El presidente Alberto Fernández inaugurará este jueves, junto a su par de Bolivia, Luis Arce, el electroducto Juana Azurduy en la localidad boliviana de Yaguacua, donde funcionará «la primera vinculación eléctrica entre ambos países que permitirá mejorar el abastecimiento eléctrico y favorecer el suministro a las poblaciones de zonas fronterizas», según consignaron fuentes oficiales.

El acto se llevará a cabo a las 12 (hora argentina) y pondrá en funcionamiento la primera interconexión eléctrica internacional que le permitirá a Bolivia conectarse al sistema de transporte de alta tensión de la Argentina y dejar de ser el único país limítrofe que no estaba incorporado.

Para la Argentina, «la importación de energía desde ese país vecino redunda en una mejora en los niveles de tensión en el área norte del NOA, especialmente en horas de alta demanda», se indicaron fuentes gubernamentales.

En este sentido, se consignó que el electroducto Juana Azurduy de Padilla forma parte del Memorándum de Entendimiento para el Intercambio de Energía Eléctrica entre la Argentina y Bolivia, que se firmó el 27 de agosto de 2014 y establece las bases para el intercambio de energía eléctrica entre ambos países en el marco de la integración energética.

En 2018, Bolivia anunció inversiones para ampliar la Termoeléctrica del Sur, ubicada en Tarija, que permitiría exportar energía eléctrica al norte de Salta y Jujuy, a razón de 100 a 200 megavatios en una primera etapa.

Con ese objetivo se construyó un electroducto de 132 kilovatios y 110 kilómetros de longitud, denominado Juana Azurduy de Padilla, de dos subestaciones: una en la localidad de Yaguacua, en el sur de Bolivia, y otra en la ciudad salteña de Tartagal, Argentina.

El envío de armas

Respecto de la agenda bilateral, consultado por la causa sobre el presunto envío de armas a Bolivia desde Argentina durante el golpe de Estado contra Evo Morales, Basteiro señaló que la causa avanza en los tribunales de ese país mientras que «no se hizo nada» en la justicia argentina.

«En Bolivia terminaron los peritajes a las dos notas que se encontraron, la de pedido de armas y la de agradecimiento. Nosotros creemos que la que existió originalmente fue la de agradecimiento y que después se hizo la otra para que sea más prolijo», comentó el diplomático.

Basteiro explicó que la causa llegará a juicio oral en los tribunales bolivianos y criticó la inacción de la justicia argentina que «no hizo nada».

«El juez convocó a los gendarmes que viajaron, pero no hizo lo mismo con los responsables reales», destacó.

La agenda latinoamericana

Con la visita a Bolivia culminará una semana en la que el presidente Fernández se dedicó a la agenda latinoamericana: el lunes recibió en Olivos al mandatario electo del Paraguay, Santiago Peña, y el martes estuvo en Brasil para participar de la cumbre de presidentes sudamericanos que busca poner nuevamente en marcha la Unasur.

El martes, en Brasiliia, Fernández convocó a los países sudamericanos a la unidad regional para enfrentar «la nueva dimensión de la globalización» y a garantizar una zona de paz para crear un sistema de defensa propio, en lugar de recibir las influencias del Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Así lo dijo durante su discurso en la cumbre de presidentes sudamericanos realizada en el Palacio de Itamaraty, la sede de la Cancillería brasileña, convocada por el anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva, como parte de los esfuerzos para revivir la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

En ese sentido, el presidente Fernández ratificó la necesidad de unión en mecanismos regionales para hacer frente a lo que llamó la «nueva globalización» y fustigó la desarticulación de la zona sudamericana provocada por el gobierno estadounidense de Donald Trump y la creación del Grupo de Lima.

De su paso por Brasilia, Fernández se llevó también la notificación por parte de Lula da SIlva, de que no existen más obstáculos legales para la financiación con el banco de fomento BNDS para la construcción de la fase 2 de la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, que llegará hasta el sur brasileño.

Según un comunicado de la Cancillería brasileña, en la reunión bilateral mantenida en Brasilia con Fernández al margen de la cumbre sudamericana, Lula indicó que «en este momento, ya no existen obstáculos legales para la intervención del BNDES y que Brasil avanzará en financiamientos para permitir la exportación de productos brasileños».

En tanto, el presidente Fernández celebró en su cuenta de Twitter el encuentro con Lula y señaló que se avanzó «en temas estratégicos como el financiamiento del BNDES para las exportaciones de tubos y láminas de acero que se utilizarán en la segunda etapa de construcción de nuestro Gasoducto Néstor Kirchner».

«Esto permitirá que nuestro país logre el autoabastecimiento energético y exporte gas de Vaca Muerta a Brasil. Además, estamos dando pasos fundamentales para profundizar nuestra integración energética. La Argentina mejorará las condiciones de pago de las importaciones de energía eléctrica de fuente térmica», detalló el jefe de Estado.