El equipo económico definió en los últimos días los cambios a la asistencia estatal a las empresas para el pago de salarios, el conocido ATP. En septiembre, el programa se transformará y en su mayoría volcará recursos a las empresas en forma de créditos a tasas subsidiadas. Sólo las firmas que sigan con actividad cero o muestren una caída nominal de su facturación respecto de la del año pasado del 20% o más seguirán recibiendo los fondos en forma de subsidio.

Pero el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, adelantó la semana pasada que habrá una modificación en la implementación del ATP, por la cual si una empresa toma personal por encima de los niveles de dotación de marzo, podrá solicitar que el crédito se transforme en un subsidio.

«Quizás a partir del mes que viene planeamos la posibilidad de ofrecerles a las empresas en recuperación un crédito convertible en subsidio a metas de empleo», señaló Kulfas antes de la reunión de gabinete económico del jueves pasado.

En agosto, el ATP llegó a un total de 273.809 firmas. En forma de subsidio, alcanzó a 135.484 empresas, mientras que otras 75.400 aplicaron para los créditos subsidiados. En cantidad de trabajadores, el Estado cubrió el ingreso de 1.740.617 asalariados: 1.387.186 por salario complementario (subsidio) y otros 353.431 a partir de los préstamos.