Este martes docentes, organizaciones y vecinos reclamaron con una marcha tras los dos nuevos ataques desatados contra escuelas de la zona norte de Rosario. El lunes las escuelas José Mármol, de Larrea al 300 bis, y Rosa Ziperovich, de avenida Sabin al 1100, permanecieron sin actividad después de que sus edificios fueran baleados durante la madrugada del sábado. En ambos casos, los delincuentes dejaron también un mensaje amenazante. El miércoles retomarán la actividad.

Bajo las consignas de “Basta de Violencia” y “Basta de Balaceras a las Escuelas”, los docentes de escuelas públicas se concentraron a media mañana de este martes en la plaza San Martín para pedir que se ponga fin a los episodios de intimidación pública que en las últimas semanas tienen como blanco a los edificios escolares. También participaron familias con niños pequeños que acuden a diferentes instituciones.

Desde la delegación Rosario del sindicato Amsafé se decidió liberar a los alumnos en las últimas dos horas del turno mañana y las primeras dos del turno tarde, a partir de las 10.30 y hasta las 14.30, para que los maestros puedan participar de la manifestación.

Entre los testimonios, la vicedirectora de la primera de la escuela baleada el fin de semana, José Marmol N° 84, Carolina relató: “es muy triste la situación que nos tocó y nos toca vivir, es un enfrentamiento entre bandas que afectan a los chicos y chicas que vienen a la escuela, a un lugar que es seguro”, en relación a la balacera y a un contexto de violencia que sigue creciendo en la ciudad santafesina.

“Las escuelas que fueron atacadas cumplen una función muy importante en lo social, en nuestro caso tenemos una población escolar muy grande, son 650 alumnos, tenemos un comedor escolar y lo que quieren hacer es sombrar el miedo y no vamos a ceder –acotó–, ya que la institución es un lugar de refugio, de aprendizaje y de juego para los chicos».

La vicedirectora aclaró que el miércoles las clases se retomarán de forma normal.

Ana Rosario, directora de la escuela 84, contó que por parte de la seguridad les ofrecieron tener un patrullero en la puerta y ella dijo: “Esa no es la solución” y siguió: “Los gobernantes no saben resolver esto”.

Por otro lado, dos docentes, una de arte y otra de educación física de la escuela 6055 de barrio Ludueña explican que no sufrieron balaceras pero si son víctimas de robos constantemente. “Estamos en barrio Ludueña y esta convocatoria además de docentes debería ser para toda la comunidad, cada vez somos más vulnerables. Las paredes ya no contienen a los alumnos”, expresaron.

La profesora de arte a modo de ejemplo contó que los niños naturalizan la violencia. “Plasman en sus dibujos balaceras”, y no hay que naturalizarlo bajo ningún punto de vista. Y siguió: “No se puede salir a jugar, a tomar mate en la vereda.

La otra docente siguió: “No podemos dejar que esto suceda, no podemos ser indiferentes, no vemos salida. Entendemos que es una forma de negociar y una muy negra, con las infancias”, por los mensajes mafiosos.

Las docentes fueron firmes con su mensaje: “Con las escuelas no. Desde Sadop confirmaron que acompañaran la movilización con el cuerpo de delegados pero sin desobligar a los alumnos.

El mismo fin de semana un hombre de 65 años fue asesinado a tiros y otra persona terminó herida en el barrio Tablada. El ataque se produjo en Chacabuco al 3500, cerca de las 20.30. Las primeras informaciones indican que los disparos fueron efectuados desde un automóvil en el que iban varios hombres y abrieron una lluvia de bala. Los proyectiles alcanzaron a dos personas que debieron ser hospitalizadas. Una de las ellas llegó sin vida.