LN+ está en foco estos días por varios temas. Uno de ellos se refiere al rating del mes de julio de los canales de noticias, que mostró que la señal macrista fue desplazada por C5N hacia el tercer lugar. Y además, está la pelea entre dos de sus figuras centrales, Eduardo Feinmann y Jonatan Viale, que después de mucho tiempo de tensión, se trasladó directamente a la pantalla, con el primero ninguneando al aire al segundo.

En efecto, Feinmann remarcó esta semana su encono hacia el hijo de Mauro Viale omitiendo, una vez más, el famoso “pase” que solían hacer entre sus dos programas: El noticiero de LN+, que conduce el primero, y +Realidad, que llega a continuación y encabeza el segundo. Al cierre de su programa, el conductor que, entre otras cosas, se dedicó a pelearse con estudiantes secundarios, apenas mencionó al ciclo de Viale, pero sin pronunciar el nombre del periodista. Para hacerlo más evidente, Feinmann arengó a su audiencia: «A las 9, no se pierdan a Luis Majul«.

Según trascendió en mayo pasado a partir de la misma situación en la que no hubo intercambio, ambos periodistas se miden en varios aspectos, entre ellos, también en la caliente competencia radial matutina: Feinmann lleva desde las 6 AM e Mitre Alguien tiene que decirlo, mientras Jonatan Viale arranca a las 10 en Rivadavia con Pan y circo.

Consultado por el canal América en el móvil de A la tarde, Viale dijo despreocupado que respetaba y admiraba a Feinmann y agregó: “No me gusta pelear con nadie, me siento incómodo”. Pero en mayo, cuando fue convocado para dar su opinión sobre la disputa, Baby Etchecopar -como de costumbre- no aportó a la diplomacia, sino más bien todo lo contrario. En aquel momento, no dudó en tomar partido diciendo que “Eduardo (Feinmann) es mi hermano”, y que Viale “es bravo y egoísta” cuando de “cerrar” la participación de invitados se trata.

Pero en en medio de todo esto y más allá de los divismos, hay otra cuestión que pesa en el canal que hizo de los discursos de odio una lucrativa bandera: y es que esta situación entre los conductores los enfrenta a perder uno de los segmentos que más le rendía en términos comerciales.