“¿Cuántos años tengo?”, se preguntaba Raquel Forner en 1961. Tenía 59 años, pero – contaba en la entrevista- la pintura le había brindado el don de abstraerse de ese dato. El lienzo en blanco la transformaba. En un estado de plenitud total, entre la sorpresa y el descubrimiento, como una nena curiosa, una vieja sabia o una mujer sin edad ni tiempo, Raquel se disponía a trascenderse a sí misma en un viaje espacial por otros universos. 

Tenía 55 años cuando la Unión Soviética lanzó el primer satélite artificial Sputnik. Por primera vez, la humanidad lograba poner en el espacio una especie de pelota de aluminio para avanzar en la exploración extraterrestre. En el mundo esto impulsó, ya sabemos, una competencia feroz entre Estados Unidos y la URSS por la conquista del espacio. En Raquel, se abrió un nuevo horizonte artístico, con dinosaurios extraterrestres y astronautas mutantes.

Lanzar satélites, llegar a la luna, tener contacto con supuestos seres de otro planeta, toda esa expansión de lo imaginable se puede ver en las piezas de la última etapa de la artista argentina. A grandes rasgos, su obra abarca cuatro períodos entre los que se cuenta uno anterior, que va de 1938 a 1950, donde lo más preponderante es la preocupación por la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Pero a partir del lanzamiento de Sputnik, sus pinturas toman un cierto halo de esperanza: tal vez haya futuro para la humanidad, después de todo. Sin olvidar el horror de la guerra, sin dejar de lado cierta ansiedad o cautela por lo que podrían deparar estas exploraciones al universo, toda la serie espacial tiene la frescura de alguien que está descubriendo con fascinación algo por primera vez.

Foto: Prensa Bellas Artes

Desde el año pasado tiene lugar una exposición temporaria de 70 obras de este “Ciclo espacial” en el Museo Nacional de Bellas Artes. Y a eso se le sumó, en este verano, un recorrido destinado especialmente para las infancias. “Les proponemos a las chicas y los chicos hacer un recorrido por toda la muestra y ver la propuesta que generó Raquel desde el momento en que se enteró de que el ser humano estaba explorando el espacio. Es una invitación a que las infancias se imaginen y construyan mundos posibles, como lo hizo Raquel. Hacemos un recorrido por la sala y por la propuesta de la artista, que se imaginó cómo va a ser dentro de cientos de años la vida en el espacio. Entonces, está desde el astronauta que viaja y toma contacto con los astroseres, hasta dinosaurios que habitan en el espacio, seres que son del pasado, pero están en el futuro. Presenta la luna, los astronautas, la disputa de los astronautas por las piedras. Hay piedras que ella intervenía y pintaba cuando pasaba sus vacaciones en Miramar, que también están exhibidas. Ella jugaba a mundos posibles fuera de nuestro mundo. Todo está planteado como una posible aventura”, cuenta a Tiempo Pablo Hofman, organizador de la actividad junto a Inés Alvarado y Gisela Witten. Al final del recorrido, que está destinado a un público que va de los cinco a los diez años, los chicos y chicas pueden realizar una actividad especial para dibujar con material que provee el museo.

Foto: Prensa Bellas Artes

No es la única actividad que ofrece el Bellas Artes para las infancias en el verano. “Sueño de una tarde en el museo” es una propuesta narrativa a cargo de Roxana Pruzan y que tiene desarrollo en las salas de arte del siglo XX, con obras de Alechinsky, Berni, Petorutti y Anganuzzi. A través de esas obras Pruzan cuenta historias con títeres. La leyenda del Coquena (anónimo), “La planta de Bartolo” de Laura Devetach, “Azul” de Graciela Cabal y “La casa más abrigada del mundo” de Graciela Montes, son algunas de las historias que se van entrelazando con las obras.

Foto: Prensa Bellas Artes

Con entrada gratuita, las actividades tienen lugar en el Museo de Bellas Artes (Av. Del Libertador 1473, CABA). “Sueño de una tarde en el museo” puede visitarte los días sábados 4 y 18, y domingos 5 y 19 de febrero a las 17 horas. “Misión espacial: Forner” se puede visitar durante enero los días martes 31, sábado 28 y domingo 29 a las 17 horas. Y durante el mes de febrero, la actividad tendrá lugar los martes 7 y 14; sábados 11 y 25; domingos 12 y 26, a las 17 horas.