Con una larga carrera que transcurre por varias décadas, la  incursión de Thelma Biral en la dirección despertó la curiosidad de propios y ajenos. La reconocida actriz decidió sumergirse por primera vez en esa disciplina y ya habla de una «nueva pasión». Biral dirige la obra Príncipe Azul, una historia de amor entre varones –escrita por el dramaturgo y psicoanalista Eugenio Griffero– protagonizada por Edgardo Moreira y Fito Yanelli.

La trama narra el reencuentro de los dos protagonistas que en el pasado se amaron con intensidad, pero que luego vieron su relación naufragar. En definitiva, lo que hizo y deshizo fue el tiempo transcurrido, tal vez como el  tercer gran protagonista de esta historia.  «Tengo muchos años de taco gastado en el escenario y siento que de alguna manera una interviene en los espectáculos. Estuve formalmente en ese aspecto en una segunda fila porque me ocupaba de la actuación, básicamente. Siento que estaba en el bosque, pero ahora como directora estoy con más responsabilidad. Ser actriz me sirvió para conocer a los actores y a sus sensibilidades, así que enfrentarme con los dos protagonistas de esta obra me dio un poco de pudor, sobre todo porque ellos son dos teatristas, dan clases», dice Thelma sobre los pormenores de su nueva faceta.

Sin embargo, ella siente que esta oportunidad no representa un inicio sino más bien una continuidad. «Siento que materialicé mi factor de la dirección no específicamente con esta obra, sino con los cursos que di, una especie de entrenamientos teatrales para actores que ofrecí durante diez años. Según parece transmito bien, y eso también me sirvió mucho de enseñanza porque siempre le sentí un gustito a la dirección más allá de no poner mi nombre. A esta obra ya la había dirigido en un ciclo de radio, así que los productores me llamaron para seguir dirigiendo en teatro, eso me gustó y a la vez nos hizo arrancar, nos hizo ir al mar (risas).»

Sin develar demasiado porque para ella «esta es una obra que debe verse», la flamante directora se anima a dar pistas sobre una historia donde está presente el amor más allá de la juventud. «El texto de Griffero es maravilloso, los personajes son igualmente maravillosos. Se trata de una obra muchas veces hecha en Teatro Abierto pero siempre tiene a la pasión en su seno. Es el amor después del amor, y la pasión más allá de sí misma. Generamos una puesta de luces que ayuda mucho al nervio de la obra porque nos acompaña de la mejor forma, lo mismo que la música de Pepo Lapouble, entre muchos otros que trabajan en conjunto.»

En el constante hacer que supone constituirse en una directora teatral, Biral fue de las directoras «que metía mano» en todo. Al fin de cuenta, las obras son siempre de los directores. Dice al respecto: «Estuve en todo, desde las luces, el sonido, la puesta, en la ropa. Siempre pensé que si alguna vez iba a dirigir todo lo mío iba a ser de manera integral. Todo fue un proceso creativo e interesante, totalmente diferente a como uno procesa o crea a un personaje como actor. Acá a todo lo veía desde afuera, lógicamente mis opiniones eran válidas, y sentía que no era yo la que estaba todo el tiempo creando algo. Acá se sentía la negociación que siempre existe entre el actor y el director, algo que pasa también siempre y de manera constante, pero el que constantemente propone es el actor. El director es el que dirige por el camino que el actor propuso antes, pero lo que no se puede hacer es que el otro haga algo propuesto sólo por el director. En definitiva, siempre hay una negociación entre uno y otro, nos acompañamos entre la actuación y la dirección.»

Compenetrada totalmente con su trabajo, la necesidad de ser directora full time es algo que no escapa a la esencia de Thelma Biral. «Me siento realizada en este nuevo rol y me veo haciendo muchas más cosas. La actuación en este momento es algo que debe darme mucha felicidad para exponerme, sobre todo porque estoy muy feliz en el bosque y sin estar tan expuesta como antes. Hace unos tres años que vengo pensando en todo esto y finalmente pudo concretarse de la mejor forma con Príncipe Azul«, concluye. «

Una obra de Eugenio Griffero. Dirección: Thelma Biral. Actúan: Edgardo Moreira y Fito Yanelli. Martes a las 20:30 en el Teatro Regina, Santa Fe 1235.