Con mesas de lectura, paneles temáticos, invitados especiales, una feria y música en vivo, llega el 2 y 3 de noviembre al Centro Cultural Paco Urondo el X Encuentro Nacional de Escritura en la Cárcel.

Pasan los días y el tiempo se demora. ¿Cuánto puede esperar un cuerpo? La vida en la cárcel transcurre así, bajo el efecto implacable del reloj. Ya se dijo muchas veces: en el sistema penitenciario actual, la pérdida de la libertad no se limita a la movilidad ambulatoria.

Por supuesto, como siempre, hay estrategias. Un ejemplo luminoso: en el 2018, una mujer interrumpió el control del sistema carcelario con la lectura de un poema. Después de su detención, comenzó a estudiar Letras en el Centro Universitario de Ezeiza (CUE), que depende de la UBA. Anualmente, son casi 600 las personas que pasan por el programa que dicta la carrera de Letras y talleres extracurriculares en el Centro Universitario de Devoto (CUD) y en el CUE, en las unidades I y IV de Ezeiza.

“La lectura de un poema en el marco de una situación tensa con el servicio penitenciario es una respuesta a través de la literatura y la educación; disputa un sentido punitivo, funciona a contrapelo de lo que la cárcel busca, del propósito represivo que tiene el sistema penal”, dice a Tiempo Cynthia Bustelo, una de las coordinadoras del programa y organizadora del X Encuentro Nacional de Escritura en la Cárcel (ENEC). Este evento, que tiene lugar hace diez años, busca ser “un espacio de reunión y debate sobre la palabra escrita y las lenguas, políticas y acciones que atraviesan el encarcelamiento”.

El origen de los encuentros de escritura

Desde el comienzo, el ENEC condensa los sentidos que hacen a la práctica cotidiana del programa. “Uno de ellos es el poder transformador de la palabra; aunque todo parezca quieto, la palabra mueve el mundo, arma trama. Es un saber que se va creando colectivamente en los distintos espacios de escritura que compartimos en los centros universitarios de las cárceles. La palabra permite, por ejemplo, lograr que un colectivo de personas se quede escuchando un poema más de la cuenta, más de lo que se podía. Y quizá sea una estrategia, una “astucia” de estudiante para que el tiempo pase de otra manera», apuntó Bustelo.

«También es una forma de leer el mundo, de decir la palabra propia, como decía Freire, y de que la palabra tenga un peso, un lugar específico. Hay un lugar para la escucha y también hay un lugar para la escritura, y hay un lugar para ‘pararse de manos con las palabras’, como dice una de las estudiantes”, continuó.

escritura

Además de estos talleres, el Programa de Extensión en Cárceles brinda talleres de edición, en donde los estudiantes producen revistas y libros a partir de sus propios textos. “Pensamos la invitación a escribir y publicar como gesto de resistencia. No como una exigencia académica sino como reparación de un derecho, como una forma de reinventar el mundo. Los estudiantes se leen entre sí y eso inspira a escribir más textos. Pensamos a la escritura como una práctica en comunidad que crea comunidad, se va tejiendo en las historias singulares y en las historias colectivas», dijo.

«Son gestos de resistencia y de supervivencia, que también son parte de los Encuentros de Escritura en la Cárcel”, dice. Como todos los años, en el evento habrá una mesa de publicaciones para que el público pueda ver y adquirir las producciones de las escritoras y escritoras que forman parte de los talleres.

Una de las particularidades del ENEC de este año es que, además de cumplir una cifra redonda (diez años), se da en el marco del aniversario de la democracia. Por eso, el 2 de noviembre luego de la apertura (a las 12:30 horas), a cargo de Ricardo Manetti, decano de la Facultad de Filosofía y Letras, tendrá lugar la mesa “Nos siguen pegando abajo (40 años de democracia)”, en donde distintos referentes, académicos y cooperativistas reflexionarán sobre el pasado y el presente de los Derechos Humanos en las cárceles de Argentina. 

escritura en la cárcel

“En este contexto tan particular, el ENEC se posiciona, siempre vamos a celebrar y a defender el sistema democrático. Nuestro trabajo parte de la lucha y la resistencia. Es trabajo forzoso, inspiración, creatividad, proyecto colectivo, responsabilidad y militancia. Para celebrar todo eso nos encontramos”, concluye Bustelo.

La cita es el jueves 2, de 12 a 19, y el viernes 3, de 13 a 19 horas en el Centro Cultural Paco Urondo, 25 de mayo 201, CABA. Para el cierre habrá brindis y música en vivo. Con inscripción previa