En Cancillería Argentina, se inauguró este viernes «Malvinas es porque está», la muestra que forma parte de la Agenda Nacional Malvinas 40 años.

El grupo América en colores, organizador de la muestra, constituye un proyecto artístico formado por Analía Romero y Nicolás Ramón Boschi, egresados de las Escuelas Nacionales de Bellas Artes y docentes en la ESEA Lola Mora, que combinan viajes por el continente y pinturas de sus diferentes paisajes y culturas. En este caso, la inspiración no llegó a través de un viaje sino de una convocatoria, en 2014, para participar, junto a otros 16 artistas, en “Paisaje Palabra” (http://paisajepalabra.unla.edu.ar ), un proyecto del Observatorio Malvinas de la Universidad Nacional de Lanús, para crear una muestra  que tomar como punto de partida las coordenadas específicas del paisaje malvinense, apuntando a apropiarse y recuperar ese paisaje. Previamente, un grupo de filmación del Observatorio estuvo en Malvinas y marcó 18 sitios históricos de la isla Soledad para que los artistas tuvieran material fílmico y fotográfico para realizar sus obras.

A partir de ese momento, Malvinas se convirtió en una causa propia para América en colores, sumando a lo largo de los años nuevas obras a la que había sido generada para esa primera convocatoria.  “Muchas veces la Causa Malvinas se reduce al episodio de la guerra, que es sin duda muy importante pero no es el único. Existe un antes y un después, una historia, una geografía, recursos naturales, héroes y heroínas conocidas y desconocidas, a los que solo se puede acceder abriendo el relato a una mirada más amplia, y eso es lo que nos propusimos con las obras y, ahora, con la muestra”, señaló Nicolás Ramón Boschi.

Varias de las imágenes  expuestas están creadas a partir de una técnica milenaria llamada encáustica, que consiste en la pintura a base de cera virgen de abejas. Fue utilizada por los egipcios para sus policromías y más tarde redescubierta por los muralistas mexicanos. En 2015, América en colores realizó la primera muestra en el país con esa técnica, que le fue transmitida a través del escultor Antonio Pujia, quien fuera su maestro y amigo. 

La muestra consta de 12 obras, 5 de ellas son encáustica, mientras que entre las restantes hay  acrílicos, óleos y algunas talladas en madera. Malvinas, cartografía de nuestros sueños, Flores en el mar, Enfermeras de Malvinas, El nacimiento: Malvina Vernet, Los cóndores, la recuperación simbólica de Malvinas, La carta del maestro, Miguel Fitzgerald y Barrilete cósmico, son solo algunas de las obras a través de las cuales América en colores se adentró en una historia más amplia y muchas veces desconocida, para desentrañar la causa Malvinas.

Cada una de las obras está acompañada por un texto documental, que justamente apunta a dar un contexto, una historia y un por qué para cada una de esas imágenes artísticas. Uno de los cuadros cuenta la historia de los familiares de los combatientes, que intentaron llegar a las islas en 1983; otro refleja el nacimiento de Malvina Vernet, hija del gobernador y primera mujer nacida en las islas; en otro se ve a María la grande, primera cacica tehuelche que intercambió con dicho territorio; y en otro se da cuenta de la misión de 1966 para recuperar simbólicamente las islas, además del registro de otros acontecimientos.

Ernesto Dufour dice en el texto curatorial: “En la muestra el paisaje malvinero aparece no como un mero ambiente o marco escenográfico sino como una fenomenal cosmogonía cultural a partir de la cual se despliega el estar y el ser en la parte más austral del continente americano. Legado, lucha, autoafirmación y redención como un todo sedimentado en ese “lejano sur adonde vamos” en pleno movimiento. Malvinas, en tanto símbolo, desborda todo territorio que -sin embargo- sólo es inteligible a través de él.”,

Además de autoridades de Cancillería en la inauguración de Malvinas es porque está estarán presentes  el director de Asunto Malvinas, Guillermo Carmona; directivos de Observatorio Malvinas, como César Trejo; una de las enfermeras que estuvo en la Guerra y fue retratada en un cuadro y mural (Alicia Mabel Reinoso; uno de los miembros que estuvo en Operación Cóndor  y veteranos de Lanús y Avellaneda y la madre del soldado Julio Cao, el maestro de Laferrere fue como voluntario a combatir en la guerra de Malvinas, esto no le resultó nada fácil porque se encontraba junto a su mujer esperando el nacimiento de su hija, sus compañeros y su familia trataron de convencerlo de quedarse en el continente, pero su respuesta fue categórica: «No mamá, yo voy igual. No podría jamás sentarme en un escritorio frente a mis alumnos y hablarles de San Martín y Belgrano, si hoy el maestro se esconde bajo la cama.” Julio nunca conoció a su hija porque dejo su vida en combate. Desde Malvinas escribió una carta para sus alumnos que comienza diciendo: “A mis queridos alumnos de 3ro D:No hemos tenido tiempo para despedirnos y eso me ha tenido preocupado muchas noches aquí en Malvinas, donde me encuentro cumpliendo mi labor de soldado: Defender la Bandera.

Malvinas es porque está se puede vistiar del 8 al 29 de abril, de 10 a 16 , con entrada gratuita, en Cancillería Argentina (Esmeralda 1212, CABA). Cierre: viernes 29 a las 19.

Mural en Avellaneda

La muestra en Cancillería es una de las acciones que está llevando a cabo América en colores en relación a la causa Malvinas, a 40 años de la guerra. Además de eso,se  está pintando un mural llamado Enfermeras de Malvinas, en homenaje a las que dieron todo durante la guerra. Se encuentra en Avenida Mujeres Argentinas y Avenida Mitre (Avellaneda) una esquina muy transitada de la zona. Es una obra realizada al acrílico directo, de 17 metros de ancho por 7 metros de alto.

Analía  Romero, señaló: “Ellas estuvieron en la guerra y realizaron una labor fundamental, le pusieron el cuerpo, el corazón y el conocimiento. Le pusieron coraje, valor y amor a la tarea que desarrollaron, fueron enfermeras, madres, mensajeras… fueron y son heroínas. Avanzaron contra viento y marea, avanzaron contra la invisibilización, supieron alzar con orgullo nuestra bandera y soberanía. Por ello creemos que la obra debe ser pública para continuar visibilizado a las mujeres de Malvinas·