Daniel Fiorentino acaba de lanzar La Cuadrilla Cultural Tanguera, un disco de clásicos que la formación viene interpretando hace ya seis años en bares, espacios y hasta en las mismas calles de la Ciudad. “Tocamos en el Conventillo de la Paloma, en la casa de Evaristo Carriego, en el monumento a Pugliese en Drago y Corrientes, en el Mate  y Murga de Villa Crespo -enumera y rememora Fiorentino, que ya lleva 30 años en la canción popular como intérprete y compositor-. De alguna manera nos hicimos en la calle. Y un día vimos a una cuadrilla trabajando en la calle con los taladros neumáticos y dije: ‘nosotros estamos haciendo lo mismo; nuestras herramientas son las guitarras, la voz, la poesía, el tango, y en lugar de romper tratamos de reparar’. Desde ese día adaptamos el nombre de Cuadrilla Cultural Tanguera.”

Claro que eso no es suficiente para hacer un disco. Falta, especialmente, dinero. “Había solicitado un microcrédito al Fondo nacional de las Artes, apenas lo cobré quise acelerar porque sabíamos que algo estaba pasando: se va a venir una maroma acá, mejor grabemos.” Dice que ese “olfato” se lo dio, precisamente, la calle. Así fue en diciembre de 2019 entraron a estudio (“es el de Gustavo Corrado, el pianista que me acompaña en este momento, un estudio del re carajo, espectacular, que además tiene a un músico y persona de su calidad: nos atendió a cuerpo de rey, nos contuvo”) y “gracias a Víctor (Lasear) y Gustavo (Corrado), dos grosos que la tienen re muerta al pie, salió rápido. En marzo del 2020 lo mandé a la replicadora y ahí vino la pandemia”, asegura Fiorentino. Eso retrasó la salida que ya tenía una fecha de estreno en Pista Urbana, pero llegó la oportunidad de lanzarlo a través de las redes: “En junio lo teníamos todo y no sabía bien qué hacer, pero Carolina Alfonso, jefa de prensa, dijo: ‘lancemos el disco por las redes’; y yo hago lo que me dice la jefa de prensa (risas).”

La calle también les dio el oficio para sacar adelante situaciones “en las que se cortó la luz: no importa, no se desesperen, júntense, decía yo. Arrimé a la gente con una suerte de fogón y sin sonido ni nada me puse a cantar; eso también me pasó en el café Los Patriotas. Hay que salir a cantar y la gente está ahí esperando, así que hay que apechugar ante la circunstancia que te impone la realidad de ese momento. La calle te da una gimnasia muy interesante. Y además ves a la gente a los ojos, te permite saber si estás gustando o no, qué tema gustó más; eso es todo un aprendizaje muy lindo”.

Con esa combinación clásica de tango y fútbol, Florentino vuelve a apelar a la metáfora de la cancha para contar lo que fueron ganando estos años y que permitió grabar este disco. “Equipo ganador no se toca, dicen, y esta rutina de tocar tanto y en tantos lugares, garpa. Pero cada vez que te presentás tiene aditamentos nuevos, cosas nuevas que nutren y nunca funciona igual. Eso también nos prueba a nosotros: con sonido sin sonido, si la respuesta de la gente está buena, quiere decir que está bien.” Ésa, la respuesta de la gente, es la verdadera magia: “Como la noche que se apareció Juan Vattuone, que a mí se me cayeron las medias: le acerqué el micrófono y cantó una canción desde la mesa donde estaba; es algo no que no voy a olvidar jamás. Creo que nadie lo va a hacer..”

-Lo que se viene es complicado, porque incluso cuando se pueda volver a tocar, para los que lo hacen en lugares chicos va a ser peor. ¿Cómo la ves?

-Aguantando los trapos, por el momento, hasta que se abran las gateras y salir a defender el laburo. Está bueno que el Gobierno tenga las respuestas que ha tenido, pero creo que son pocas aún, no son suficientes. Los músicos que tienen cartel la pueden pilotear de otra manera, pero hay un montón de gente que está en la segunda línea que realmente la está pasando muy mal. Espero que esto termine pronto y que no haya un nuevo orden, no me hace ninguna gracia: tengo la esperanza de que cuando se encuentre la vacuna vamos a volver -por supuesto con los recaudos necesarios- a mirarnos a la cara, sentir palpitar el encuentro: a eso no hay con qué darle.”


La Cuadrilla Cultural Tanguera: Daniel Fiorentino (voz), Víctor Lasear (guitarra, arreglos y dirección general) y Gustavo Corrado (piano). Disponible en Spotify, YouTube, Amazon, Tidal.