Dos factores alteraron el mercado financiero esta semana que pasó y prometen mantener ese estado en las venideras. De un lado, el primer lugar obtenido por el candidato oficialista Sergio Massa en la primera vuelta de las elecciones; del otro, la decisión del gobierno de derivar un 30% de todas las liquidaciones de dólares de las exportaciones hacia el mercado financiero.

Los efectos de ambas situaciones no se hicieron esperar. Se produjo un vuelco dramático en las carteras de inversión, con fuertes caídas de todos los activos vinculados al dólar -algo que hasta podría parecer insólito en la Argentina- y un crecimiento de la demanda de los que tienen una renta atada a la inflación. Hasta el Banco Central pudo adquirir dólares para sus reservas (ver página 14).

Para el consultor financiero Juan Ignacio Bano, los días previos a las elecciones el dólar financiero que permite depositar los billetes verdes en el exterior (conocido como contado con liquidación o CCL) estuvo muy activo por lo que se esperaba en términos electorales, es decir que la primera fuerza fuera la Libertad Avanza, de Javier Milei. Los inversores se posicionaban antes de que Milei llevase adelante su tan promocionada dolarización.

Pero el primer puesto de Massa trastocó todos los planes. “El resultado fue bastante sorprendente. Hubo una retracción fuerte de los tipos de cambio”, describió Bana.

Las causas de ese comportamiento tienen que ver con las expectativas que generó un candidato que dijo que iba a dolarizar ya sin dólares, «con lo que el tipo de cambio puede ser infinito», agregó. Como Massa no tiene en absoluto ese programa, el posicionamiento en activos dolarizados perdió sentido.

Así, bajó la expectativa de una devaluación. En ello influyó, además, que los activos dolarizados estaban «inflados» por la coyuntura electoral.

A ello se le sumó la decisión del gobierno de permitir la liquidación de un 30% de las exportaciones por el mercado financiero. «Eso agrega una fuerza de venta de dólares, que se contrapone a la de compra que caracterizó al mercado», agregó Bana.

En el sube y baja

Las consecuencias se notaron inmediatamente. En la quincena previa a las elecciones, los inversores se desprendieron de los bonos asociados a los pesos, incluidos los que ajustan por inflación, y se volcaron por los papeles vinculados al dólar. El primer puesto de Massa y la decisión de sumar divisas vía el mercado financiero derivó en una nueva hipótesis: la posibilidad de una devaluación fuerte es ahora menos probable (al menos por los próximos 30 días) y existen mayores posibilidades de una inflación alta, incluso por encima de la tasa de interés. «Por eso, después de las elecciones, todo el mundo se dio vuelta: vendieron sus bonos dólar linked y compraron los bonos CER», explicó Bano.

Las mismas causas provocaron un fuerte descenso en el valor de las acciones argentinas, reflejado en la caída del índioce Merval. Venían subiendo con fuerza en la previa de la primera vuelta electoral, especialmente las acciones de empresas vinculadas a commodities y comercio exterior, es decir, las que tienen vínculo con el dólar. Tras el 22-O, los inversores salieron a rotar el portafolio y desarmaron sus tenencias y salieron a tomar posición en otras acciones, por caso las bancarias. Así, el índice Merval bajó, pero cayeron mucho más aquellas que se habían empleado como cobertura.

Asimismo, el derrumbe de los valores de los dólares futuros indica que un sector de los inversores visualiza que hasta bien entrado el año 2024 no habrá devaluaciones discretas. Eso implica una lectura política: ven a Sergio Massa como ganador de las elecciones presidenciales. «

Deuda en pesos

El mercado respondió al llamado del Ministerio de Economía y participó con entusiasmo de la última oferta de deuda pública, realizada este viernes. Así, el gobierno pudo captar $ 1,2 billones a través de una licitación de deuda en pesos, la última de este mes. El resultado fue un financiamiento neto de $ 703.821 millones (descontadas las deudas que había que pagar anteayer).
El secretario de Finanzas, Eduardo Setti, destacó en un mensaje por la red social X (ex Twitter) que la operatoria contó con destacada participación del sector privado y permitió alcanzar un roll over del 239%.
La licitación en pesos incluyó la reapertura de una Letra ajustada por CER (inflación), atractiva en el actual escenario.