La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó a un laboratorio público de la ciudad de Rosario, Santa Fe, a producir y comercializar misoprostol, el medicamento que se utiliza para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Así, se podría proveer a menos de la mitad de su valor de mercado y garantizar el abastecimiento en todas las provincias argentinas.

La disposición fue publicada ayer por la Anmat y autoriza a la firma Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado a inscribir en el Registro de Especialidades Medicinales (REM) la especialidad medicinal de nombre comercial MISOPROSTOL LIF y nombre genérico MISOPROSTOL.

“Esta medida es otro paso para cristalizar en un proyecto concreto la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se acaba de aprobar en el Congreso y la soberanía en la producción que se va a realizar en un laboratorio público para un medicamento que ahora va a poder tener tránsito federal y cualquier jurisdicción va a poder comprar”, destacó la subsecretaria de Medicamentos del Ministerio de Salud, Sonia Tarragona, en declaraciones a la agencia estatal Télam.

“Hasta ahora no había en Argentina un medicamento de este tipo elaborado en un laboratorio público que contara con habilitación de Anmat; el Misoprostol este jueves cuesta 6.500 pesos en las farmacias y el Estado Nacional lo compra a 2.800 pesos la dosis, nosotros esperamos que este laboratorio público pueda producirlo a un costo de entre un tercio y la mitad de esos valores”, estimó la funcionaria. E indicó que “este laboratorio público no sólo va a facilitar que todas las jurisdicciones dispongan de un proveedor accesible de Misoprostol para sus sistemas sanitarios, sino que además va a tener la posibilidad de comercializar el producto a través de las farmacias”.

“Desde el laboratorio afirmaron que a fin de este mes tendrían listo el primer lote de producción, con lo que después de los controles pertinentes es muy probable que la distribución comience muy pronto”, anticipó.

“Hasta el año pasado el aborto era ilegal en Argentina por lo que no hay una estimación precisa de cuál es el volumen de producción necesario de este medicamento, pero estamos trabajando en identificar esa demanda para definirla y sabemos que el laboratorio está en condiciones de responder a la misma”, afirmó Tarragona.