La médica Marta Boffito, consultora en el Hospital Chelsea and Westminster de Reino Unido habló sobre el presente y el futuro de la Medicina en torno al VIH y anunció que los tratamientos de acción prolongada o “long acting” llegaron para quedarse. Su vigencia en Argentina es inminente: se espera que el programa esté disponible a partir de febrero de 2024. Pero ¿en qué consiste y en qué se diferencia al tratamiento antiretroviral con pastillas que se brinda hasta ahora? Para conocer las respuestas Tiempo participó este miércoles del XX Simposio Científico de la Fundación Huésped que se lleva a cabo en la Ciudad de Buenos Aires.

Quiénes pueden optar por long acting

Los pacientes seropositivos que pueden optar por este nuevo tratamiento, según detalló Boffito, son aquellos que tienen una terapia antiretroviral de mantenimiento estable, carga viral indetectable y que toleren la administración inicial de los fármacos cabotegravir y rilpivirina por vía oral durante 28 días. Aunque, según detalló la Dra. Daniela Cambilargiu, también expositora en el Simposio, en nuestro país la administración oral será evaluada en cada caso por el médico tratante y de acuerdo a lo que decidan los pacientes, podría iniciarse de forma directa con las inyecciones.

Boffito compartió las estadísticas de los estudios clínicos más prominentes llevados a cabo en Alemania, Australia y San Francisco y manifestó que solo se demostró un fallo virológico del 1,5 %. Ese porcentaje en el que los ensayos no funcionaron coincidieron con la existencia de dos o más factores basales en las personas, relacionados a mutaciones resistentes.

Foto: Fundacion Huesped

Cómo es el procedimiento en Reino Unido

Las especialistas aseguraron en sus exposiciones que la carga viral de los pacientes que cambian el tratamiento hacia uno de acción prolongada se mantiene indetectable, es decir, que los fármacos inyectables funcionan con la misma intensidad que las pastillas.

“Tenemos el caso de un hombre de 48 años, con IMC no aumentado, que fue diagnosticado con VIH en 2008 y es indetectable, sin experiencias diferentes en su salud ni hepatitis B, él decidió cambiar a Long Acting porque está cansado de tomar las pastillas diarias, para él es un alivio”, contó Boffito. En Reino Unido, el programa utiliza la aplicación Klick, que deben descargar los pacientes para que el hospital pueda hacer el seguimiento. “En esta aplicación se hace la revisión de las dosis, se establece un cronograma, se agendan las citas médicas cada dos meses con una ventana flexible de más o menos 7 días, incluso se pueden hacer consultas en la clínica virtual”, informó. No obstante, resaltó la importancia de dar buena información a los pacientes acerca de las posibilidades de que no funcione o que se detecten factores basales que hagan desaconsejable continuar con ese tratamiento. Una de las ventajas del uso de la aplicación es que, a partir de su uso, se recopilaron estadísticas acerca de los tiempos de consultas y de los efectos colaterales que se detectaron en ellos.

¿Cómo será la implementación en Argentina?

Cambilargiu explicó que, en la actualidad, los fármacos cuentan con la verificación técnica del control de calidad pero que, al menos en un primer momento, no serán comercializados. Solo se podrá acceder a este tratamiento por medio de un programa nacional de salud. Si bien todavía no se cuenta con la normativa específica, detalló una serie de informaciones y recomendaciones en torno a la implementación. “Vamos a tener una etapa de oral lead in y dosificaciones cada dos meses, la dosificación mensual no va a estar disponible en Argentina”, aseveró. La etapa de oral lead in o inducción oral, según expresó, se creó la Fase 2 de los estudios clínicos ante la posibilidad de algún evento adverso ya que se trata de “una droga de depósito”, es decir, que se inyecta en el músculo y se va liberando de forma lenta. Por cada paciente, se entregarán 30 comprimidos de cada droga (cabotegravir y rilpivirina) que deben ingerirse de forma oral hasta el día 28, donde comenzará la dosis inyectable. “El oral lead in es opcional y la decisión la tomarán los médicos en conversación con la persona, basándose en los antecedentes de toxicidad, alergias, entre otros”, remarcó.

Foto: Fundacion Huesped

La dosis intramuscular consiste en dos inyecciones en cada glúteo (ventroglútea), correspondiente a cada fármaco. “Se forma un depósito de 3 mililitros que se libera lentamente en  el torrente sanguíneo, tenemos que recordar la vida media es de 12 semanas”, apuntó. Se da una primera dosis intramuscular de carga, al mes una dosis de mantenimiento y, después, las dosis se aplican cada dos meses, siempre con la posibilidad del período ventana de más o menos 7 días. También existe la posibilidad de que el paciente, por cualquier motivo, no se haya inyectado la dosis en plazo. En ese caso, podrá hacerlo siempre que no hayan transcurrido las 12 semanas. Y si pasaron, deberá iniciarse con dosis de carga otra vez. 

Según expresó Cambilargiu, el 47% de los pacientes tratados con long acting referían molestias con su medicación anterior. “Sentían cansancio con la toma diaria de medicación oral, ansiedad, era un recordatorio diario de la enfermedad que afectaba su autoestima y generaba un autoestigma y es algo que hasta el momento los médicos no lo estábamos preguntando y se generó un cambio en la calidad de vida de nuestros pacientes”, acotó. Asimismo resaltó que el 98% de los pacientes que eligieron long active, unas 1600 personas, tuvieron una experiencia exitosa y que sólo hubo 23 fallas biológicas confirmadas. En esos casos, los pacientes tuvieron que volver a la medicación anterior.

Los efectos adversos y algunas recomendaciones

Cambilargiu detalló que los efectos adversos se registraron en casi todos los pacientes durante el lapso de tres meses. “Hay dolor, induración y molestias, es bastante dolor, específicamente más en los hombres, en las personas más flacas, quizás un poco menor en la población afro, ese dolor es intenso en las primeras semanas y después disminuye, casi desaparece”, aseveró. Asimismo, expresó que si bien puede deberse a que el organismo se acostumbra a los fármacos, también realizó una serie de recomendaciones tendientes a mejorar la experiencia y la calidad de vida de quienes optan por long acting. En este sentido, resaltó los siguientes aspectos:

Que la persona que aplique las dosis sea empática y se tome su tiempo y haga una aplicación lenta ya que ambas sustancias son viscosas.

La medicación, si bien puede guardarse en heladera, debe estar a temperatura ambiente al momento de aplicarse.

-Las técnicas de relajación muscular o de de respiración pueden ser beneficiosas.

-Hacer presión manual sobre la zona antes de la aplicación.

-La posibilidad, según el caso, de usar analgésicos para el dolor del inyectable.

Al respecto, concluyó: “Estamos pasando de un tratamiento crónico oral diario a otro tratamiento crónico intramuscular con una mejor dosificación y mejor calidad de vida, pero no puede faltar esta buena relación aplicador – paciente”. Tanto Boffito como Cambilargiu resaltaron la importancia de este nuevo tratamiento que permitirá que miles de personas en el mundo dejen de tomar pastillas de forma diaria, lo que mejorará su salud y calidad de vida.