Lo conoció por María Gabriela Epumer. Fernando Kabusacki tocaba con ella y al estar cerca de Charly García, fue casi inevitable que terminara colaborando con él. Desde mediados de los 90, el gran guitarrista formó parte de distintos lineamientos del Charly solista. Y tiene algo muy claro: “Charly es un gran maestro de música, uno de los más grandes del mundo. Lo que se aprende al lado de él, es imposible de dimensionar. Hasta escuchar música con él es distinto a todo. Hemos pasado horas escuchando discos, y la forma de conectarse con los sonidos hace que veas y sientas cosas que quizás pasás por alto. Es maravilloso”, rememora el artista.

Kabusacki ensaya su repertorio para la presentación de este sábado 23 de octubre, en el que para celebrar las siete décadas de García, se sumará al escenario del Auditorio Nacional del Centro Cultural Kirchner en una jornada que reunirá, entre muchos otros, a David Lebón, Celeste Carballo, Raúl Porchetto, Leo García e Hilda Lizarazu. Los conciertos serán transmitidos en vivo por YouTube, Facebook, Contar y Latir!

–¿Como están quedando los temas para el homenaje?

–Están sonando increíble. Todos los que estamos convocados sentimos devoción y admiración por esas canciones, y eso se nota; las preparamos con esmero, como Charly nos enseñó que debía hacerse un concierto. Imaginate: un homenaje en su honor. Además, el auditorio del CCK es un lugar increíble para hacer música, así que la idea es disfrutarlo, con él, con el público. Va a estar lindo.

–¿Qué te genera haber tocado con Charly?

–Me siento afortunado de todo lo que viví.  Él es más que un ícono o un personaje polémico; eso es irrelevante al lado de lo que aportó al arte. El morbo a veces aparece, pero gana su música. Siempre que yo veía que aparecía el monstruo del rock, me iba. Pero entiendo que no es fácil ser él: una vez me contó que estando en Nueva York se encontró con Andrew Oldham, el famoso productor discográfico británico. Y que le dijo que sus temas estaban a la altura de los Beatles y los Rolling Stones. Y ahí en su casa, los dos solos, me dijo al terminar de contarme sobre ese encuentro: “¿Cómo hago para vivir con eso?”.

–Al margen de la música: ¿Qué creés que es lo que más le gusta a García de ser parte del inconsciente colectivo?

–Lo que más disfruta, y me consta, es del cariño de sus fanáticos. Tiene un público amplio: desde niños hasta gente grande que lo sigue desde Sui Generis. Ahí está la genialidad de sus creaciones. Se fue inventando y reinventando todo el tiempo. Charly nunca se repitió, fue mutando y siempre eludió las fórmulas de moda o del momento. Siempre estaba con algo nuevo. Eso le valió el mote de loco, o en su momento decían que cada una de sus creaciones era una deformidad, pero simplemente era algo que nunca nadie había hecho. Justamente eso es el arte, de eso se trata: de transmitir algo, de hacer algo que nunca nadie haya hecho.

–¿Eso lo entendiste al conocerlo?
–Lo entendí una vez que le dije que no entendía tanto a los Beatles, y él me miró y me dijo: “Ellos hicieron algo que nunca nadie había hecho”. Y entonces entendí todo. Y lo comprendí a él. Su talento y su virtuosismo no se pueden creer, y eso asegura que lo que haga va a estar bueno. Pero no se conforma. Por suerte para nosotros.

–¿Qué le dirías si te lo encontrás el sábado?

–¡Feliz cumpleaños Charly, y por muchos más!