“Ya me escribió, ya me mandó todo”, dice Lionel Scaloni en la alfombra roja del sorteo del Mundial, minutos después de conocer que Arabia Saudita, México y Polonia serán los rivales de la selección argentina en el grupo C de Qatar 2022. El que ya lo contactó es Matías Manna, uno de sus asistentes, encargado del análisis de video. Manna irá por su cuarto Mundial consecutivo en Qatar, después de trabajar en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 (Chile) y en Rusia 2018 (Argentina). Pero Manna -39 años, criado en el pueblo santafesino de San Vicente- es algo más que “analista” o “videoanalista”. “¿Acaso a un psicólogo le dicen ‘libretoanalista’ porque anota en su libreta?”. Manna es un entrenador más en el cuerpo técnico de Scaloni, otra pieza en el título de la Copa América 2021 que la selección ganó tras 28 años.

-¿Cuál es el análisis de los rivales?

-No corresponde decir algo que diga puertas adentro. Pero hoy rápidamente se tilda a un equipo como previsible por entrar a Twitter y todos repiten algo que no es. México es un equipo que tiene claro qué hacer, y que tuvo bajas importantes. Lo dirige Martino y Theiler, campeones como cuerpo técnico en 2013 con Newell’s, de lo mejor en los últimos 30 años. Veo hábitos en México que se repiten de esa idea. Cómo reciben sus wines (Antuna, Lozano, Corona), el rol de los “mediocampistas de control”. Me gusta ese término más que “volantes mixtos”: mixto es mitad defensa y mitad ataque. Pero “mediocampistas de control” tiene más que ver con los interiores de asociación y no tanta impaciencia para llegar al área. Los equipos que más me gustan tienen más medios de control que mixtos. De Arabia Saudita tuve la suerte de entrenarlos ocho meses como ayudante de Pizzi. Puedo tener una perspectiva más amplia que sólo de ver partidos por Wyscout. Como dijo Scaloni tras el sorteo, no hay que sobreanalizar a los rivales.

Un punto en la historia de Manna se remonta a la creación del blog “Paradigma Guardiola” en 2004. Doctorado en Comunicación Digital por la Universidad de Rosario, vio en Guardiola lo que la mayoría vimos años más tarde. El blog no tenía fines comerciales ni periodísticos, sino futboleros: analizaba partidos. El Guardiola jugador, dice Manna, defendía ideas en desuso en tiempos de cincos como Claude Makélélé y de un fútbol sin enganches. “Era un militante de Cruyff”. El propio Pep se transformó en lector de “Paradigma Guardiola”. Lo contactó por mail. En 2006, mientras terminaba el curso de entrenador, Guardiola visitó Argentina. Se reunió con Bielsa. Con César Luis Menotti. Y con Manna en un hotel de Palermo. Tenía 23 años. Hablaron del juego: partidos, entrenamientos, entrenadores. La siguieron por Skype. Guardiola había llegado desde México, donde jugaba en Dorados de Sinaloa, dirigido por Juan Manuel Lillo, hoy su segundo entrenador en Manchester City, campeón de la Premier League 2021/22, décima liga de trece de Guardiola DT. “Si el blog tiene un mérito -dice Manna- es que cuando Guardiola se volvió moda, ya tenía seis años de existencia. Me explicaba por qué habían decidido comprar al defensor Chico Flores para el Barça B o las sensaciones en su presentación como entrenador. Le preguntaba cómo entrenaba. Años más tarde pude coincidir con Lillo en el cuerpo técnico del Sevilla. Siempre quise que dirigieran juntos un equipo y este Manchester City, sacando a la selección argentina, es lo mejor que veo”.

-Hay un mensaje en la selección: el grupo por encima de todo. ¿Cómo se forma?

-Desde el minuto uno, cuando conocí a Scaloni, sentí que tiraba para adelante, que unía a cualquier grupo y que tenía energía positiva. La preparación de los partidos que tiene es muy buena. Intuye rendimientos. Es incómodo describirlo para mí. Es con el entrenador que mejor me relaciono en mi rol: en un minuto ya sabe todo lo que le voy a decir y lo poco que le puedo aportar de lo que vi. Es muy sintético y claro, y eso es muy difícil.

-¿Cómo se trabajó con Messi para que saque su mejor versión en la selección, porque “nadie, ni siquiera Messi, gana sólo”, dijiste?

