Repasar el pasado y saltar al presente es casi inevitable. Los 40 años de estabilidad democrática argentina, con 10 elecciones presidenciales en las que la última palabra la tuvo la voluntad popular, llegan con interrogantes complejos. Por momentos parece haber habido una vuelta de campana. El triunfo del presidente electo Javier Milei reflotó debates que parecían saldados. ¿Cuáles fueron los hitos de estas cuatro décadas que, en principio, podrían ser considerados el piso democrático argentino que hoy parece volver a estar en discusión?

“La recuperación de la democracia fue un momento de mucha esperanza, haber terminado con los golpes militares. También soñábamos con construir una sociedad más justa”, dijo Ricardo Alfonsín, actual embajador argentino en España, exdiputado nacional y, por pertenencia familiar, un testigo privilegiado de aquella transición y de varios de los momentos claves de estas cuatro décadas.

“Llevamos 40 años de gobierno elegidos por el pueblo pero tenemos una deuda con la justicia social-destacó-. No digo que no hayamos avanzado nada, pero menos de lo que creíamos que podíamos”.

Foto: Presidencia

Hubo un hecho fundacional de la democracia argentina, reconocido en el mundo como inédito, que fue el juicio a las Juntas de la última dictadura en tribunales civiles. “Es un ejemplo para el mundo -remarcó Alfonsín en este diálogo con Tiempo-. Fue un factor fundamental para la consolidación de la democracia, pero, paradójicamente, también fue lo que más la puso en riesgo. Ambas cosas ocurrieron a la vez. Y con el tiempo transformó la política de Derechos Humanos en una política de Estado, más allá de algunos retrocesos”.

En este primer pantallazo se vuelve inevitable consultar sobre el presente por las posiciones de Milei y de su vice, Victoria Villarruel, sobre los crímenes de la última dictadura. “Es preocupante. En la campaña Milei habló de excesos. Utilizó los argumentos de la propia dictadura para justificar las violaciones a los Derechos Humanos. Y la vicepresidenta electa la justificó directamente. De todos modos, creo que una gran parte de los votantes de la Libertad Avanza no están de acuerdo con esto. Me parece que si el nuevo gobierno quisiera avanzar en una exculpación de quienes han sido juzgados habría una reacción de la sociedad”.

Foto: Télam

Hoy parece lejano, pero durante el primer gobierno democrático fue clave para el país y la región el acuerdo de paz con Chile por el litigio por el Canal del Beagle. “Concitó un gran consenso en la sociedad-detalló el dirigente radical-. Fue una decisión muy importante. Colaboró con debilitar a la dictadura en Chile porque alejó una hipótesis de conflicto que le servía de excusa para mantenerse en el poder”.

“Hubo avances en ese sentido con Brasil-agregó el embajador-Hubo acuerdos entre José Sarney (entonces mandatario brasileño) y Alfonsín por el tema del desarrollo nuclear con fines pacíficos. Porque también se manejaba la hipótesis de un conflicto armado con Brasil”.

El hijo del expresidente hace una mención especial sobre el levantamiento carapintada de 1987 contra el gobierno democrático. «Fue otro momento para destacar. La economía no andaba bien. Sin embargo, la sociedad y las fuerzas políticas salieron igual a defender la democracia”.

El Mercosur y la reforma

El segundo gobierno consecutivo votado por el pueblo fue del peronista Carlos Menem. El hecho mismo de un traspaso presidencial entre fuerzas democráticas rivales fue inédito para el país.

“Menem indultó a los militares que se había juzgado-señala Alfonsín, y haciendo un contrapunto con el presente agrega-: Pero no lo hizo reivindicando la dictadura sino creyendo que pacificaba el país y la relación con las fuerzas armadas. Y hubo un gran retroceso social por la aplicación de las políticas neoliberales”.

En 26 de marzo de 1991 ocurrió un hecho histórico para la región. En Asunción, capital de Paraguay, se firmó el acuerdo de libre comercio y unión aduanera de cuatro sudamericanos, entre ellos los dos más grandes. Nació el Mercosur. “Fue la continuidad de políticas que habían empezado en los ‘80. Es otra política de Estado, con sus más y sus menos. Cada vez es más evidente que la posibilidad de defender los intereses de un país como Argentina es mayor si se trabaja en conjunto con otros países latinoamericanos -dijo Alfonsín. Las posibilidades de resolver los problemas que tenemos, depende también de lo que pasa en el mundo. Y la forma de tratar de influir en lo que pasa en el mundo es desde un espacio supranacional”.

