La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, opina que este miércoles es el momento indicado para poner a prueba el protocolo antiprotesta, pero se guarda los detalles para mantener el efecto sorpresa. La funcionaria considera, al igual que sus defensores en el PRO, que «ahora» deben recostarse en el 56% que obtuvo Javier Milei el 19 de noviembre. Ese aventón en las urnas no sólo es un punto de partida para acelerar las reformas sino para «recuperar la calle»,  aseguran también en la Casa Rosada. El momento elegido para poner a prueba esa directiva, impartida por el presidente Javier Milei, será el miércoles y por eso Bullrich trabaja contrarreloj, pero en silencio y empeñada en infundir miedo.

En la cartera de Seguridad consideran que el resultado de la apuesta del miércoles depende de dos aspectos: el despliegue de los uniformados y la comunicación que utilicen. Por eso están planificando el operativo con secretismo. Hay una táctica en desarrollo detrás de la negativa de Bullrich de aportar información al respecto. Hasta que llegue el miércoles y comiencen los momentos preliminares de la movilización que se realiza cada 20 de diciembre, Bullrich seguirá redoblando la apuesta. Para eso profundizará el esquema de comunicación que viene preparando. Al suspenso sobre el despliegue le sumará un discurso concentrado en desmovilizar a la mayor cantidad de personas para este miércoles.

El «operativo temor», como lo describen en el PRO, no depende solamente de la cartera de Seguridad, aunque su titular es la encargada de ejecutarlo. Este domingo, en una entrevista que le concedió al canal La Nación Más, Bullrich no quiso contar cómo será el operativo, pero no se privó de remarcar las amenazas veladas para quienes movilicen.

«Lo que se plantea ordenar la economía y ordenar la calle. No es nada en contra de ellos. Que piensen lo que quieran. Que hagan los actos que quieran, pero que no corten la calle», lanzó la ministra. Cuando le consultaron sobre el operativo, aprovechó la pregunta para amplificar el plan. «No lo voy a decir porque es un operativo que creemos que es importante. No queremos reprimir a nadie. Que la gente lo sepa, que la gente se quede en su trabajo, que además tiene la obligación, si trabaja en una cooperativa, de quedarse en su trabajo. Que la gente además sepa que si se la ve cortando calles, va a perder el plan», remarcó la ministra, empeñada en redoblar las amedrentaciones.

La ministra Petovello amenazó a quienes se movilicen el 20 de diciembre.

«Si no va a la calle, no lo pierde seguro, y si va, se lo identifica y lo va a perder. Sabemos que estamos pasando un mal momento, pero hay una decisión que es extirpar la inflación y eso significa que tenemos que pasar este momento difícil. Mejor tener un plan que no tenerlo. El consejo es: no salgan a manifestar porque van a perder lo que tienen», insistió Bullrich.

En la entrevista amplificó el anuncio que había hecho la semana pasada y este lunes la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, hizo su parte. Hasta ahora es Bullrich la única que tuvo autorización para protagonizar una conferencia de prensa. Su colega de Economía, Luis «Toto» Caputo, tuvo que regrabar tres veces el mensaje que tenía a cargo. Con menos correcciones, Pettovello hizo lo propio y fue más expeditiva con un mensaje de dos minutos. Se encargó de darle verosimilitud a las advertencias de Bullrich. «Todos aquellos que hayan promovido, instigado, organizado o participado de los cortes  perderán todo tipo de diálogo», aseguró la funcionaria. También anticipó que comenzarán «a auditar a todas las organizaciones que entreguen planes sociales» y remarcó que «los beneficiarios de los planes deben saber que nadie puede obligarlos a ir a una marcha con la amenaza de darle de baja al plan, motivo por el cual se suspenderá el control de presencialidad que dan las organizaciones Sociales».

Detrás del discurso de Pettovello, Bullrich acelera las definiciones. En su entorno hablan de «sorpresas», pero es una forma de no explicar que buscarán concentrarse en los principales accesos a la Ciudad y en las cabeceras ferroviarias. El añejo cerrojo policial, que hace décadas atrás buscó anular los ingresos a la capital, ahora estaría concentrado en aplicar el protocolo y enfocarse en la logística de la movilización para quitar pancartas y obturar el avance hacia la Plaza de Mayo. La primera fase estaría enfocada desde afuera hacia adentro de la Capital y la segunda en la Avenida 9 de Julio y el perímetro comprendido entre la estación ferroviaria de Once y el bajo porteño.

Pettovello le puso voz y rostro al mensaje que planificó Bullrich, con la supervisión de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. La mesa está lista para que el titular de la cartera de Interior sume su parte. Este martes al mediodía recibirá a todos los gobernadores, pero el anfitrión será el presidente Milei, que los estará esperando en la Casa Rosada. En ese vínculo también hay una negociación en pleno desarrollo que este lunes sumó una pieza clave que reclamaban los gobernadores. Opositores y oficialistas ya habían anticipado que estaban en contra del aumento de las retenciones y, en especial, de aquellas que afectaban a las economías regionales. El secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, confirmó esta tarde que daban marcha atrás con el incremento planificado. Con ese giro no tendrán agroexportadores cortando las rutas y Milei se empeñará este martes en sellar una foto de gobernabilidad. Cree que le servirá para el desafío que Bullrich lanzó para este miércoles.