El autor y director estadounidense Woody Allen confió durante una charla con Alec Baldwin en el Instagram del actor que dejará de filmar porque “buena parte de la emoción se ha ido”.

“Cuando empecé, los filmes llegaban a cines por todo el país e iban cientos de personas en grandes grupos», evocó el cineasta acerca de una modalidad de consumo cultural que se fue modificando con la aparición de las plataformas de streaming y que la pandemia agudizó.

El extenso diálogo permitió que el autor de “Manhattan”, “La rosa púrpura del Cairo”, “Días de radio”, “La mirada de los otros” y “Match Point”, entre otras tantas, anunciara que prepara una película que filmará en el otoño parisino. Pero a los 86 años, el artista sostuvo que «el cine no es como cuando entré en el negocio de las películas, no lo disfruto tanto ni me divierto».

De igual manera, Allen lamentó el presente del teatro que se ofrece en Broadway, un lugar al que definió como «un centro comercial espantoso». Y agregó: «Ahora todas las obras son musicales, reestrenos, espectáculos en los que hay estrellas», se refirió sin ocultar su desagrado por esa situación.

«El mundo en el que crecí, el del cine y Broadway, ya no son los mismos. Es menos placentero para mí, y se combina con la experiencia de que me gusta estar en casa escribiendo, disfrutando de mi tiempo libre», aseguró.

En la entrevista que llevó adelante a través de su cuenta en Instagram, Baldwin evitó referirse a la acusación de abuso sexual de Dylan Farrow, la hija adoptiva de Allen. Si bien el director nunca fue imputado por ese delito, la denuncia pública de Dylan cambió definitivamente su relación con los medios y la audiencia. En 2021, el documental de HBO Allen vs. Farrow presentó entrevistas exclusivas y en profundidad con Mía, Dylan y Ronan Farrow, entre las que se incluye el desgarrador testimonio de Dylan acerca de cómo el director habría abusado de ella cuando era apenas una niña de siete años.

Durante años Woody Allen negó haber abusado de Dylan, y en su libro de memorias publicado en 2020 volvió a confirmar sus dichos. La Agencia de Bienestar Infantil de Nueva York realizó una investigación en marzo de 1993 y finalmente cerró la causa porque no encontró pruebas concluyentes de que Allen hubiese cometido el abuso. Pero las acusaciones públicas de Farrow nunca cesaron y volvió a ratificarla en varias ocasiones.