El dirigente de la UOM de Villa Constitución Alberto Piccinini, uno de los organizadores de la huelga general y rebelión popular conocida como “Villazo” que conmovió a esa ciudad santafesina y a todo el país entre finales de 1974 y principios de 1975, murió a los 79 años tras sufrir un paro cardíaco.

Piccinini, a quien sus compañeros de la militancia gremial y política solían llamar “Pichi”, exdiputado nacional y convencional constituyente para la reforma de 1994, se encontraba internado en un geriátrico como consecuencia del avance de la enfermedad neurológica de Alzheimer.

Piccinini inició su acción gremial en la fábrica de la siderúrgica Acindar y llegó encabezar la seccional Villa Constitución del gremio metalúrgico en noviembre de 1974, cuando la lista Marrón del gremio, que representaba a los sectores definidos como “combativos”, se impuso por el 65% de los votos.

La UOM de esa ciudad de Santa Fe, en el cordón industrial del Paraná, reunía a los asalariados de Acindar, Metcon (piezas de fundición para las automotrices) y Marathon (laminadora), empresas claves de lo que se llama “industria pesada” y cuyos trabajadores protagonizaron entre 1974 y hasta el golpe de Estado un proceso de asambleas con miles de participantes, medidas de fuerza y protestas que paralizó la zona y captó la atención del país.

El 20 de marzo de 1975, unos cuatro mil agentes de la policía santafesina y de la Federal, junto a patotas de la Triple A y efectivos de la Prefectura por tratarse de una ciudad lindante con el Paraná, ingresaron a Villa Constitución en un despliegue represivo que terminó con 15 trabajadores asesinados y 150 detenidos y que se profundizaría al año siguiente, con el inicio de la dictadura cívico-militar: en Acindar, la persecución de los grupos de tareas alcanzó a 100 personas, con ocho detenidos-desaparecidos.

Piccinini estuvo preso de la dictadura y el 6 de diciembre de 1982, poco tiempo después de haber sido liberado, se dirigió hasta la entrada de Acindar, se paró en el ingreso y detuvo al primer colectivo que llevaba a los obreros del turno tarde: “Los arengó y bajaron todos para detener los otros micros de la caravana, cuando llegó la policía ya era tarde”, recordó sobre aquel episodio el integrante de la CTA Victorio Paulón, que en aquella época integraba la UOM de Villa Constitución.

Tras la recuperación de la democracia, Piccinini encabezó la lista 6 de diciembre-Lista Marrón que en 1984 se impuso nuevamente en la UOM de Villa Constitución, esta vez con casi el 80% de los votos, un triunfo que permitió normalizar el sindicato y convertirlo, tiempo después, en un polo opositor contra las políticas de flexibilización laboral y reducción de derechos de los trabajadores.

Piccinini nunca ocultó su formación en el marxismo y su definición como hombre de izquierda, incursionó en el ámbito partidario al ser electo convencional constituyente por Santa Fe en 1994, se incorporó luego al Frepaso y fue candidato en varios turnos electorales. Entre 2001 y 2005 fue diputado nacional tras haber sido electo parte como parte del Partido Socialista Auténtico.

Personalidades de la política y de los medios, al igual que compañeros que lo trataron a lo largo de su trayectoria, expresaron su pesar por el fallecimiento y lo recordaron como, según palabras del diputado santafesino Carlos Del Frade, una “expresión histórica del sindicalismo combativo”.

La diputada nacional Fernanda Vallejos (Frente de Todos-Buenos Aires), entre otras voces, lo describió como “un consecuente militante contra el neoliberalismo e incansable defensor de los trabajadores” mientras que la economista Julia Strada, hija del fallecido gremialista Aldo Strada, quien también formó parte de la UOM Villa Constitución en tiempos de luchas y represión, planteó que con la muerte de Piccinini “se fue una parte de la historia”.

La economista de CEPA (Centro de Economía Política Argentina) e integrante del directorio del Banco Provincia recordó a Piccinini como el “dirigente del Villazo de 1974 y uno de los protagonistas de la recuperación sindical de 1982”.

Otras organizaciones sindicales, como el Sindicato de Prensa de Rosario, despidieron también al líder histórico de la UOM de Villa Constitución y lo definieron como “un defensor de los derechos” de la clase trabajadora y un “constructor de la recuperación de la democracia argentina”.