Que una crónica periodística se convierta en obra teatral es algo poco frecuente. Menos frecuente aún es que su autor, dedicado al periodismo, se convierta en actor para enfrentar el desafío de representarse a sí mismo.

Sin embargo, ambas cosas sucedieron. En 2021, la crónica fue obra teatral y Bianchini cambió temporalmente  su rol periodístico por el rol de protagonista de su propia crónica.  La aventura fue exitosa y hoy se repite con nuevo elenco y en otro teatro los días 23 y 30 de este mes. Se suman María Zubiri y Mariano Bassi

Originalmente, «Antártida: donde el tiempo no pasa» fue un texto de Bianchini con el que ganó la beca Michael Jacobs de crónica viajera 2016, otorgada por la Fundación Hay Festival de Colombia y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). Fue publicada por Tusquets como Antártida. 25 días encerrados en el hielo. Con el Premio Estímulo a la creación y producción de artes escénicas CTBA – Banco Ciudad 2020-2021 se convirtió en obra teatral y más tarde fue declarada de interés cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación.

Foto: Prensa

En el momento de su estreno, Bianchini le decía a Tiempo Argentino: “De entrada aclaré que lo mío no iba a ser un intento de aprender cómo actuar de acá a que se presente la obra. Analía, que va a dirigir la obra, lo tuvo claro desde el principio y me señaló que mi rol es otro, es ser el periodista que fue a la Antártida y trata de entender cómo funciona ese mundo. Lo que voy a hacer es eso, ser un periodista entre actores y actrices. Conocer las propias limitaciones es importante.”

Hoy, luego de la experiencia de haber pasado por el escenario, su balance es sumamente positivo y lo lleva a reflexionar sobre las diferencias entre ser un periodista dedicado a la crónica y subirse a un escenario.  “Puedo decirte –afirma- que es como un descubrimiento. La obra la volvimos a hacer hace poco en el Haroldo Conti. Hubo cambios en el elenco. Me sorprenden mucho los actores.  Son profesionales del juego que se concentran para jugar a ser otros. Uno a veces no se permite jugar y el espacio teatral es un juego enorme con reglas muy definidas, al que hay que dedicarle mucho  y que exige mucha rigurosidad. Cuando uno escribe, algo queda, hay una materialidad. En cambio, en el teatro, hay algo que desaparece y ya no está más. Por eso son tan entretenidas las funciones y me divierto tanto con ellas, porque lo que pasa cada vez es único, distinto. “

Y agrega: “Julián Pucheta, que acaba de ganar  un Premio Hugo y que tiene una gran trayectoria, me decía que una de las cosas más divertidas del teatro es ésa, ver qué va pasar en cada función. Nos divertimos mucho arriba del escenario porque alguien dice algo que no estaba pautado y entonces nos reímos. En este sentido, me gusta ver cómo cambia lo que está escrito. Cuando uno escribe, más allá de los comentarios posteriores del editor, de las idas y vueltas, de las correcciones y demás, hay un texto en el papel. En cambio, en el teatro, de acuerdo con la interpretación que haga el actor o la actriz, lo que está escrito se modifica. Lo que uno puso con un sentido puede tomar otro totalmente distinto  y con un agregado que uno no había pensado puede tomar una potencia mucho mayor que la que tenía. Ahí se manifiesta el poder de lo colectivo, lo que uno escribe se va transformando en otra cosa.”

“Cuando uno está  en el escenario –reflexiona-, está jugando concentrado, pero percibe como flashes del público sobre lo que está sucediendo en ese presente continuo. Es una obra que tiene partes muy graciosas, si bien trata temas que no lo son, porque tienen que ver con la soledad, con los vínculos que se dan en lugar agreste, inhóspito, en que la gente está alejada de su familia, de sus afectos. ”  

Bianchini estuvo 25 días “encerrado en el hielo”. Pasó de ese aislamiento a la soledad de su escritorio para construir un relato con los elementos recabados en esa experiencia. Pero de pronto, dejó su tarea que es necesariamente solitaria  para integrarse a un grupo. Se trata de una experiencia singular y, sin duda, enriquecedora, que lo acerca a una forma diferente de transmitir una experiencia como visitar la Antártida que de por sí es bastante inusual. Las tierra heladas, como se ve, también son fértiles. De ella nacen, como en este caso,  brotes inesperados.

Antártida puede verse los días 23 y 30 de octubre a las 20 en  Hasta Trilce, Maza 177, CABA. Entradas en Alternativa Teatral, www.alternativateatral.com/obra76010-antartida.

Ficha Artístico-Técnica:

Dramaturgia: Federico Bianchini y Analía Fedra García

Elenco por orden de aparición:

Julián Pucheta (Zabaleta)

Mariano Bassi (Torres)

María Zubiri (Ema Miloni)

Federico Bianchini (Franco Berardi)

Diseño de escenografía: Marcelo Valiente

Realización de escenografía: Marcelo Valiente y Guadalupe Borrajo.

Diseño de luces: Marco Pastorino

Diseño de vestuario: Rosario Díaz

Diseño gráfico: Laura Rovito

Música original: Miguel Ángel Pesce

Asistencia general y producción: Christian de Miguel

Dirección: Analía Fedra García