Parece que todo empieza con la pandemia y la cuarentena, pero no. Quienes trabajamos en los medios venimos padeciendo hace años la reducción de nuestro poder adquisitivo y la destrucción de derechos laborales. La pandemia solo pone un foco especial sobre esta situación.

En el diario La Nación transitamos un proceso de pauperización, precarización y deterioro de las condiciones de trabajo que lleva más de 15 años. Sí, estamos cual niña bonita en sus 15 pero sin nada que festejar. Al menos no las y los trabajadores. Un amplio porcentaje de quienes producen la información, que se distribuye a través de las distintas plataformas del grupo, recibe como salario de bolsillo menos de lo que cuesta la canasta básica. El resto algo por arriba pero no tanto que de para hacer una fiesta. Pocos, muy pocos, se dan por hechos con sus salarios. Y vamos empeorando año a año.

A pesar de los mitos urbanos, los salarios del grupo La Nación hace años que no son buenos salarios. El prestigio del diario centenario no llega a los bolsillos de sus trabajadorxs. Lo que sí llega es la exigencia de mayor producción, de multiplicación de tareas, de cubrir uno el trabajo de dos y hasta de tres compañerxs, porque junto al deterioro salarial también se reducen los puestos de trabajo en la redacción como en otras áreas de la empresa.

La política empresaria es mantener o incrementar ganancias a costa de reducir puestos y salarios, nada nuevo bajo el sol. En una charla virtual reciente, Francisco Seghezzo, CEO de la empresa, confirmó que apenas termine la pandemia retoman los planes de reducción de personal, por la vía que sea: retiros voluntarios (que no son voluntarios) o despidos directos.

El panorama nunca parece mejorar para les trabajadorxs. Durante la cuarentena las y los trabajadores hemos dejado de percibir el pago en especies del comedor, una comida diaria que valuada por lo bajo implica $5000 mensuales, de la que ya se nos adeudan $40000, y no hay ni visos de que la empresa se haga cargo de esta deuda.

Tampoco cubre los gastos del uso de internet y celulares que a todas y todos se nos han incrementado en mucho trabajando desde nuestras casas. Así que el salario se vio reducido aún más que lo que implica la inflación, porque asumimos gastos que antes no teníamos.

Los paupérrimos porcentajes acordados en la paritaria entre las cámaras patronales y un sindicato que no representa a nadie, no alcanzan ni siquiera a cubrir estas pérdidas.

Por todo esto la Asamblea de trabajadorxs de prensa del diario y revistas La Nación se suma al reclamo que este jueves se llevará adelante en todos los medios de prensa escrita.