En el día en el que la Argentina pasó a formar parte, formalmente, del índice de mercados emergentes de MSCI, los inversores parecieron no tomar nota de la decisión y se mostraron poco amistosos con las acciones de empresas argentinas.

Sucedió lo que se llama en la jerga financiera como “toma de ganancias”, que equivale a que un grupo de inversores con peso en el mercado venda lo que antes compró barato; antes puede significar apenas horas o pocos días.

Los inversores venían comprando barato acciones argentinas tanto en la Bolsa de Buenos Aires como en Wall Street. Y este martes decidieron vender.

Así, el índice S&P Merval de Buenos Aires cerró con una caída del 2,3%. Entre los papeles que más perdieron figuraron los de Banco Francés (-6%); Banco Macro (-4,3%); y Pampa Energía (-3,8%).

En Wall Street pasó lo mismo: cayeron las acciones de empresas argentinas que cotizan allí (y que se conocen como ADR). Dentro de ese grupo se encuentran buena parte de las ocho ADR seleccionadas por MSCI para integrarlas al índice que establece la volatilidad de los mercados emergentes: por caso, la ADR del Banco Francés se derrumbó un 5,43%; la del Banco Macro, un 2,36%; y la del Grupo Financiero Galicia, un 3,16 por ciento.

En cambio, los inversores visualizaron la ADR de YPF como una oportunidad. Así, su valuación creció  un 1,95%.

“Tras la recuperación que venían ensayando los activos locales, especialmente los ADRs impulsados por el envión del ‘efecto MSCI’ y un riesgo país que se achicó hasta 900 puntos básicos, los operadores se inclinan por un respiro en busca de consolidar las cotizaciones alcanzadas”, dijo el martes el economista Gustavo Ber, de la consultora Estudio Ber.

Los inversores que vendieron fueron los mismos que fueron comprando estos activos. Así, quien adquirió la ADR del Banco Francés a principios de mayo y vendió el martes logró una ganancia en dólares del 12,84%. Si la operación la hizo con la ADR del Banco Macro, su ganancia se elevó al 20,28%. Si lo hizo con la de Transportadora de Gas del Sur, la ganancia es del 25,3 por ciento en un mes.

Esto sucede en un marco en el que la cotización de esas mismas ADR está, en su mayoría, muy por debajo de sus valores de un año atrás. Veinte empresas argentinas han emitido ADR que cotizan en los mercados de EEUU.

En los medios financieros argentinos se especula con que el ingreso de la Argentina al índice emergente derivaría en U$S 1000 millones en inversiones especulativas a favor de las ADR de las ocho empresas seleccionadas por MSCI.

Este objetivo es humilde si se lo compara con el que existía el año pasado, antes de la devaluación del peso de fines de abril, cuando se hablaba de entre dos y tres mil millones de dólares de inversiones financieras.

Sin embargo, el comportamiento de los inversores del último mes demuestra que van a seguir tratando a los activos argentinos como si fueran altamente especulativos, lo que le dará una enorme volatilidad a sus precios, algo que se suponía que se iba a evitar ingresando al grupo de los emergentes.

A su turno, la volatilidad que golpea a las ADR en EEUU pega también en las cotizaciones de las acciones en la Bolsa porteña. De hecho, los analistas aseguraron que lo sucedido este martes en Buenos Aires fue reflejo de lo vivido en Wall Street.

Con este cuadro, se achican las posibilidades de que el ingreso de Argentina en el sector de los mercados emergentes implique un beneficio tangible e inmediato, de esos que precisa el gobierno para mostrar a la población como un éxito, así sea en el espumoso mundo de las finanzas.