-Desde su etapa en el Empoli de Italia, Paredes pasó a ser el argentino que mejor podía encontrar entre líneas a Messi. Cuando se complementan Paredes, Messi, Lo Celso y De Paul representan el estilo de “la nuestra”, del pase corto para llegar lejos, el verdadero estilo del fútbol argentino. Platini necesitó a Giresse-Fernandez-Tigana; Zico, a Andrade-Tita-Adílio; Cruyff, a Neeskens, Haan, Mühren. Los buenos mediocampistas de control pueden potenciar al mejor y, obvio, Messi mejoró a todos. Tengo una imagen desde arriba del estadio de la final con Brasil en el Maracaná que exhibe eso. El orden y equilibrio de un equipo son los pases.

-Paredes es el futbolista con más presencias (39) en el ciclo Scaloni. ¿Por qué es tan importante?

-Paredes encandila por su pegada, pero como todo gran centrojás, recupera muchas pelotas de frente y, lo importante, sabe defender por detrás de su espalda. Si un equipo se empieza a construir desde los pases y desde la pelota, mejor un 5 como Paredes y, sobre todo, que tenga una gran interacción con los insides y con el 10. No se puede analizar el juego de manera individual. En la relación con los otros está el juego.

-“El papel del ‘analista’ no existe. No sobrevivirá en el futuro. Un ‘analista’ debe ser, ante todo, un asistente técnico. El ‘analista’ es, en última instancia, un entrenador”, dijiste.

-El rol del “analista” no existe, se malinterpretó. Es un entrenador, un asistente. Conocí lo que hacía Planchart o Torrent, asistentes de Guardiola, tanto en el Barcelona como en el Bayern Munich, los fui a observar: estaban siempre en el campo de juego conversando con el entrenador, observando. Muchas veces el analista pasa a ser alguien pasivo, aislado. Por un lado está el crecimiento en el área de tecnología o de softwares, que seguramente mejora. Y por otro lado el rol de este “asistente”. Si no sabe qué se está haciendo durante la semana, cómo piensa el entrenador, sólo puede entregar una mirada lineal, fragmentada, separada de lo que está pasando en el proceso de crecimiento de un equipo. Hay que observar más a nuestros jugadores que al equipo contrario. Si hacemos cosas que no aparecen en el entrenamiento, no sirve. Todo debe relacionarse con la intervención del entrenador, sino el trabajo del famoso “analista” o “videoanalista” no es significativo. Se suele pasar infinidad de imágenes de los oponentes, describiéndolos, y hay que pasarlas, sí, pero siempre hablando de los hábitos de nuestro equipo, de qué harán frente a eso. Un análisis fragmentado lleva a un peor juego. Una mirada sistémica desde un entrenador-analista buscará un juego más natural, orgánico.

-¿Vas a ser entrenador principal?

-Disfruto dónde estoy hoy. Cuando estoy libre voy a ver cómo (Facundo) Buonanotte y Nico Paz, de la Sub 20, quieren ser como Lo Celso, lo imitan. O Rey Domenech, de la Sub 17, como Paredes. Me prometí vivir cada torneo como si fuera el último. Aimar me lo aconsejó en la Copa América de 2019. Sería imperdonable estar donde estoy y no disfrutar de ver entrenamientos de las juveniles, o de la selección femenina, o si no pienso en cómo mejorar mis tareas para ayudar a Scaloni y al cuerpo técnico. Tal vez me gustaría ser ayudante como en el Sevilla o en la selección de Arabia Saudita. Tal vez ya estoy preparado para ser DT, pero se verá. En un futuro voy a recordar esta etapa como de disfrute. Ver todo el proceso que consagró a este grupo, con Messi mejorando a todos, es un sueño cumplido.

Manna trabajó además en San Martín de San Juan y Unión de Santa Fe con Facundo Sava. Y en la selección Sub 20 de El Salvador. Pero antes de pararse delante de un grupo de futbolistas, lo hizo como docente en la Universidad de Rosario y, con clases de Sociología, en la escuela TEA Rosario. “Me sirvió para cuando tenés que cumplir ese rol -cuenta-. Soy graduado de un posgrado en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, de la Universidad de Rosario. Argentina tiene un sistema universitario público que puede ser modelo en el mundo, no lo valoramos lo suficiente. Hay que reivindicarlo”.

Para los partidos de la selección argentina en las Eliminatorias al Mundial de Qatar, en silencio, Manna les regaló entradas a chicos de la Asociación de Cultura Inglesa, donde su madre es profesora, y del Club Bochófilo Bochazo, ambos de San Vicente. “Jugué desde los seis años hasta Primera. Mi deseo es que los que empiezan completen su paso por las inferiores. Algunos de mis amigos siguen jugando. Otros, dirigiendo. Ahí aprendí a ser capitán, a perder, a entender a un entrenador o a un compañero que no juega. Ahí -cierra Manna- aprendí todo en el fútbol”.