Foto: AFP

“Por eso preocupa lo que ocurre con el presidente electo-remarcó el embajador- y las cosas que había dicho sobre el presidente Lula durante la campaña. Afortunadamente parece estar bajando la tensión y tratando de recomponer la relación”.

Tres años después de la fundación del Mercosur llegó otro proceso político histórico, la reforma constitucional de 1994. A la hora de evaluar su impacto, Alfonsín sostuvo que “es una Constitución mejor que la que teníamos. Sus dificultades me parece que son por no aplicarla del todo. Fue un momento de amplio consenso entre los dos principales partidos. Había sectores de derecha que se habían ilusionado con la posibilidad de que la reforma consagrara las doctrinas neoliberales de manera constitucional. Y son sectores que se enojaron mucho cuando vieron que esto no fue así. La constitución consagró principios de justicia social que algunos sectores no querían que estuvieran”.

Ingresos universales

Foto: Daniel Darras / Archivo Télam

Alfonsín señaló más arriba que la “deuda es la democracia social”. Sin embargo, luego del fallido gobierno de Fernando de la Rúa y la transición con Eduardo Duhalde, la llegada de Néstor Kirchner al poder inauguró un ciclo que amplió derechos sociales.

“Desde el 2003 se volvió a la política de Memoria, Verdad y Justicia, y además se pudo enjuiciar a quienes no se había podido en la década de 1980 porque la correlación de fuerzas entre el partido militar y el partido democrático no lo permitió. Se consolidó esta política de Estado”, sostuvo el exdiputado.

Respecto de políticas como la moratoria jubilatoria, que amplió la cobertura casi el 100%, y la Asignación Universal por Hijo, el dirigente radical remarcó: “Se instalaron como un consenso amplio en la sociedad, pero hay que recordar que en su momento fueron decisiones que tuvieron oposición. Una de las críticas en su momento era que se hacía porque había recursos. Pero no sabemos si otros sectores políticos hubieran tomado la misma decisión teniendo esos recursos. Lo mismo puede decirse de varias políticas de educación, el Conectar Igualdad, la construcción de universidades. Más allá de las diferencias que teníamos en ese momento, hay reconocer esos avances sociales y algunos han logrado instalarse como consensos amplios en la población”.

Al hablar sobre el gobierno de Cambiemos, Alfonsín fue muy crítico: “No aportó mejoras a la calidad institucional, ni a la calidad de la política”.

Despenalización del aborto      

“El gobierno de Alberto Fernández será valorado con tiempo-remarca Alfonsín al hablar del ciclo que está finalizando-.Tuvo que gobernar con las manos muy atadas por la herencia de una deuda que tenía compromisos incumplibles. Y sobre eso vino la pandemia, la guerra y este último año la sequía. El principal problema fue no haber podido avanzar en la resolución de la inflación, que termina tapando muchas mejorías que existen”.

La despenalización del aborto puede ser considerado otro de los hitos de estos 40 años de democracia, por la cantidad de años de debate social que hubo atrás y por lo transversal de su aprobación. “Sin duda quedará como uno de los hitos de estos 40 años”, remarca el ex diputado nacional.

Surge sobre el final un interrogante inevitable acerca del presente. En este recorrido breve, que deja afuera muchísimos elementos, se puede observar que la democracia argentina, con todas sus contradicciones, ha ido sentando algunas bases. Y a menos de un mes de cumplir 40 años  ganó las elecciones la fuerza política que más se parece ideológicamente a lo que representaron las dictaduras.

“Hay generaciones que ya no conocen lo que fue la Argentina dictatorial-dijo Alfonsín-. Lo ocurrido en estas elecciones tiene que hacernos reflexionar. Si yo dijera que mis diferencias con la Libertad Avanza son sólo programáticas me estaría quedando corto. Las políticas que por ahora se anuncian plantean un retroceso social peor que el de la década de 1990. Pero hay otro punto y tiene que ver con la convivencia democrática.  El presidente electo, en la campaña, le decía a sus adversario “ratas”, “parasitos”.  Parece haber una falta de comprensión de cuáles son los requisitos mínimos de tolerancia y respeto para vivir en democracia. Espero que esto no sea también la práctica desde el gobierno. Por momentos parece que estamos frente a un presidente que no comprende demasiado cuáles son los valore básicos de la convivencia democrática”.