Finalmente, la espera se acerca a su fin. Este jueves se estrena Los últimos Jedi, el Episodio VIII de Star Wars. Decir que el mundo tiembla suena exagerado, pero pocas metáforas se acercan tanto para describir –más o menos de manera acertada– en qué se convirtió esta saga que nació en 1977 y fue recibida –en su momento– con una andanada de críticas negativas. Nada podía salir bien. Y sin embargo, lo hizo. En esta versión de la historia, ahora es el turno de las mujeres. Rey (Daisy Ridley) es la protagonista principal; medio paso atrás encontramos a Kylo Ren (Adam Driver) y a Luke Skywalker (Mark Hamill). También está la sombra más benévola que ominosa de Leia (aunque Carrie Fisher ya no esté entre nosotros). Y lo que hay, nuevamente, es un ciclo de iniciación: en este caso, el de Rey para convertirse en Jedi, según se desprende de los trailers difundidos que pueden prestarse a cierto grado de confusión. Eso sí, en caso de convertirse en Jedi, ella sería la única mujer que ostente esas características, aunque no la única en toda la saga.

Para aclarar esto, algo de historia: en los episodios I, II y III aparecen mujeres Jedi. En la saga, se sabe, había mujeres Jedi en la antigua República, pero cuando se hace la purga de jedi en el Episodio III –la orden 66, recuerdan los especialistas– queda claro que entre los Jedi asesinados hay varias mujeres, aunque por el momento no son conocidas popularmente.

Eso de que aún no sean populares será algo que resolverá Disney en el futuro inmediato, que al comprar Lucasfilm y todos sus productos en 2012 reorganizó el llamado canon Star Wars. Su prueba de fuego en esta reorganización fue Rouge One, una historia de fuerte impacto, tanto entre el público como los especialistas. En ese marco, hace unos meses Disney anunció tres películas correspondientes a la saga, además de una cantidad no especificada de films similares a Rouge One. Las novedades sobre estas últimas giran en torno a la figura de Han Solo, el contrabandista galáctico que supo inmortalizar Harrison Ford.

«Tenemos grandes ambiciones para la franquicia Star Wars”, dijo el presidente ejecutivo de la compañía, Robert Iger, en una conferencia telefónica en la que también habló de los resultados financieros del tercer trimestre.

“La franquicia ha excedido las expectativas”, agregó. A modo de ejemplo se puede decir que, en la era Disney, Star Wars, Episodio VII: El despertar de la Fuerza, alcanzó los 2000 millones de dólares –el más exitoso estreno en Estados Unidos y el mundo– y Rogue One superó los mil millones. Siguiendo con los números, Disney hace cinco años pagó 4000 millones por Lucasfilm. Si se tiene en cuenta que el canon Star Wars lo conforman novelas, cómics, videojuegos y series de televisión que tienen coherencia con respecto a la trama principal de la historia, entonces se puede decir que la inversión se cubrió en menos de una década.

Por lo tanto, se espera una película de Star Wars por año en la próxima década. Y eso seguramente esperan los fans, que llenaron los foros de especulaciones. En ese tren, los trascendidos indican que una de ellas sería sobre un spin off de Obi-Wan Kenobi y que tal vez se trate de una trilogía. Si fuera una sola entrega la misma se ambientaría entre el Episodio III: La venganza de los Sith (2005) y el IV: Una nueva esperanza (1977). Las otras películas «sueltas» serían sobre Yoda y, la más esperada por los fans, sobre Boba Fett (el cazarrecompensas galáctico que en una oportunidad capturó Han Solo). Así habría películas anuales al menos hasta 2030.

Entonces, es de esperar que las historias acontecidas en una galaxia muy muy lejana, formarán definitivamente parte del imaginario colectivo de cada vez más generaciones. Una verdadera mitología de la que mucho se dijo, pero de la que aún no se descubrió cómo surgió. Prácticamente como el Big Bang. «