El 4 de marzo de 2024 los edificios de la Agencia Télam amanecieron vallados. Ese día, también fueron bloqueadas sus páginas web y fueron dispensados sus cientos de trabajadores. El gobierno del presidente Javier Milei imponía el apagón mediático de la agencia estatal. Un año después, las consecuencias saltan a la vista. Menos información, más silenciamiento. Una sociedad desinformada, en un país menos democrático.

Un año sin Télam: menos información y más silenciamiento

Sintetizar los logros periodísticos de Télam, creada el 14 de abril de 1945 por decisión de Juan Domingo Perón, es una tarea tan inabarcable que obliga a romper una de las pautas del trabajo en la agencia pública y nacional: “Todo copete -comienzo de una nota- debe tener un máximo de cinco líneas”, indica el manual de estilo.

Es una licencia, un modo de homenajear a los trabajadores y las trabajadoras que atraviesan este aniversario doloroso, luego del largo acampe y una resistencia activa e informativa a través del portal Somos Télam como estrategia -profesional, política y gremial- para revertir el apagón dispuesto por el gobierno ultraderechista.

La presencia de Télam en todo el territorio nacional -27 corresponsalías fijas en provincias con más de 50 trabajadores de prensa- marcó un diferencial en sus casi ocho décadas de vida. «Defender a Télam no es solo defender la pluralidad de voces, el valor de las empresas públicas y los puestos de trabajos sino la soberanía informativa que necesita nuestra patria”, evaluaba Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y trabajadora de la agencia, en una nota publicada por Tiempo en abril pasado.

Un año sin Télam: menos información y más silenciamiento

Argentina asiste por primera vez en 40 años de democracia al apagón informativo de su agencia de noticias pública. Milei sigue atacando al periodismo. La lucha continúa.