“Cada día es una nueva batalla, sin lugar a dudas, la más hostil que me tocó vivir. Vivo momentos difíciles, me siento juzgada, señalada, incomprendida. Me toca vivir lo que tantas veces escuché en boca de otras mujeres”, escribió en sus redes la influencer Flor Moyano, luego de haber denunciado públicamente haber sido abusada sexualmente por Juan Martino, excompañero en el reality El Hotel de los famosos 2.

La denuncia se ratificó el miércoles y se agregó información que no estaba en la denuncia inicial. “Propusimos siete testigos que a partir de la semana que viene serán convocados para dar sus testimonios. De ese modo iniciaremos el camino de la construcción de las pruebas de parte para acusar a Juan Martín y sea llamado a declarar”, explica a Tiempo Roberto Castillo, el abogado de la joven.

En su primera denuncia, Flor Moyano consignó que muchas de las situaciones se sucedieron delante de algunos compañeros del reality. Sin embargo, la producción dice no estar al tanto de lo que sucedía.

“En un principio, la producción del programa habla de una incomodidad de ella, a lo cual ella rechaza categóricamente que sea una incomodidad. Ella dice que le refirió a la psicóloga de la producción y a los productores que había sufrido un abuso. Si bien no dijo la palabra abuso, especificó cuáles son los hechos que habían sufrido y sabiendo que una víctima, estando dentro del círculo de violencia, es difícil que entienda que están sufriendo un determinado abuso, son ellos los responsables de haber observado esas conductas y darle la protección de igual que la víctima de abuso necesita”, afirma Castillo.

Ante la difusión de la denuncia, la productora BoxFish emitió un comunicado. “Ante la denuncia por abuso sexual presentada por Florencia Moyano en el contexto de las grabaciones del ciclo El Hotel de los Famosos, expresamos nuestra solidaridad con ella y comunicamos que nos hemos puesto a entera disposición de la Justicia para el aporte de todo elemento que sea requerido para la resolución del caso”, dice entre otras cosas.

“En los hechos concretos, no hubo por parte de la productora ningún acto tendiente a protegerla, acompañarla o simplemente a solidarizarse aportando el material probatorio que es valiosísimo porque ellos tienen grabado todo. Cuando las víctimas denuncian abusos, en líneas generales, son intramuros, pero acá teniendo un marco televisivo… Simplemente con que ellos aporten los crudos ya estaríamos pronto a resolver la situación procesal para elevar esto a una etapa de juicio oral. En lugar de colaborar ellos dilatan la situación”, detalla.

Los realities mostraron, sobre todo este último año, una zona border en lo que respecta a abusos sexuales. En ese sentido, Castillo analiza: “el problema que tenemos nosotros es que tenemos una construcción legislativa muy importante pero no tenemos una construcción cultural. Todavía no aprendemos qué es un abuso y cuando observamos situaciones de abuso, muchas veces la naturalizamos o simplemente la dejamos pasar o intervenimos si no tiene costo para mí”.

Esto se agudiza en los casos donde hay situaciones contractuales. “Los participantes que eran testigos de determinadas situaciones de abuso, dicen ‘me solidarizo’ pero a la hora de ser llamados a declarar tienen en cuenta que ellos tienen contratos con la misma productora y ponen su interés por encima de una causa noble”.

Allí Castillo cuestiona el rol del a productora y su vínculo con El Trece. “Acá los derechos de la mujer pasan a valer cero, pero después escuchás a un periodista hablando de manera hipócrita a favor de la mujer y todo queda muy lindo. Pero a la hora de realmente hablar de situaciones que nos pueden complicar tanto a las empresas como los clubes de fútbol o cualquier institución que tenga un poder adquisitivo alto relativizan eso derecho”. Acerca del estado de la influencer, Roberto Castillo relató.

“Flor está mal. Ella se ve en la televisión, ve los hechos de manipulación y dice ‘cómo no me di cuenta’. O sea, mirando la televisión dice si esta Flor le pudiera gritar a esa Flor que se tiene que dar cuenta que está siendo doblegada en su voluntad está siendo limitada y que está siendo humillada. Es muy duro para as víctimas”, finaliza.

La primera denuncia de Flor

En la primera denuncia, Flor Moyano expresó que fue un manoseo el primer acto que Martino cometió contra ella. Lo definió como un “agresor sexual que construyó en mi psiquis un verdadero monstruo, que mediante incansables actos de violencia y humillación fue logrando que aumente mi nivel de tolerancia ante sus comportamientos”.

“Una noche me llevó al campo, lejos de las cámaras, manifestándome que quería tener relaciones sexuales, a lo que me negué. En otra ocasión se metió al baño para intentar tener relaciones, situación que logré repeler. Quería dormir conmigo, que juntemos las camas. Yo quería dormir sola. Para no generar conflicto me acostaba con él un rato y después me iba a mi cama. Siempre que me acostaba con él, quería aprovechar la situación para tocarme con su miembro e intentar manosearme, todo esto adelante de los demás compañeros”.