La música fue parte de su vida desde que nació. Creció rodeado de rock, discos, instrumentos y salas de ensayo, ya que su padre es Vitico, el legendario bajista de Riff. Este entorno le hizo crear un amor por la música, eligiendo la guitarra, como el tío Pappo, como vehículo para expresarse. Pero Nico Bereciartua hoy, un poco gracias a esa preparación involuntaria de estímulos cotidianos, y una decisión de ir por este camino, cumple un sueño: es parte de The Black Crowes, la mítica banda de Atlanta con más de tres décadas de carrera, aquella que tanto escuchaba con su hermano y con la que soñó tocar desde que aprendió su primer acorde.

“Tocar en The Black Crowes es un sueño hecho realidad y un gran orgullo. Fui fanático muchos años de la banda, quería estar ahí, y de alguna manera, no puedo explicar cómo, sabía que en algún momento de mi vida podía llegar a pasar. Había una conexión con ellos y terminó pasando eso que parecía imposible. Lo estoy disfrutando a pleno, es un laburo soñado”, declara Bereciartua. Estar ahí le permite aprender y crecer como profesional  de la música, admite.

Por estos días está de visita en la Argentina y Nico quiere aprovechar el tiempo. Además de ir a la Bombonera para despuntar el vicio bostero, tocará con Viticus, la banda liderada por su papá y de la formó parte para dar su primeros pasos, hasta que, allá por  2014, encaró una carrera solista. Senda que aún no abandonó, a pesar del gran salto dado a las grandes ligas que dió: también aprovechara estos días para grabar su tercer disco, donde  vuelve a mostrar ese sonido sureño con algo de los cuervos negros en su Adn, influenciado por el blues y también influenciado por raíces folklóricas. Como lo hizo con los anteriores,  Nico, de 2015 y Volviendo, de 2019. Antes de volverse al norte, para sumarse a la gira que el grupo de los hermanos Robinson harán con Aerosmith (que se despide de los escenarios), Nico también tocará algunas canciones con amigos en Lucille (Gorriti 5520) el jueves 8 de agosto.

“Por suerte puedo estar en el único show que Viticus va hacer este año, para tocar todas las canciones que nos gustan con toda la gente que sigue la banda. Estas semanas que estoy por acá las quiero disfrutar, para volver concentrado para lo que se viene. La fecha de agosto en Lucille con mi banda se agotó en un día, estoy contento y aunque está difícil voy  a ver si puedo meter una fecha más antes de irme”, comenta Bereciartua. Lo entusiasma, confiesa, de poder acompañar a Vitico una vez más: “Más allá de lo familiar, y de lo vincular, que como todos, puede generar algunos roces o detalles que todo este tipo de relaciones tienen, está bueno poder acompañarlo, de vez en cuando, para darnos el gusto de compartir juntos un lindo momento”.

Sobre el disco, solo cuenta que tendrá invitados varios (el único que se conoce es Lisandro Aristimiño, con el que lanzó hace un tiempo un simple) y que lo quiere terminar para tenerlo listo antes de la gira que le espera.

Llegó a la famosa banda a través de Facebook: Nico compartió un video con una versión de “Baby”, un tema Rich Robinson había editado en su disco solista. Entonces el guitarrista  Black Crowes le escribió por Twitter y el hijo de Vitico viajó a Estados Unidos a conocerlo, en 2017. “Y me sume a su banda, pegamos muy buena onda, y cuando decidieron volver a juntarse con los Crowes, Rich me propuso audicionar, probaron varios violeros y por suerte me contrataron”. Él opina que al conocerlos de antes, le permitió soltarse más. “Ellos están contentos porque la emoción que yo tengo supongo que les da otro aire que con alguien más experimentado no tendrían, supongo. Mi asombro y la excitación que tengo por estar viviendo esto, supongo que es algo también que los motiva a ellos. Es una alegría. No tuve que pagar ningún derecho de piso, salí a tocar directamente sin ensayos. Obviamente me estudie todas las canciones al detalle.”

Nico se siente un afortunado por tener una pasión que le permite vivir: “Sé que no a todos les pasa, muchos trabajan sin saber realmente qué es lo que amaban hacer. Estos años de recorrido es lo que soy, y poder estar tocando afuera con una banda importante es algo que nunca pensé que se iba a dar, pero de alguna manera, al mismo tiempo hice todo para lograrlo: todo era una ilusión que fui a buscar pensando que era muy posible no lograrlo. Pero el destino y el trabajo duro me abrieron puertas. No solo es tocar la guitarra: no creo en el virtuosismo solo, podes tocar bien, pero tenés que transmitir energías. Y también hay factores que van más allá de lo musical, como ser responsable, ser puntual, puntilloso, sano y enfocado. Fuera del  escenario ser profesional y arriba dejarse llevar a ese trance y esos viajes sonoros y poéticos que permiten las canciones”.

Para él la imagen de rockstar y el reviente es algo fuera de moda: “Ya no es así. Eso terminó, ya es un mote ridículo a esta altura. Pensar que hay que estar en esa pose para hacer esto es un error. Tengo bien claro que soy un laburante. Y tengo que cumplir mi parte, estando alerta y en buen estado físico para poder dar todo, lo mejor de mí.”

El circuito en Estados Unidos es muy diferente, claro. “Allá al haber más lugares para tocar, en cada ciudad y en cada pueblo, podes hacer shows todos los días en una gira por todo el país. No es como acá que siempre es más el fin de semana, o a la sumo un jueves. Ganas tres días por tener otra infraestructura y consumo cultural más aceitado. Y yo creo que hay algo clave que acá se podría incorporar para mejorar: tocar más temprano. Acá se hace todo tarde, salís  mínimo a la diez de la noche, o casi a las doce o de madrugada a veces. Allá como máximo tocas a las ocho de la noche, y a las diez ya termina y da la chance a la gente de hacer otra cosa”, reflexiona.

Conoció a los Stones, pero también a grandes figuras del rock nacional. “Siempre es increíble y un privilegio conocer músicos de ese nivel. Ahora voy a estar con los Aerosmith, también muy grosos, compartiendo gira. Pero la idea es disfrutar de ese momento y si se puede aprender algo. No es presión lo que siento, es una oportunidad para mejorar en lo mío que es mi prioridad. Siempre me lo tome en serio, porque me gusta trabajar. Creo que eso se nota y  por eso se da esto que me toca. La idea es seguir avanzando con mi carrera, intentando hacer cosas buenas.”



¿Cuándo?

Nico Bereciartua con Viticus. Viernes 21 de julio a las 20 en el teatro Vorterix, Federico Lacroze 3455.

Nico Bereciartua con amigos. Jueves 8 de agosto en Lucille, Gorriti 5520.