Cuando la voz de Nadia Larcher empezó a sonar en el circuito de la música de raíz hace ya unos cuantos años estaba claro que estaba destinada a llegar lejos. No se parecía a nadie y su canto estremecía desde las primeras notas. Pero no fue sólo ese don el que la distinguió muy pronto. La catamarqueña apostó por la construcción colectiva e integró grupos como Será Arrebol, Proyecto Pato, Triángula, Don Olimpio o el dúo que formó con Andrés Pilar. Aceptó además, con generosidad, todas las invitaciones que le hicieron a participar en proyectos de otros.
Es una intérprete colosal de la música folklórica tradicional, muchas veces comparada con Mercedes Sosa, pero también se siente cómoda en otros géneros y le gusta experimentar. Se expandió primero en todo el panorama musical argentino para contraerse en la pandemia y desde ese lugar comenzar a escuchar su propia voz interior. Esa fue la que la llevó a empezar a componer las canciones que está presentando ahora en su primer disco bajo su nombre, Trinar – La flor. Son creaciones contemporáneas, que contienen también el sonido ancestral, y que tocará en vivo el 17 de mayo en el Teatro Margarita Xirgu. Pero este es sólo el comienzo del proyecto solista de la cantora de Andalgalá, inspirado en su abuela materna, María, una pastora de cabras. En los próximos meses estará lanzando otros tres discos relacionados a Trinar – La flor.
“Siento que me tengo que hacer cargo de que todo este tiempo vine creando canciones y que las quiero cantar bajo mi nombre. Es un camino nuevo que se abre para mí y lo tengo que asumir”, explica. Larcher no componía con asiduidad hasta la pandemia. Pasó en aquel entonces de compartir con otros compañeros en el escenario a estar sola en su casa, frente a frente con la guitarra. “Si yo no la tocaba, esa guitarra no iba a sonar. Y podía haber pasado que hiciera una indagación interpretativa. Pero el adentro de la pandemia me llevó más adentro e hizo que empezaran a brotar canciones”. Esos temas se compaginaron en el ciclo de recitales casi secretos llamados “13”, que presentó a partir de 2022. “Me dio un fuego íntimo para acuñar esta idea de que podía cantar mis canciones”.
¿Y por qué no iba a poder? “Hay un debate interesante en la escena musical sobre ser intérprete o ser compositor o ser intérprete de tus propias canciones. Nos ponemos limitaciones para hacer canciones porque decimos: ya con todas las canciones que hay, ¿para qué voy a hacer más? Pero esa es una reflexión un poco superficial, después de haber atravesado este tiempo me doy cuenta que hacer canciones no es una necesidad exterior. Es una necesidad interna, es un fuego que viene de adentro”, puntualiza. “Así que abracé mi guitarra y cada vez que baja una idea le doy lugar. Detengo todo para que aparezca la canción y celebro porque es un milagro. Como una flor que te nace en el jardín o en la maceta. En ese momento estoy como una jardinera nuevita, viendo sus primeras flores y amándolas”.

El nombre del disco, que es también el de la canción que lo abre, remite a su abuela. De hecho, por eso la portada contiene una foto en primer plano de ella. “Mi madre y mi abuela forjaron una relación con los pájaros muy preciosa porque crecieron en la montaña. Tenían poco acceso a las máquinas de pasar música. Entonces la música estaba en el aire, en los pájaros, en la vegetación. Eso se fue trasladando de generación en generación y a nosotras nos enseñaron mucho a escuchar a los pájaros. Mi abuela decía que hacer música era una manera de trinar. Ella no lo explicaba, simplemente lo decía: ‘Venga, trine, hay que trinar’. No hablaba de tocar música. Para ella el verbo era trinar. Entonces cuando apareció esta obra, volví a esa magia transgeneracional. Ella con su relato nos hizo pajaritas para cantar. Y desde esa fuerza viene esta obra”. El título se completa con La flor. “Si pienso en un árbol, este disco está en la superficie, en la copa, en la flor, que después con el paso de las estaciones cae a la tierra, se vuelve tierra y vuelve a florecer”.
El Pilar de Larcher
El pianista y compositor Andrés Pilar es el productor artístico del álbum. “Cuando empecé a parar la antena y a recibir estas canciones, él fue el que me escuchó por primera vez. Y tuvo la generosidad de hacer algo que no es sencillo para un músico de su talla, que es escuchar absolutamente despojado de cualquier voluntad de accionar sobre la música. Escuchó como escuchan los niños. Eso me ayudó a tener fe. Me dio alegría que mi amigo escuchara de esa forma. Y las canciones le gustaron, honestamente. Entonces empecé a hacer más”.

