El conflicto arrastra ya varios meses con sucesivas movilizaciones y paros de los trabajadores. El Banco de Desarrollo de Jujuy, entidad dependiente del poder ejecutivo provincial a cargo del gobernador Gerardo Morales, adeuda salarios y aportes a la seguridad social de sus trabajadores desde agosto de este año.

Es que mediante una resolución de la legislatura provincial, el 27 de agosto, se decidió disolver la entidad que emplea a más de 150 bancarios ante un pedido del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que exigía que se abstuviera de “utilizar la denominación de Banco por no cumplir con las regulaciones”. La entidad ya había modificado su denominación en 2017 dejando atrás su histórica denominación como Banco de Acción Social de Jujuy.

La decisión adoptada por la legislatura, que dejaba sin empleo a toda la planta de trabajadores ofreciendo retiros voluntarios o su integración a otras dependencias de la administración pública provincial con convenios a la baja, sin embargo, no estaba contenida en el reclamo del BCRA que, ese mismo día, aclaró mediante un comunicado que “la entidad notificó al Banco Central que por resolución de su directorio de fecha 21 de julio de 2021 aprobó modificar la denominación social por la de Agencia de Desarrollo de Jujuy Sociedad del Estado, con lo que se daba cumplimiento al requerimiento del BCRA” y, más en concreto, “el Banco Central de la República Argentina no tomó ninguna decisión sobre la continuidad de la entidad ni emitió ninguna observación sobre las actividades que desarrollaba ese ente provincial”.

Así las cosas comenzó un plan de acción de los trabajadores que implicó un paro de 72 horas en esos días acotado a los empleados del Banco de Desarrollo al que luego se sumarían el resto de las entidades bancarias en un plan de acción con paros que ya acumula poco más de dos meses. Para los trabajadores y sus representantes gremiales el ejecutivo aprovechó esa resolución del BCRA para avanzar en un vaciamiento de la entidad que está pronta a cumplir 50 años.

La última medida de acción se adoptó el pasado 4 de noviembre cuando se realizó una nuevo paro de 24 horas con retención de tareas, sin atención al público y sin recarga de cajeros automáticos en todo el sistema financiero provincial.

Ante la falta de respuestas de las autoridades, las comisiones gremiales internas de diez entidades bancarias que operan en la provincia y la seccional Jujuy de la Asociación Bancaria dispusieron una nueva medida de fuerza que consiste en un paro de 48 horas los días jueves y viernes de esta semana en los que, además, tampoco habrá recarga de cajeros automáticos.

La medida, además, fue respaldada por el secretariado nacional liderado por Sergio Palazzo que así lo hizo saber mediante un comunicado.