajar”, termina.