T.R.: ¿Qué balance general hacen de los anuncios del presidente Milei en la Exposición Rural?

– No teníamos ninguna expectativa favorable en cuanto a que los anuncios tuvieran un alcance significativo para los pequeños y medianos productores. La rebaja en la soja, por ejemplo, a los que más favorece es a los grupos concentrados, los fideicomisos, los pooles de siembra, los grandes productores que van a hacer una diferencia, porque es una rebaja importante para todo lo que tiene una escala realmente muy superior.

En Argentina hay empresas, fideicomisos, que trabajan 30, 50, 70 y hasta 200 mil hectáreas de soja. Con una rebaja del 33 al 26%, en esa magnitud, hacen una diferencia económica. Además, hay que destacar que muchos de estos grupos desplazan a los pequeños productores. Con estos números van a seguir aumentando los arrendamientos y el desplazamiento. La concentración en la producción de soja, de maíz, de sorgo, va a ser va a ser todavía más feroz.

Los pequeños y medianos productores lo que realmente necesitarían es la segmentación de las retenciones. ¿Qué significa eso? Darle progresividad a un impuesto para que aquellos que menos tienen, menos porcentaje de retenciones paguen. La medida, para favorecer a los pequeños medianos productores, sería una segmentación y una quita total de la retención.

Pero las retenciones no pueden ser la única agenda del campo, del sector agrario. Ahí caemos en esto de favorecer a grupos y a corporaciones muy concentradas. Si solamente hablamos de retenciones, estamos tapando el desastre productivo que están haciendo las distintas medidas que Milei ha tomado en el sector agrario.

Lo que el Gobierno ha hecho es modificar e implementar políticas que rompen el modelo productivo tal cual lo tenemos en la Argentina, con sus aciertos y con sus defectos, pero que funcionaba y que había que mejorar, no destruir.

Si no hablamos del desguace de la ciencia y la tecnología, si no hablamos de los despidos de los profesionales del INTA, del INTI, si no hablamos de la desaparición del Instituto de la yerba mate, si no hablamos de la desaparición de la agricultura familiar, de los de los programas Pro Huerta, Cambio Rural, si no hablamos de la desaparición de la ley ovina, si no hablamos de la desaparición del fondo algodonero, si no hablamos de la importación de alimentos que está haciendo estragos este en quienes producen, generan trabajo, generan valor agregado, generan comercialización, riqueza y distribución de esa riqueza en la Argentina, que son los productores argentinos, los pequeños y medianos productores, los chacareros, los campesinos, los huerteros… Si no hablamos de toda esta agenda, estamos avalando que el campo, como lo denominan algunos entre comillas, sea solo el sector de estos grupos concentrados que cada vez van a pedir más rentabilidad y cada vez tienen más poder político y económico para presionar a los gobiernos de turno.

T.R.: Qué medidas creen que serían las apropiadas para el sector de los pequeños y medianos productores?

Nosotros planteamos una política agraria integral donde se puedan configurar todas las producciones, todos los sujetos agrarios que están en las cadenas de la producción, porque no solo está concentrada la producción primaria, sino que también está concentrada toda la cadena de los alimentos, la comercialización, la industrialización, así como están concentradas también las exportaciones, las industrias que manejan la comercialización y las góndolas se pueden contar con los dedos de una mano. Eso es lo que me parece que hay que plantear: una política pública a largo plazo, y también destacar que el libre mercado no solo está haciendo estragos para para el pequeño productor, para el sector agrario, sino también para el consumo.

En Argentina se consume menos leche, se consume menos carne de vaca, se consumen menos frutas, y todo esto es porque está debilitado el consumo interno, está debilitado el poder adquisitivo del mercado interno, y entonces los que pierden son todos los que apuestan al trabajo, a la producción nacional.

T.R.: ¿Cómo está enfrentando este momento político la Mesa Agroalimentaria Argentina? ¿Cuáles son las líneas de acción del sector?

Más allá de la acción de resistencia que podemos hacer de acá en adelante, creo que la acción más más importante que tenemos como sector es tener una agenda que avance hacia un gran frente nacional, un frente político nacional que entienda que al sector agropecuario hay que tratarlo de otra manera. Hay que tener una política pública diferenciada para para la agricultura familiar, para los pequeños y medianos chacareros, una ley agraria a largo plazo que ponga el foco en el sujeto que produce, y dejar de hablar de las cadenas de la soja, la cadena del maíz, la cadena del trigo… No porque no sean importantes, sino justamente para darle prioridad al que produce. De ahí vendrá la rentabilidad, como consecuencia de la producción, y de una política adecuada.