A diferencia de otras muestras inmersivas, ésta referida a Frida Kahlo no sólo permite sumergirse en sus obras, sino también en su vida signada prematuramente por el dolor de un accidente que la obligó a entablar una lucha continua con su cuerpo y que se ha reflejado en su producción artística.  

Así lo confirma su directora artística de la exposición, Carla Prat, quien dice: “Creo que lo que diferencia esta muestra de otras muestras inmersivas es que nosotros buscamos darle voz a Frida y, además, hacemos una reinterpretación de su obra. El espectador no se va encontrar solo con un pase de imágenes, sino con una experiencia a partir de su pintura y su escritura, porque la obra de Frida también está en su diario, dado que era una gran poetisa. Además, su vida  para mí también es su obra porque en su caso es muy difícil separar ambas cosas. Por eso digo que lo que hacemos es una reinterpretación de su trabajo e invitamos al visitante a entrar a su universo creativo y a vivirlo de una manera muy emocional, muy directa, muy inmersiva”.

Foto: Gentileza Prensa

Cuando se le pregunta cuál es en este caso, el límite de la expresión “reinterpretar”, contesta: “Reinterpretar es pensar cómo a partir de su obra casi podemos crear otra obra, otra pieza artística. Nuestra muestra está muy inspirada en los textos de su diario que escribió durante los últimos diez años de su vida, como así también en los textos de las cartas que les escribía a sus familiares. Eso nos permite crear una suerte de storytelling. Hacemos casi un collage con estos textos para contar una historia y le damos voz  a ella. No hay audios de Frida, entonces nos imaginamos cómo podría sonar su voz. Durante la trayectoria de la muestra, el visitante se va a ir encontrando con distintos elementos. En un primer momento, con el diario y entonces lo conocerá, se acercará un poco a sus páginas, a su escritura, sabrá un poco más de su teoría del color –ella relacionaba los colores con las emociones- y a partir de allí irá encontrándose con otros elementos: qué la inspiraba, cómo se convierte en pintora después de su accidente, qué pintaba y dónde lo hacía, como su casa, por ejemplo.”

A partir de este punto, el espectador ya se encuentra en la galería inmersiva. “Aquí –dice Prat- la historia que se cuenta a través de la música y los visuales busca reinterpretar  cada una de sus obras. Puede ser que cada escena utilice una o más obras o fotografías de ella. Es casi como una pieza cinematográfica. Cuando termina la muestra inmersiva que dura unos 40 minutos el visitante sale y se encuentra con un pequeño timeline que busca reforzar  la idea de la exposición que es la de celebrar la vida, ese mensaje tan único y transversal de Frida que es la resiliencia, el seguir adelante e inventarse a sí misma. La línea del tiempo enfatiza en las fechas que son relevantes para la artista, como podría ser su fecha de nacimiento que más adelante cambia para que coincida con la de la Revolución Mexicana. Allí está ella actuando, produciendo algo  performativo, narrando su historia como le interesa narrarla.”

Carla Prat
Foto: Gentileza Prensa

Terminada esta instancia el espectador se encontrará con una tienda donde hay, sobre todo, muchos libros sobre Frida tanto para niños como para adultos y también postales, posters, pines y libretas que incluyen no solo obras de ella, sino también imágenes del audiovisual. Además,  hay una zona lúdica destinada a los chicos porque la muestra está pensada para  toda la familia.       

“Esta muestra, resume Prat, es una mezcla entre la exposición tradicional, la muestra inmersiva  y una cuestión experiencial. No es cronológica. Nos interesó más llevar al visitante a espacios que provocan una emoción. Hay una serie de galerías cuyo formato se parece a una exposición tradicional. Por su parte, la exposición inmersiva es una pieza audiovisual en la que a través de la música, la narración y la imagen trasladamos al espectador a una reinterpretación de su obra. En la parte más experiencial irá descubriendo elementos de Frida  de una manera diferente, a través de emociones, colores e imágenes que llevan a conocer algo o bastante de su vida. Y creo que aquí se va a sorprender.”

Foto: Gentileza Prensa

Antes de llegar a la Argentina Vida y obra de Frida Kahlo se estrenó hace un año en Madrid, donde estuvo seis meses y recibió alrededor de 100.000 visitantes. En noviembre se estrenó en el Reino Unido. En ambos lugares, afirma Prat, la experiencia ha sido muy positiva, “la gente se ha sorprendido, todo el mundo ha remarcado la calidad de la exposición, de las imágenes, y también hemos recibido comentarios muy elogiosos acerca de la calidad de la música que es una banda sonora original, de su carácter emocional, de cómo lleva a entender su trayectoria europea y mexicana. En general, todo el mundo cree que es algo diferente, que es un buen plan para ir con la familia o con amigos. La gente se sorprende de sentirse dentro de una película.”  

Frida resulta un personaje muy atractivo tanto por su obra como por su personalidad, su relación con Diego Rivera y por las circunstancias particulares en que transcurrió su vida. Se la ha abordado desde la literatura, desde el cine y desde las series y su imagen se convirtió en un verdadero ícono de América Latina.

Prat destaca como una de las características distintivas de la muestra el hecho de estar referida a una figura femenina. “En este género de entretenimiento experiencial y muestras inmersivas  todo lo que he visto siempre son exposiciones de artistas hombres, dice. Tenemos a Van Gogh, a Klimt, a Picasso, pero no tenemos mujeres y creo que el hecho de que ésta sea la única exposición inmersiva de una pintora mujer y, además, latinoamericana, es algo para subrayar. Además, Frida es una figura con la que todo el mundo siente empatía por su condición de mujer, su activismo político, su lucha con su discapacidad física y por ser una artista mexicana. Ella vivió a principios del siglo XX en México y tiene algo que la hace muy contemporánea y creo que tiene que ver con el hecho de haberse imaginado a sí misma, de  haber creado  un personaje, de haber hecho un acto performativo alrededor de su figura, de vestirse de una determinada manera para representar algo. Su historia, su voz y su mensaje trascienden cualquier tiempo. El mensaje de la exposición es el de resiliencia, un llamado a disfrutar la vida como lo hacía ella que, a ocho días de su muerte, firma el cuadro de un bodegón al que le pone “Viva la vida”. Creo que la exposición logra expresar esa personalidad tan hipnótica y carismática que tenía Frida.”

Además, según destaca Prat,  Argentina respondió muy positivamente a la propuesta de la muestra y por eso es el primer país de América Latina  en recibirla. “Creo que aquí –agrega- se reconoce su lucha como mujer y como revolucionaria. Ella escribió “siempre revolucionaria, nunca inútil”. Remarca, además, que en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba)  hay dos obras de Frida “eso se da en muy pocos lugares, por no decir en ninguno, y da la oportunidad de ver la obra física y tener una experiencia alrededor de la obra de esta artista. Es algo muy importante que creo que hay que aprovechar.”

La exposición puede visitarse desde el 20 de enero y hasta fines de marzo en el Centro de Convenciones de Buenos Aires (CEC), Figueroa Alcorta 2099, al lado de la Facultad de Derecho. Entradas en venta a través de www.fridaexpoar.com