Luego de las ediciones que se dieron en distintos países como México o España, entre otros, el programa de competición de humoristas LOL, Last One Laughing estrenó por estos días su versión local. La producción de diez  episodios, conducida por Susana Giménez, puede verse como un experimento social: el formato extrapolado de un programa de humor japonés presenta a diez comediantes encerrados en una casa durante seis horas, con el objetivo de provocar la risa a sus eventuales contrincantes; el que se ría un par de veces, será desalojado. Así, la propuesta se suma a otras tantas que funcionan como metáfora de las sociedades neoliberales que expulsan a quienes no se adaptan a las circunstancias. A su vez, en una interpretación del conocido refrán, aquel o aquella que «no ría, o ría última», se hará con un premio en efectivo que será eventualmente donado a una organización no gubernamental, convirtiéndose en el ganador o ganadora de esta primera temporada. 

Que esté Giménez al frente del programa de Amazon Prime señala un desembarco más definitivo que esporádico al streaming de quien supo ser una de las figuras más exitosas de una televisión abierta aparentemente caduca. La primera de las curiosidades es pensar qué hace la conductora en un género que supo aborrecer, tal como supo expresar alguna vez. La segunda, es que su adecuación al formato implica relegar parte de su estrellato (lo propio probó Tinelli cuando condujo Canta conmigo ahora, con fallido resultado), o redunda en un intento de extrapolar viejas y remanidas fórmulas de la pantalla chica a las plataformas, en épocas de crisis de estas últimas.

En este sentido, algunas escenas de LOL Argentina evocan a la Susana del living de Telefe, escuchando cómodamente a su corte de comediantes en un concurso de chistes. El problema es que los tiempos cambiaron y gran parte de la nueva generación de humoristas es desconocida para la diva y no forma parte de su séquito de aduladores. Fiel a si misma, de muchos ni siquiera aprendió de memoria sus nombres. Por fortuna, Susana es acompañada por un efectivo Grego Rossello.

Foto: Amazon

Acerca de códigos caducos  y nuevos, surge otra pregunta inevitable: ¿cómo hacer humor en el siglo XXI? El elenco de LOL fue variopintamente seleccionado: se convocó a humoristas de larga trayectoria en televisión –como Yayo Guridi, por quien Susana manifestó su preferencia–, figuras nacidas en las redes sociales –como los instagrammers Mica Lapegüe, Juampi González o el youtuber Lucas Spadafora–, otros más formados en el stand up, como Darío Orsi o el multifacético Dan Breitman y comediantes de un humor más político y alternativo como Charo López, Julián Lucero y Martín Rechimuzzi.

Para Dan Breitman, «lo más importante para hacer humor es reírse de uno mismo. El problema es cuando te reís de otro. Si te reís de tus vaivenes de la vida, el humor hace catarsis con tu propio mambo psicológico». Por su parte, Rechimuzzi señala: «Te reís de la estupidez de la existencia. Hoy estamos y mañana no, y eso no quiere decir que la vida no tenga sentido. Al contrario, significa que la vida vale y que, ya que todo es absurdo, riámonos». Uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las y los comediantes es hacer humor en épocas de cancelación de todo lo que sea leído como políticamente incorrecto. En ese sentido, la masificación del producto y ciertas prohibiciones contractuales –no se pueden hacer chistes sobre política, ni que aludan u ofendan a comunidades, entre varias prerrogativas– implican dejar atrás un estilo al que muchos de ellos suscriben y que incomoda, en la tradición de Alejandro Urdapilleta, Antonio Gasalla o Diego Capusotto.

En ese sentido, Charo López expresa: «Creo en el debate, en hablar sobre si algún chiste lastima. La cancelación no soluciona nada. Si todo fuera tan simple, ‘esto sí, esto no’, caemos en un binarismo peligroso. Se termina la sublimación del arte y todo se vuelve literal. Si vos hacés un chiste sobre algo no es que efectivamente pensás eso». Rechimuzzi agrega: «En otras épocas, había gente que exponía su vida sobre el escenario por hacer sátira de una cuestión social, manifestar su identidad política o sexual. Te podían apretar, exiliar, desaparecer. Hoy no hay grandes riesgos en esos términos. A lo sumo, un clima enrarecido».

Por más que los artistas señalan que también sucede que cierto tipo de humor ya no causa gracia, las limitaciones pesan. Y así, los programas iniciales de LOL oscilaron entre lo chabacano, lo grosero o lo naif. Hasta ahora, la troupe que podría ser explosiva se ve desaprovechada, con gags que redundan en un humor lavado y nada arriesgado. Se veía a los cómicos incómodos y temerosos, intentando medirse unos a otros y buscando frustradamente ocasiones para hacer reír. Aún está por verse si la propuesta progresará a medida que transcurran los episodios y si los cómicos encontrarán su lugar. «



LOL Argentina

Un reality con Charo López, Martín Rechimuzzi, Julián Lucero, Yayo Guridi, Dan Breitman, Juampi González, Migue Granados, Mica Lapegüe, Darío Orsi y Lucas Spadafora. Conducen Susana Giménez y Grego Rossello. Los episodios se estrenan semanalmente por Amazon Prime.