Blood Drive. Creada por James Roland ( es su debut, como antecedente tiene haber sido asistente de producción en Mad Men) y protagonizada por Alan Ritchson y la española Cristina Ochoa, trata de un futuro post apocalíptico bastante cercano que tiene consecuencias devastadoras para la humanidad. De ella sólo queda lo peor: violencia, canibalismo y crímenes. Decidido homenaje al cine clase B por parte del canal SyFy, al menos en sus primeros episodios tiene una mezcla de bizarrismo y gore bastante encantador y que promete crecer con el tiempo.

Claws. Producido por Rashida Jones (productora de Angie Tribeca y The Revengers, entre otras, y actriz de Parks and Recreation), esta nueva serie de TNV tiene a Niecy Nash (Scream Queens), Jenn Lyon, Carrie Preston, Harold Perrineau (Lost), Dean Norris (Breaking Bad) como parte principal de su elenco. Y su periplo está en seguir a cinco mujeres que de dedicarse a la manicura pasan sin escalas a mundo del crimen organizado. En ese universo altamente machista, las cuestiones de género serán sustanciales a la hora de hacer la diferencia.

Glow. Un encanto ochentoso en la veta de explotación ochentista de Netflix. Escrita entre otras por Jenji Kohan (Orange Is the New Black), y con un elenco encabezado por Alison Brie, Marc Maron y Betty Gilpin, xuenta la historia de un grupo de mujeres con dificultades para conseguir trabajo, en especial una actriz demasiado seria para que le den un papel, que terminan armando el casting de un programa de lucha libre femenina. Con mucha gracia por momentos y la siempre atractiva década del 80 como fondo, su primera temporada tuvo muy buena recepción entre los abonados a Netflix.

Midnight, Texas. Su elenco sobresale: ahí están François Arnaud (The Borgias, Blindspot), Arielle Kebbel (The Vampire Diaries) y Dillan Bruce (Orphan Black) para estelarizar la serie sobrenatural basada en la trilogía literaria de Charlaine Harris (autora de las novelas que dieron origen a True Blood). Ya se dijo, una serie sobrenatural que sigue a un médium que huyendo de su peligroso pasado llega a Midnight, pueblo perdido en Texas donde parece no existir frontera entre vivos y mueres.

The Last Tycoon. Acaso la más promisoria, al menos en cuanto a series dramáticamente “serias”. Viene por el lado de Amazon, y se presenta como su mascarón de proa para pelear premios en el 2018. Adaptación de la inconclusa obra de F. Scott Fitzgerald -The Love of the Last Tycoon- está protagonizada por Matt Bomer, Lily Collins y Kelsey Grammer. Como la pieza que el da origen, está ambientada en plena Gran Depresión en los estudios de Hollywood y un mundo que no hace más que hablar de la importancia que gana Hitler en sus asuntos de todos los días. Todo contado desde el lugar del Monroe Stahr, un magnate de la MGM inspirado nada menos que en Irving Thalberg. El glamour del cine en su apogeo, cuando se creía que una película cambiaba la vida para siempre; o al menos hasta la próxima película.