La última vez que Barracas Central jugó en la primera división del fútbol argentino fue en 1934, y la AFA todavía era aristocrática y anglófila. Aquel año, la Liga Argentina, amateur, y la Asociación Argentina, profesional, se fusionaron: nacía la Asociación del Football Argentino. Barracas recién volvió a la segunda división en 2019, después de 69 años entre la C y la D. Claudio “Chiqui” Tapia ya era el presidente de una AFA más que argentina. Barracas juega de local en el estadio Chiqui Tapia de Olavarría y Luna. Una de las tribunas se llama Julio Grondona. El actual presidente es Matías Tapia, el más joven del fútbol argentino: el hijo de Chiqui tiene 25 años. Iván Tapia, otro de sus hijos, es el N° 10 y capitán, el encargado de patear los penales. Cualquier semejanza con Arsenal de Sarandí y Grondona no es pura coincidencia. Barracas Central es un spin-off. Y ahora está a tres partidos de jugar en la Liga Profesional, de volver a la primera división luego de 87 años.

La Primera Nacional -como llamó la AFA de Tapia a la segunda división- está que arde. No sólo por la definición. El martes, en el predio de Ezeiza, hubo una reunión urgente para “calmar la tensión reinante” entre los presidentes de los clubes que pelean por el ascenso. Acordaron que los árbitros que dirijan los partidos definitorios serán de la Liga Profesional y que en la última fecha se jugarán todos en el mismo horario. Días antes, el árbitro Andrés Merlos había omitido un penal claro en contra de Barracas ante Brown en Adrogué. Fue triunfo 2-1 de Barracas. Y Fernando Echenique tampoco le había dado un penal a Quilmes ante Almirante Brown en Isidro Casanova. Fue 0-0. Si Barracas lidera la Zona B con 52 puntos, Almirante comparte la punta de la Zona A con San Martín de Tucumán (56 puntos). El presidente de Almirante es Maximiliano Levy, prosecretario ejecutivo de la AFA. El árbitro Echenique vive a diez cuadras de la cancha de Almirante. “Es de Casanova, hincha de Almirante. Somos del barrio y nos conocemos todos. Es de otra facción de la hinchada, una de las que no me quiere”, dijo Daniel Bazán Vera en 2009, después de que Echenique sancionara al ídolo de Almirante cuando jugaba en Temperley.

Merlos y Echenique fueron designados árbitros internacionales horas antes de dirigir a Barracas Central y Almirante Brown. Federico Beligoy es, a la vez, el encargado de elegir a los árbitros como director nacional de arbitraje de la AFA y el secretario general de la Asociación Argentina de Árbitros. Tapia y Pablo Toviggino, su mano derecha, secretario ejecutivo y tesorero de la AFA, se encargaron de horadar al Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina, la otra casa gremial. Les “recomendaron” a árbitros del SADRA que adoptaran una posición “independiente”. “Obediente”, corrige una fuente arbitral. “Hay cosas que están sucediendo que no son normales”, dijo Pablo Vicco, entrenador de Brown de Adrogué, después de la polémica de Merlos ante Barracas. “El miedo a hablar siempre está porque uno no quiere quedarse sin trabajo. Los partidos se hacen muy tensos, ya vas mal predispuesto. Están pasando cosas muy raras y de manera seguida en las mismas canchas”, agregó Mateo Acosta, el delantero de Brown al que le cometieron la falta en el área rival.

Con el arbitraje de Diego Ceballos -el segundo árbitro que más lo dirigió en la Primera Nacional (ocho veces)-, Barracas Central jugará este domingo a las 15:40 como local ante San Martín, de San Juan, cuyo Estadio del Bicentenario recibirá el 16 de noviembre a Argentina-Brasil por las Eliminatorias. Es la provincia en la que nació Tapia. Jorge Miadosqui, el presidente de San Martín, es el secretario de selecciones de la AFA. Junto al gobernador peronista Sergio Uñac, Tapia convirtió a San Juan en una de las nuevas capitales del fútbol argentino. El entrenador de Barracas, el relator Rodolfo De Paoli, trabaja en TyC Sports, empresa dueña de los derechos de transmisión de la Primera Nacional. Barracas no suele ser televisado por TyC Sports, sino por TyC Play, una señal precaria que sólo se capta por internet. Barracas Central-San Martín de San Juan será la excepción. Se definen los ascensos, no todo puede ser tapado. En la última fecha, Barracas se enfrentará a Villa Dálmine en Campana. Jorge Milano, vicepresidente de Dálmine, es uno de los dirigentes de la AFA que ocupan cargos en el CEAMSE, la empresa estatal de residuos de la que Tapia es vicepresidente. Dálmine no pelea por nada: no hay descensos ni promedios.

A Barracas, el equipo al que más penales a favor le cobraron en la Primera Nacional (nueve, y convirtió siete, cinco a través de Iván Tapia, sus únicos goles en el torneo), le “tocó” la Zona B, sin los clubes tradicionales y poderosos, que quedaron en la Zona A. Almirante Brown visitará este domingo a las 17:40 a Tigre en Victoria. Tigre, a dos puntos de los líderes, es el club apadrinado por Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, siempre influyente en la pelota. Ferro, cuyo fútbol está manejado por el empresario Christian Bragarnik, está a un punto de Barracas en la Zona B, donde el cuarto y último en entrar al Reducido es el Club Atlético Güemes de Santiago del Estero, que ascendió dos categorías en dos años con arbitrajes escandalosos en el Regional y en el Federal A. Eduardo Makhoul, presidente de Güemes, había dicho en septiembre del año pasado: “Toviggino es una persona muy presente con los clubes. Tanto él como Tapia siempre han pensado en ayudar a los clubes del interior”. Aunque haya nacido en Rosario, de Santiago es Toviggino.

Si los penales son las vedettes de las polémicas, hay otras jugadas “intrascendentes” que interesan a los protagonistas. Primer córner, primer lateral, resultado en el entretiempo. “Se arreglan fácil. El penal arma un escándalo, pero nadie se queja de que el 5 erre un pase y la tire afuera”, dicen en el mercado de apuestas clandestinas, que genera un dinero extra. Como fuera, incluso con argumentos futbolísticos, Barracas Central -y otros equipos, como Almirante Brown, que nunca ascendió a la primera división- están más cerca que nunca. Repetido, aunque no menos exacto, el sueño de Tapia es que Barracas juegue ante Boca en La Bombonera. Porque si Grondona era hincha de Independiente y el Don Julio de Arsenal, Tapia es hincha de Boca y el Comandante de Barracas.