El periodista y propietario de Editorial Perfil Jorge Fontevecchia y el editor general del diario Clarín Ricardo Roa pasaron un mal momento el sábado por la tarde en la 49° Feria del Libro.
Ambos periodistas y ejecutivos de dos de los principales grupos de medios de comunicación del país participaban junto al streamer Tomás Rebord de una charla en la cual Jorge Fontevecchia presentaba su libro titulado Fontevecchia vs Milei.
Allí, en el marco del día mundial por la libertad de prensa, los panelistas buscaban denunciar al gobierno de Javier Milei por los ataques a la prensa en general y en particular a los medios que forman parte de la Editorial Perfil para los que auguró su cierre a partir de la (supuesta) política de interrupción en el otorgamiento de la pauta oficial desde que asumiera este gobierno que, además, exhibió una saña particular con Jorge Fontevecchia, sumando epítetos ofensivos de todo tipo.

Ataques del Gobierno de Milei a la prensa
Los ataques a la prensa de parte del gobierno nacional exceden el recorte de los fondos para difundir acciones de gobierno. La represión que el gobierno ha desatado en general ha tenido como blanco predilecto a los trabajadores de prensa y cronistas en las coberturas de las protestas callejeras. El caso más emblemático es el de Pablo Grillo que todavía busca recuperarse de las lesiones sufridas por el impacto de una granada de gas lanzada de manera irregular por efectivos de la Gendarmería Nacional.
Es la primera vez en mi vida que me eximen de responsabilidad por asociación no sé bien cómo reaccionar. https://t.co/qpETNGSvMd
— Rebord Khan (@tomasrebord) May 4, 2025
La ofensiva contra el periodismo se ha transformado en un eje central de la estrategia política del gobierno que busca construir un relato en el cual los periodistas critican a su gobierno porque están “ensobrados”. El ministro de Economía Luis Caputo pronosticó la “desaparición del periodismo”, a la vez que el mismo presidente aseguró que la población debería “odiar más a los periodistas”.
Sin embargo, durante la conferencia en la que se puntualizaban éstas y otras críticas al gobierno nacional en su cruzada contra la libertad de expresión, irrumpió la voz de los trabajadores de prensa que, lejos de mostrar indulgencia con Jorge Fontevecchia, lo colocaron junto con Ricardo Roa en la vereda de los que, día a día, coartan la libertad de expresión. La denuncia se enfocó, en particular en las condiciones laborales que imponen sobre sus propios trabajadores y, por ese motivo, aclararon «no es con vos Rebord».

Entre los poco más de un centenar de personas que conformaban la audiencia, en el momento habilitado a las preguntas del público, se alzó la voz de un trabajador de prensa que, visiblemente enojado, les dijo “para hacer periodismo de verdad no podemos tener sueldos de hambre”. Es que, aclaró, “estamos con salarios de 520 mil pesos, la mitad de una canasta básica. Están hambreando al periodismo. Necesitamos que vayan a firmar la paritaria como corresponde”.
La denuncia coincide con el reclamo del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) que, en el marco de la discusión paritaria de la rama prensa escrita, declaró el estado de emergencia salarial. Para los trabajadores de prensa existe un intento deliberado de las patronales de fragmentar la negociación paritaria única conquistada en 2013 a partir de un fuerte proceso de movilización gestado desde los delegados de base del gremio en momentos en los que, la representación sindical estaba en manos de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) que se vio desbordada por el reclamo y la acción de los trabajadores y delegados de base.
Es que, denuncian los representantes gremiales, en la actualidad las mismas empresas que conceden algunos aumentos unilaterales para sus los trabajadores en sus propias empresas, se niegan a replicarlos en la negociación general que abarca a todo el gremio.
De este modo el salario bruto de la categoría testigo de redactor se ubica desde enero de 2025 en los $520.919 que, de bolsillo, representan $427.153. Se trata de un valor que no alcanza para sostener el valor de la canasta básica alimentaria que establece el nivel de la indigencia para una familia de dos adultos y dos menores.
Con esos salarios, que efectivamente se perciben en todos los medios de la Ciudad de Buenos Aires, los trabajadores de prensa están obligados a recurrir al pluriempleo desdoblándose en dos, tres y hasta cinco empleos para poder garantizar un ingreso que les permita superar la línea de pobreza hoy en $1.100.266.
La libertad de expresión y, del otro lado, el derecho a la información de la ciudadanía, en estas condiciones se encuentra seriamente cuestionada.
Es que el deterioro del salario de los trabajadores de prensa ha sido acelerado y acumula desde abril de 2016 una pérdida de su poder adquisitivo del 66,5%. Entonces la categoría de redactor superaba el valor de la canasta básica total en un 16% mientras que hora se encuentra un 59% por debajo. Para recuperar el mismo poder adquisitivo de nueve años atrás, el haber testigo hoy en $427.154 netos debería situarse en $1.276.309.