Black Rodríguez Méndez, cantante y percusionista de la orquesta de cumbia colombiana La Delio Valdés, vuelve a un género al que supo dedicarse por años: el tango. El artista llegó a grabar con distintas agrupaciones como la Orquesta de Julián Peralta o el Cuarteto La Púa, entre otros trabajos. Junto a las guitarras de Juan Martín Scalerandi y Pablo Juárez Levar, este jueves 23 de marzo a las 21 el artista (también actor) presenta el show Tan Candonga, una selección tangos, milongas y candombes en un concierto de clara inspiración afro-rioplatense. “Sin darme cuenta, por laburo y el crecimiento de la Delio, fui dejando al tango de lado. Pero pasó el tiempo y pude retomar, o dejar salir esa relación con esas canciones. Encontré el ángulo que me gustaba para hacerlo. Y armé un repertorio que llamé Tan Candonga; la influencia afro en la música del país es crucial y está bastante negada. En la conformación del sonido, sobre todo de la milonga, es muy importante”, afirma el intérprete.

Balck se puso a buscar cantores y autores afrodescendientes, canciones que hablen de la africanía aquí en Buenos Aires. “Investigué todo lo que tenga que ver con la cultura afro del tango. Hay letras y canciones muy interesantes. Desde personas como Joaquín Mauricio Mora, un compositor afroargentino excelente, no muy difundido, que era pianista y bandoneonista, y que empezó junto a Hugo del Carril, así como otros nombres más conocidos como Alberto Castillo y Romeo Gavioli. Que agregaron tamboriles, o bailarines y bailarinas afro, a sus propuestas artísticas y son una destacada referencia popular de la influencia negra en el género. También están Sebastián Piana y Juan Carlos Cáceres. Es un resumen de todo lo que influyó en el sonido de la música ciudadana”.

El espectáculo propone variedad y la dedica mucho tiempo a tocar tambores, para ampliar el sonido de tango, milonga y candombes, y mostrar cómo el sufrimiento es el eje temático central de estas canciones. “A veces es por amor o pasión, para festejar para olvidar o lo que sea, pero analizando las letras, ves ese elemento de dolor que viene de aquellos que fueron secuestrados y traídos a la fuerza a América. Ese horror de ser arrancado de tu tierra queda adentro por generaciones. La esclavitud es una de las violaciones a los derechos humanos mas terribles, y marcó a todas las construcciones que vinieron después en distintas sociedades, en el Viejo Mundo y en la conformación de América”. Para el músico, tocar en Salón Marabú, lugar emblemático donde debutó Troilo, es más que especial. Además, tiene ganas de continuar en esta especie de línea pedagógico-artística. “Ya tendremos una fecha en un festival que se llama El tango pide pista y alguno más que aparezca, pero no voy a dejar de hacerlo porque me parece importante, más allá de todo lo que lo disfruto, claro”.

Desde 2020, Black Rodríguez Méndez conduce también el programa La hora negra, que se emite por Radio Nacional Folklórica y explora la raíz afro de la música popular, lo cual lo llevó a zambullirse en esa pesquisa. “No soy un erudito, pero me gustó investigar las influencias de lo afro en la música popular. Tomé mucha más conciencia de lo que significa eso en el Río de la Plata, y cómo artistas congoleños, angoleños y de otras naciones africanas marcaron nuestras culturas”.  

Rodríguez Méndez detectó toques similares, que se repiten, pero no sólo en el tambor, que es el emblema, sino también en el sonido de la guitarra. Allí está el secreto que une todas estas canciones. “Encontré el pulso de la milonga en muchas canciones y guitarristas africanos, y eso de algún lugar viene. Ya no importa si empezó acá o allá. Lo importante es visualizar el tema de nuestra parte negra. Como lo hace la cofradía de San Baltazar en Corrientes, u otras agrupaciones en todo el país. Siento que es un aporte al trabajito de hormiga de reconocernos como pueblo”. Para el cantante hay un punto cercano de este colectivo con lo que pasa con los pueblos originarios: “Son tiempos de darle difusión a esos aspectos culturales que llevamos dentro y no nos damos cuenta, porque durante mucho tiempo no nos lo enseñaron. Ni en las escuelas ni en ningún lado”. Su doble apellido es un nombre artístico, un homenaje a una historia familiar. “Yo tuve un abuelo negro que vino de Uruguay, y le cambiaron el apellido: el era Méndez y la familia que lo adoptó le puso Rodríguez. Entonces, cuando pude, volví a incorporar ese nombre que es parte de mi identidad también, aunque no figure en mi documento”.

Hay para el músico una cuestión clasista, como con la cumbia. “Antes era música de negros, como se le decía despectivamente a los sectores populares, y eso cambió. Este es un aporte para que, desde el tango, también dejemos esas ideas anticuadas de vernos.  El tango se escuchaba en casa, mi viejo nos enseñó a cantarlo, pero cuando yo arranqué con la música me fui para el lado de la salsa, en dúo con mi hermano, pero fui viendo que ciertos aspectos se dejan de lado por cuestiones culturales. Me di cuenta que la negritud está invisibilizada, porque hay gente a la que le molesta, y a mí me encanta molestar, ir en contra de los supuestos principios que las clases dominantes quieren imponer. Por eso hago lo que hago”.



Black Rodríguez Méndez y Las guitarras del Sur

El cantante presenta Tan Candonga junto a Juan Martín Scalerandi y Pablo Juárez Levar. El jueves 23 de marzo a las  21 en Salón Marabú, Maipú 365.