El interés de las gestiones macristas por los terrenos de Costanera Norte es de larga data. En lo que parece un nuevo intento por avanzar sobre la zona lindera a Parque Norte, el Gobierno de la Ciudad confirmó que desalojará los programas recreativos de Puerto Pibes. La versión oficial es que seguirán en el sur capitalino. Pero las y los trabajadores dudan de su continuidad. El lugar está a metros de una escuela a la que asisten chicos y chicas del Barrio Carlos Mugica y que ya sufrió varios intentos de traslado en pos de negociados inmobiliarios.

Puerto Pibes depende del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad. Fue creado como un albergue de turismo social para niñas, niños, adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad y luego creció con la incorporación de actividades vinculadas a la recreación, capacitación y educación ambiental. Allí funciona, por ejemplo, el programa Recreación Comunitaria, dependiente de la Dirección de Infancias y Adolescencias.

A medida que comenzó a circular información sobre el inminente cierre de Puerto Pibes, desde el Ministerio de Desarrollo Humano emitieron un comunicado para aclarar que el predio “no es propiedad del Gobierno de la Ciudad, sino que es del Sindicato de Empleados de Comercio. Desde el mes de octubre comenzaron las conversaciones para la relocalización de las actividades. En el mes de diciembre, con la firma de un convenio marco entre el Sindicato y GCBA, se aceptó darle un nuevo uso al predio”.

Mediante ese mensaje, la gestión de Jorge Macri aseguró que “ningún programa se va a discontinuar” sino que se trasladarán al Parque de la Ciudad o al Parque Roca. De acuerdo a esa versión, “hace 15 días el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat notificó a los trabajadores que prestan servicios en Puerto Pibes que su lugar de trabajo se encuentra, como siempre, en las oficinas del MDHyH. En cuanto se determine de forma definitiva la relocalización de las actividades que se desarrollaban en Puerto Pibes serán reasignados nuevamente al efector correspondiente”.

“Es un cierre virtualmente”

Entre trabajadores y trabajadoras, sin embargo, reina la preocupación. “Ceden el predio al Sindicato de Comercio, que es legalmente el dueño, pero había una cláusula para que funcionen esos programas, donde también hay una escuela. Eso no se podía mudar salvo que fuera a un espacio de iguales o mejores condiciones. Eso no está pasando”, alertó una trabajadora en diálogo con Tiempo. “Nos dijeron que empezamos a trabajar en otro lado desde el 4 de marzo. Es un cierre virtualmente”.

En marzo, de hecho, debían ponerse en marcha varios de los cursos que se dictan en Puerto Pibes. La indefinición en torno al traslado los pone en duda. Sólo en el área de Recreación Comunitaria la situación afecta a una veintena de trabajadores y trabajadoras, y pone en un limbo a programas como el Curso de líderes recreativos comunitarios, el Espacio de Recreación Ambiental, la Propuesta de Recreación Ambiental para escuelas públicas -que recibe contingentes de nivel primario o inicial: el último año pasaron 1700 niñes-, las convivencias para escuelas secundarias y las capacitaciones para equipos de profesionales que trabajan con infancias y adolescencias.

Desde Recreación Comunitaria organizaron un festival para este sábado (de 16 a 19), con la consigna “no al cierre de Puerto Pibes” y “en la defensa de este maravilloso espacio, donde hace 35 años trabajamos para garantizar los derechos de infancias y adolescencias”.

Pedido de informes

La preocupación de especialistas en recreación llegó este miércoles a la Legislatura porteña. Fueron recibidos por diputados y recordaron que no es la primera vez que peligra su funcionamiento en ese predio de Costanera Norte: en 2009, el entonces jefe de Gobierno Mauricio Macri pretendía instalar allí las oficinas de la ex Policía Metropolitana.

“En 2009 también nos quisieron sacar del espacio que hoy estamos defendiendo nuevamente y que es el lugar donde pibes y pibas tienen el derecho a la recreación”, dijo durante el encuentro Pablo Urzul, coordinador de uno de los programas de Puerto Pibes, según consignó Télam.

Alejandro Agazzi, del programa de Turismo Social, contó que en los últimos días recibieron la notificación que debían irse y “dejar el complejo” ubicado en la Costanera norte y que la medida refleja “una situación preocupante porque no está claro qué es lo que pretenden hacer en el predio, pero tampoco se sabe qué va a pasar con los programas”.

El arco opositor de la Legislatura elevó un pedido de informes al Ejecutivo local para conocer “el motivo por el que se dispone el traslado del complejo Puerto Pibes de su ubicación actual en la avenida Cantilo y La Pampa” y el uso que “tiene previsto darle” al predio.

“Mediante una mesa de trabajo sobre niñeces coordinada por nuestra compañera Maru Bielli trabajamos en el reclamo frente al intento de cierre por parte del Gobierno de la Ciudad encabezado por Jorge Macri”, escribió en X el Diputado por el Frente de Todos Juan Pablo O’Dezaille.

La pelea de una escuela

Junto a Puerto Pibes funciona la Escuela 11 del DE 10 “Indira Gandhi”, una primaria pública a la que asisten chicos y chicas de la Villa 31, donde también hay un jardín de infantes. Desde que nació, lidió con los intentos del Gobierno de la Ciudad por quedarse con esa porción de la Costanera Norte. Los últimos no fueron lejanos: los hubo en 2021 y 2022.

En agosto de 2021 se produjo un violento desalojo en la zona de la Villa 31 conocida como La Containera. Se sacó del lugar por la fuerza a familias encabezadas en su mayoría por mujeres, tras una toma de tres meses en reclamo de viviendas. Una de las versiones que circuló por entonces sobre el destino que el Gobierno de la Ciudad pretendía darle a ese espacio vaciado a palazos era que allí se mudaría la Escuela Indira. Fueron las familias de esa comunidad educativa las que visibilizaron el tema y alertaron que una mudanza al interior del barrio implicaría para sus chicos y chicas perder entre otras cosas el proyecto de huerta y el acceso a un espacio verde del que no disponen en otra parte.

Esa posibilidad reflotó en los primeros meses de 2022, a medida que avanzaba el proyecto del Ejecutivo porteño de crear el Distrito Joven en ese codiciado rincón de la ciudad. La intención del macrismo, desde hace años, es promover allí un polo de entretenimiento y gastronomía, a partir de reconcesionar los espacios que dan al río en el tramo que va desde Punta Salguero hacia el norte, pasando Aeroparque. Fueron privatizados en los ’90 durante los gobiernos de Carlos Menem en Nación y Carlos Grosso en Capital. Pero por una cláusula específica Puerto Pibes y la Escuela Indira Gandhi, ubicados en medio de todo el corredor, debían seguir funcionando. Eso es lo que se pone en duda a partir de la nueva avanzada sobre estas tierras.

Desde la cooperadora de la Escuela Indira indicaron a este medio que “por el momento, nadie dice nada” sobre qué pasaría con el establecimiento ante el traslado inminente de Puerto Pibes. Sin embargo, alguien que pertenece a la comunidad educativa alertó por situaciones que ya se dieron en los intentos previos de desalojo, como la reducción de la matrícula de la escuela, dejando lugares sin ocupar pese a los reclamos por vacantes que existen históricamente en el distrito, sobre todo en nivel inicial: “Están haciendo un trabajo de hormiga por detrás. Así empiezan cerrando salas y después escuelas”.