En el disco participan, además de Pilar en piano, Pedro Rossi en guitarra y Fernando Silva en contrabajo y bajo fretless. Y hay numerosos invitados especiales como Mariano “Tiki” Cantero, Juan Quintero, Luna Monti, Nicolás Ibarburu, SurdelSur Ensamble, Santiago Segret, Miguel Vilca, Juan Pablo Di Leone, Ramiro Flores, Sergio Wagner y Juan Canosa. “Amigos y amigas de toda la vida”, explica Larcher, cuya participación en el proyecto se dio de manera muy orgánica. “Mucha gente le trajo amor al disco a partir de decir: ‘Sí, claro, vamos, hagámoslo’. Ojalá que la gente pueda escuchar eso porque la música independiente argentina es cooperativista y eso es re importante decirlo y mencionarlo, se hace con las ganas que le ponen los músicos y las músicas de querer que esas músicas salgan. Si no, sería imposible». Muchos de ellos estarán presentes el 17, cuando también se presentarán como primicia las canciones de la segunda parte de este trabajo, Trinar – El fruto, que se grabará a fin de año (ver recuadro).
De gira
En estos últimos meses, la cantora catamarqueña estuvo presentándose en Estados Unidos y en Europa. “Estoy comprobando cada vez que la música es un lenguaje universal, un puente y un canal que auspicia encuentros. Me permite el contacto que no me permite el no saber haber inglés o francés. Hay algo que les genera curiosidad de cómo canto. Y siempre hay una referencia directa a los maestros y las maestras que estuvieron haciendo un camino previo: (Atahualpa) Yupanqui y Mercedes (Sosa). Cada vez que decimos Argentina, aparecen ellos como los guardianes. Así que siento que voy con un resguardo y también con una responsabilidad grande”.
“Hace poquito que estoy saliendo. Son mis primeros viajes y todavía estoy entendiendo qué lugar tiene la música argentina y el folklore latinoamericano en el mundo”, añade. “Hay veces que pienso que es muy pequeño el espacio, otras veces, que hay una memoria detrás de nuestra música. Pero sin lugar a dudas lo que pienso es que quiero hacer música desde este lado del mundo. Viajar, llevar, nombrar, contar, ir a cantarle a la gente que hace mucho que no vuelve al país. Pero estar trabajando desde acá. Siento que acá están mis raíces y quiero hacerlo así porque también me parece justo. Me parece importante que no tengamos que desterritorializar tanto para poder cantar lo nuestro”.
Larcher siente que el panorama musical argentino actual es muy rico. “Todo lo que hagan mis compañeros es nutrición. Es como traer del compost tierra fértil para poder crear. Siento agradecimiento. Es la memoria cultural viva. Gracias a mis compañeros, a mis compañeras de la música que alimentan el jardín al que estamos aportando y que queremos dejar para los que vienen. Siento el panorama muy vital, muy creativo, con un altísimo nivel musical, que puede aportar una visión desde el Cono Sur, con un peso poético y una profundidad política. Estar desde acá creando con este presente musical es una fortuna”.
En un mundo convulsionado, Larcher siente que la música tiene un papel importante. “La música puede traer calma y la calma nos ayuda a detenernos, a pensar. La música trae memoria y la memoria nos ayuda a entender dónde estamos parados, quiénes somos, qué estamos haciendo, de dónde venimos”, asegura. “La música trae comunión. Cuando vamos a escuchar música, nos sentimos parte de algo, de un público, ya sea de 80 personas, de 300, de 50.000. Y esa idea de comunidad es una idea de humanidad atávica, básica. Entonces no sólo es un territorio del arte pensado como lo hace la industria: un objeto más para comercializarse. Es el lugar donde abrevan nuestras memorias, nuestras identidades, para sentirnos parte de algo que es mucho más que la individualidad: es la comunidad, la comunión, la común unión de nuestros corazones y nuestras almas. La música ayuda a que la soledad no se vuelva huraña, sino se vuelva poética. Es muy importante hoy que podamos decir desde nuestras músicas para dar espacios de remanso y que haya opciones en la música”. Por eso es también que tiene tan clara su misión. “Hacer aun cuando es tan difícil, cuando estamos en una situación económica tan compleja, es un compromiso para mí. Espero que la gente lo abrace como parte de algo que la haga sentir que puede recuperar la calma para seguir”. «
¿Cuándo?
Nadia Larcher presentará Trinar – La flor el sábado 17 de mayo a las 21 en el Teatro Margarita Xirgu, Chacabuco 875 (CABA).
Nadia Larcher – Trinar – La flor
- “Trinar”.
- “Cariño”.
- “Caminantes”.
- “Música hermana”.
- “Pájaros”.
- “Vos”.
- “Al mar”.
- “Por el agua de tu río”.
Todas las canciones compuestas por Nadia Larcher, excepto un fragmento de “La Viajerita” (Atahualpa
Yupanqui) que aparece en “Trinar”.
Un tríptico inspirado en su abuela
El disco que está presentando la catamarqueña es el primero de cuatro. Le seguirá Trinar – El fruto, un segundo volumen de canciones propias, que se grabará a fin de año. Pero también está en preparación Tinya raíz, del que ya hubo adelantos en recitales, y otro “que todavía está por caldearse”. Es una trilogía inspirada en un árbol, explica. “Siento que el árbol es mi abuela María”. Tinya raíz es el proyecto de las raíces, “lo que sostiene el árbol desde donde viene mi canto”.
Es una indagación que está haciendo junto a Manu Sija y Pablo González y la luthier Eugenia Martín. Después vendrá un disco de canciones folklóricas, “el canto de la madera”. El todo “es lo que soy, como me quiero presentar: una florcita de un árbol de tres partes que tiene memorias de la música ancestral, de la música criolla de parte de mis viejos y que tiene la indagación en la flor y en el fruto, que está en mis canciones”.
“Siento que tengo atorada una fila de canciones que necesito cantar para dejar espacio para que vengan otras. Quiero cantar la música argentina, la música de contemporáneos, la música de Latinoamérica. Pero siento que primero tengo que ofrendar esto”, asegura.

Silvia Corzo
4 May 2025 - 14:54
Nadia tiene de esas voces que hacen historia