La tercera citación fue la vencida y Marcelo D’Alessandro, ex ministro de Seguridad y Justicia del gobierno porteño, se presentó este martes en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. Tras la derrota de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO, el ex funcionario prestó testimonio ante los legisladores que investigan el tráfico de influencias al momento de determinar varias sentencias judiciales y la vinculación de la Corte Suprema de Justicia con Juntos por el Cambio en dos casos concretos: coparticipación y Consejo de la Magistratura.

D’Alessandro había sido convocado el pasado 1 de agosto, día en el que concurrió Silvio Robles, el director de la vocalía de Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema. Luego, el oficialismo aprobó con su mayoría citarlo bajo apercibimiento y darle la intervención a un juez competente para que el ex funcionario del Gobierno porteño comparezca ante los diputados.

En ese marco, el ex funcionario evitó responder si conoce a Robles y afirmó que los chats filtrados fueron “una operación de inteligencia”. Al igual que lo hizo Robles, esquivó preguntas de los diputados del oficialismo amparándose en el artículo 18 de la Constitución Nacional.

Asimismo, señaló: “La justicia se manifestó. Acá no estamos hablando de filtraciones sino de una operación de inteligencia, donde no es una presunción sino que ya hay mucha información de diferentes pericias que se han realizado y personas detenidas que confesaron que fueron contratadas para realizar estas tareas”, aclaró el ex funcionario de Larreta.

“La utilización de eso no solo resulta nula sino que puede caer en la comisión de otro delito como la calumnia o injuria con lo cual me parece que el tema de los supuestos chats ya lo saldó la justicia. Acá surgió una página de internet, no la pericia de un teléfono. Invalida las supuestas conversaciones que dieron origen a estas denuncias, agregó.

En ese punto, respecto a las filtraciones de chats entre él y Robles, manifestó: “Al tomar posesión del teléfono se puede alterar, editar o modificar los mensajes. Lo que se vio no fue una filtración, fue una operación de inteligencia”.

Por otro lado, ante la consulta de la diputada del Frente de Todos, Vanesa Siley, sobre por qué renunció al cargo que tenía en el gobierno porteño, D’Alessandro respondió: “Renuncié a mi cargo por motivos personales. No me valgo de ningún fuero ni de ningún cargo para defenderme de acusaciones”.

Por otro lado, negó que en algún momento se le haya asignado un “rol político” en las causas de coparticipación y Consejo de la Magistratura. “Bajo ningún punto de vista, el rol estaba más abocado a la seguridad”, señaló y negó haber tenido relación, sobre todo, con la del Consejo. En cuanto a la de coparticipación, contó: “Me preguntaban en función de generar criterios técnicos para tratar de cuantificar el traspaso” de la Policía Federal.

El funcionario testificó en el marco de la investigación de la causa por mal desempeño contra los jueces de la Corte Suprema por el fallo de coparticipación en favor de la Ciudad de Buenos Aires, también fueron citados Gabriel María Astarloa, procurador General de la Ciudad. En el caso de Miguel Federico De Lorenzo, de la Secretaría de Jurisprudencia del máximo tribunal, volvió a pegar el faltazo.

El fallo de la coparticipación fue el disparador del juicio político impulsado por el presidente Alberto Fernández, apoyado por un grupo de gobernadores y presentado a través de un proyecto por el diputado Eduardo Valdés. A la comisión le queda pendiente la realización de un careo con el ex secretario de Administración de la Corte, Héctor Marchi, quien en su paso por el Congreso apuntó a la mano derecha de Rosatti por  amenazas a su persona.

También la respuesta de los ministros de la Corte Suprema para que le levanten a Robles la supuesta reserva que le impediría abundar sobre cuestiones del máximo tribunal, normativa que utilizó para no responder peguntas amparándose en el artículo 8, inciso b, del reglamento de la justicia nacional.