De los 1415 casos notificados ayer por el Ministerio de Salud de la Nación, el 15% pertenecieron a la Ciudad de Buenos Aires, el doble de su porcentaje poblacional en el país. Nuevamente, vuelve a manifestarse la misma tendencia que en las dos olas anteriores: es el distrito donde comienza la subida de contagios, luego se “derrama” al Conurbano, y después a las grandes urbes del resto de las provincias. AMBA ya empieza a registrar un leve ascenso de infectados, y CABA lleva tres semanas en alza, con mayor presencia de menores, y con el aliciente de haber sido el primero en flexibilizar protocolos de cuidado en los colegios y ser el último en abrir la vacunación a menores sin factores de riesgo.

La parte positiva es que aún la subida de casos no se traduce en mayores internaciones y fallecimientos, algo que suele darse de dos a tres semanas después del alza de contagios. Ayer, de hecho, la Capital Federal no registró fallecidos. “Siguen bajando en CABA las Internaciones Graves, 5 con asistencia respiratoria y 6 sin ella. El aumento de casos en CABA (que ya lleva 3 semanas), aún no tiene correlato en internaciones. Este es uno de los efectos esperados, que el aumento de internaciones sea menor al de casos”, planteó el contador y senador provincial por Corrientes, Martín Barrionuevo, uno de los especialistas en datos que analiza cada semana la evolución de los números de la pandemia en la Argentina.

Los 221 positivos informados ayer en la Ciudad representan el número más alto para un martes en ese distrito desde la primera semana de septiembre. Casi un 60% de los contagios diarios en CABA son por la cepa Delta, el doble que el promedio en el resto del país. CABA es la abanderada de ese crecimiento. Del lunes 18 al viernes 22 de octubre, los nuevos casos porteños siempre subieron: 126, 137, 197, 248, 286. No obstante, recién el jueves el gobierno porteño abrió la inscripción para que se vacunen menores de 12 sin factores de riesgo, a pesar de tener suficiente stock con las Sinopharm enviadas por Nación.

La justificación de la cartera que conduce Fernán Quirós es que prefirieron priorizar que se completen esquemas de adultos y menores con comorbilidades, aunque en la práctica las últimas semanas estuvieron vacunando casi a la mitad de la capacidad que tiene el distrito.

La Provincia de Buenos Aires, en cambio, avanzó con la vacunación en menores y ya vacunó al 60% de niñas/os y adolescentes de 3 a 17 años. “La población se estima cerca de los 4,2 millones, con 1,5 millones ya vacunados y casi un millón más anotados”, apuntó el bioquímico y analista de datos, Santiago Olszevicki.

En Provincia, igualmente, alertaron por la subida de casos. «Tuvimos 20 semanas de descenso consecutivo de casos y hace dos semanas dejaron de bajar. La primera semana fue de estabilidad y la segunda aumentó un 20 por ciento», afirmó el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak. Remarcó que «la variante Delta ya es mayoritaria», y aseguró que la crecida «se explica porque todavía falta terminar de vacunar a la población y porque se abrieron mucho los cuidados y eso también aumenta la posibilidad de contagio. En otros países de la región de la región como Chile y Uruguay también empezaron a aumentar los casos».

En el mismo sentido, Barrionuevo afirmó que “aunque de manera menos marcada que en CABA, ya empieza a mostrar el cambio de tendencia el GBA. Aún en valores bajos y sin mayor utilización de UTI”.

Uno de los principales temores es el impacto en la población pediátrica. Uno de cada cuatro casos ocurre en menores a 18 años. En CABA llegó al 30%. El crecimiento de la vacunación es clave. Los retrasos en la aplicación a población infantil por parte de algunas jurisdicciones generarán que no se llegue a terminar octubre con el 78% de la población con al menos una dosis, como era el objetivo inicial. Aunque los últimos días se recobró el impulso: más del 73,4% ya recibió al menos una dosis, y el 56% completó sus esquemas de vacunación.