Alertado por la alta inflación de febrero (3,8%), el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, anunció una serie de medidas. Las mismas no sólo reafirman la política ya tomada, sino que la recrudecen. El objetivo es que en la calle haya la misma cantidad de dinero que hoy, pese a que la inflación ya demanda más billetes. Dicho de otro modo, buscan sacar dinero circulante en términos reales, a riesgo de una recesión, con tal de que no suba el dólar y baje la inflación.

Los puntos centrales son 4:

1- “Extender el objetivo de base monetaria cero hasta fin de año”. La base monetaria son los billetes que hay en circulación y los depósitos que los bancos tienen en el Banco Central. La idea es no agregar un solo peso circulante, pese a que la inflación demanda más billetes. El plan original era hasta junio. Con la inflación por las nubes, esto hará que haya muy poca plata en la calle y casi nadie pueda comprar dólares.

2- “Hacer permanente el sobrecumplimiento de la base monetaria alcanzado en febrero”. El objetivo del Central era tener 1.343 mil millones de pesos de base monetaria. Como estuvieron por debajo de ese número, la nueva meta del Central será lograr ese mismo resultado en los próximos seis meses.

3- “Eliminar el ajuste por estacionalidad previsto para junio”. Con el aguinaldo, se esperaba que se ampliara un poco la base monetaria. No ocurrirá y el ajuste se hará recién en diciembre. Lo que está por encima de ese valor de base monetaria, lo absorben de los bancos a través de las famosas Leliq.

4- “Establecer que los límites de la zona de no intervención cambiaria crecerán a 1,75% mensual durante el segundo trimestre del año”. Esto fijaría un piso a las expectativas de inflación y bajaría, en términos reales, el margen que le dan al dólar para escaparse sin intervención del Central.

Resumidas cuentas, el Banco Central busca sacar plata del mercado en términos reales; es decir, que haya la misma plata circulando que hoy, como si no hubiera inflación. Además, las tasas de referencia seguirán en alza para que los ahorristas no se vayan al dólar. Esta política tiene como riesgo la recesión. Una lectura que puede hacerse es que el Gobierno prefiere la recesión a la inflación o a la suba del dólar.

El proyecto de ley que el Ejecutivo enviará al Congreso

Adicionalmente, Sandleris anunció que el poder Ejecutivo enviará al Congreso un proyecto de ley con dos puntos centrales: “Establecer que el objetivo prioritario del Banco Central es la estabilidad de precios” y “Prohibir que el Banco Central financie al Tesoro”. La primera es una señal al mercado de que la inflación va a bajar (antes, lo intentaban a través de las metas de inflación, las cuales ya no existen). La segunda es un guiño al FMI: que el Central no financie al Tesoro es una de las exigencias «estructurales» del acuerdo con el Fondo. De hecho, el financiamiento al Tesoro ya está prohibido por ese acuerdo y el Central dejó de hacerlo.